La carrera profesional de Taylor Swift tiene un antes y un después de que saliera a la luz la siguiente noticia: el productor Scooter Braun, que intentó ser su mánager y al que acusó públicamente de haberla acosado y haberle hecho bullying, compró los derechos de su catálogo musical por 300 millones de dólares, según informó el medio especializado en la industria musical, Billboard.
Unos derechos que, además, ella lleva años tratando de hacer propios. Para que quede más que claro: esta venta impide que sea dueña de los primeros seis álbumes de su catálogo.
"Durante años pedí, supliqué por una oportunidad para poseer mi trabajo. En cambio, me ofrecieron la oportunidad de volver a Big Machine Records y obtener un álbum a la vez, uno por cada uno nuevo que entregara", explicó Swift.
Swift dijo que se enteró que Braun era el comprador recién cuando se hizo público el acuerdo.
"Este es Scooter Braun, acosándome en las redes sociales cuando estaba en mi momento más bajo. Está a punto de quedarse con toda la música que hice". Así arranca el comunicado que la cantante puso en la red Tumblr.
"Solo puedo pensar en el acoso y la manipulación que he sufrido de sus manos durante años", agrega Swift.
En la imagen —seguida de un extenso texto— aparece Braun precisamente con Justin Bieber, otro de sus representados, en un post de Instagram. A través de su empresa SB, Braun gestiona las carreras de Bieber, pero también de Ariana Grande, David Guetta, Hilary Duff, Usher o Black Eyed Peas. Además, tiene proyectos audiovisuales con distintos estudios y plataformas de televisión.
"Durante años pedí, rogué una oportunidad para poseer mi propio trabajo", explica ella sobre la discográfica con la que trabajó durante años, que ahora vendió los derechos y con quien decidió romper cualquier tipo de relacion: "Tomé la horrible decisión de elegir y dejar atrás mi pasado. La música que escribí en el suelo de mi habitación y los vídeos con los que soñe, que pagué de mi dinero, del que gané tocando el bares, después en clubes, después en salas, después en estadios".
Según Swift, este es "el peor escenario" al que se podía enfrentar. Ella sabía que el dueño de su anterior discográfica podía llegar a vender sus derechos, pero nunca pensó que Braun se quedaría con ellas: "Sabía lo que estaba haciendo, los dos lo sabían. Controlar a una mujer que no querría asociarse con él. A perpetuidad. Eso significa para siempre". Como ella dice: "Ni en mis peores pesadillas me imaginé que el comprador sería Scooter".
"Esto es lo peor que me podía pasar. Es lo que ocurre cuando firmás un contrato a los 15 años", escribió consternada.
Taylor finaliza su posteo diciendo: "Siempre estaré orgullosa de mi trabajo pasado. Pero una opción más saludable será LOVER (su nuevo álbum) que saldrá el 23 de agosto. Estoy triste y asqueada". Y concluye es texto con el emoji del corazón roto.
Por redacción Gente.
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