Se hizo costumbre –una deliciosa costumbre– ver a Diego Kolankowsky (45) inmerso en la crema de los premios Tony, que galardonan a lo mejor de Broadway. Esta vez, Beetlejuice –el musical que produjo– tuvo siete nominaciones, incluida Mejor Musical. Ganó en una categoría: Mejor Guión (de Scott Brown y Anthony King). El trofeo más codiciado se lo llevó Hadestown. "Esta vez no se nos dio –contó el productor nacido en Ramos Mejía–. Pero es un honor para mí haber estado tres veces en los últimos cuatro años".
El derrotero del productor en los Tony comenzó cuando el revival de Spring Awakening fue nominado en 2016 como Mejor Musical. Y alzó el premio en esa categoría el año pasado, con Once on this island. "Allí era uno de los creativos y productores generales. Esa obra me demandó más que Beetlejuice, donde el peso mayor recae sobre Warner Bros. Por eso, ahora no sentí toda la presión sobre mis hombros. Tuve una noche más relajada", señala.
A Kolankowsky, recién separado de la periodista Paula Trápani, lo que más lo conmovió de la velada fue estar acompañado en el Radio City Music Hall, por primera vez, por su hija: "Fue una ceremonia emocionante, llena de sensaciones. Tuve una cita muy especial. Ámbar estuvo conmigo, lo que convirtió la noche en algo único. A la distancia también me acompañó la gente que siempre me banca. Se hicieron sentir fuerte en las redes sociales. Tener amor, amigos y reconocimiento ya me hace sentir ganador".
Padre e hija, de yapa, tuvieron su foto con el presentador, James Corden: "Se acercó a saludar. Con él nos conocimos hace cuatro años en la ceremonia. Le hice un chiste que, según parece, todavía recordaba".
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