Cuenta Karina Jelinek (37), sin dudar ni repetir:
"Apenas me despierto, reviso mi celular. Después me levanto y cumplo mi rutina de ejercicios, que incluye 45 minutos de bici y media hora de yoga. Desayuno sano. Reviso mails y llamo a Mauricio (Catarain, su representante) para chequear las propuestas laborales. Reviso la marcha de mi línea cápsula de ropa interior (con Ánima Bendita), y me pongo a trabajar en la pre-producción de mi futuro reality…"
Y continúa describiendo su día:
"También estoy en conversaciones para lanzar una línea de maquillaje. Estoy trabajando con una empresa de ventas online, con la que tengo comunicación casi diaria. Almuerzo tarde. Si no tengo compromisos, aprovecho para disfrutar de mi nueva casa en Nordelta… Quería verde para mis perritas Coco y Liza, tranquilidad, privacidad y más espacio, para que mi familia me visite y se quede; aparte de que el alquiler me sale mucho más barato… Completo las actividades de cada jornada agregando media hora de bicicleta, charlas con amigas por WhatsApp, alguna peli y lectura hasta quedarme dormida".
–¿Qué tiene de interesante a la fecha tu vida, como para lanzar un reality con vos y tu actualidad?
–La gente no conoce mi vida. Me suceden cosas divertidas, fuera de lo común. Reflejo situaciones alegres, aun cuando pase por situaciones desagradables. Es que tengo una actitud positiva. Quiero mostrar eso con una estética y un lenguaje de redes sociales. Por eso lo haré en YouTube, a través de mi canal, y contará con mi propia producción.
–¿Sola? ¿No hay ni un caballero que te secunde?
–No. Tuve y tengo algunas "alegrías", pero nada estable. Después de mi divorcio (de Leo Fariña, en 2013) la pasé muy mal. Pero ya fue… No quiero victimizarme. En algún momento me cruzaré con "el" hombre. Mientras, me divierto sin hacer demasiado ruido. Me han inventado algunos romances… incluso con amigas. Me hacen reír. Ando sola desde hace algún tiempo.
–¿Qué fue lo de Luis Miguel de la semana pasada?
–Lo conozco desde hace varios años. Lo he visto en Buenos Aires y en Miami, pero nunca me interesó hacer prensa con esta relación, que en realidad es sólo una especie de amistad… Él es un tipo muy interesante, buen anfitrión, y tiene una charla divertida, porque es muy culto. Además de un gran artista, claro…
–… lo que no quita que los otros días hayas ido a una fiesta privada con él en el Faena, como se comentó en los medios.
–Nada de eso… Sólo cenamos juntos en el hotel. Yo fui con una amiga. Estábamos nosotras dos, él, una amiga suya mexicana y un empresario, también azteca (y gay: un tipo encantador). Hablamos de viajes, familia, vinos, música. Hasta de política. Está bien actualizado de lo que pasa en la Argentina y el mundo. Los medios informaron de una fiesta privada en su suite en la que no estuve.
–¿Es decir que no inundaron un pasillo del hotel?
–Nos divertimos sanamente. No se nos cayó ni una copa en la mesa. Yo comí con él y sus amigos el fin de semana y la fiesta privada y la inundación que mencionás habría sido el miércoles…
–¿Y si te hubiese propuesto que lo acompañaras en gira?
–Noooo… Esas cosas se hacen cuando una es adolescente y se deslumbra con un artista. Yo no me iría de gira con Luis Miguel, y pienso que él tampoco me lo propondría.
–¿Te gustaría volver a casarte?
–Sí, pero no me desespera. También me encantaría tener un hijo con el hombre que amo y de la forma más tradicional. ¡Y que me acompañe en el embarazo, el parto, la crianza de nuestro hijo. Pero…
–¿Pero?
–Cada día hay más personas que viven solas y no quieren tomar un compromiso de pareja. Por eso no critico ni descarto la subrogación de vientre ni acudir a un donante de esperma. Muchas mujeres han tomado esa opción y crían felices a sus hijos.
–¿Y si debieras elegir el donante…?
–Jamás pensé en un famoso. Además, me gustaría que mi hijo fuese feliz, y todavía no se descubrió el gen de la felicidad. Elegir el bebé perfecto es una posibilidad que hoy existe gracias a la ciencia, pero prefiero tener uno a la antigua. Ahora, si de jugar hablamos, me gustaría que tuviese los ojos claros y la mirada de buena persona de mi papá, la boca de Sandro y la inteligencia de Favaloro, un genio de la medicina y de la vida.
–¿Tus curvas te trajeron problemas para las relaciones serias?
–Una mujer con curvas, independiente, profesional, que se vale por sí misma, puede generarles problemas a los hombres inseguros. Si alguien no me toma en serio por mis curvas es por su inseguridad, no por mi físico. Y ese tipo de persona no me gusta. Por suerte, cada vez hay más hombres que dejan de lado los prejuicios.
–¿Alguna vez sufriste acoso?
–Gracias a Dios, ninguno grave. Aunque, sí, al comienzo de mi carrera tuve algunas situaciones desagradables, pero pude superarlas. El acoso y el abuso son inaceptables, y muchas los han sufrido y sufren en todos lados. Por eso celebro que las mujeres no nos callemos más y lo denunciemos.
–En lo que va del año hubo en nuestro país más de cincuenta femicidios. ¿Vos sufriste alguna vez violencia verbal o fisica?
–Hace unos años tuve una relación muy tóxica. Fue grave… Mi vida estuvo en riesgo. Gracias a Dios, pude superarlo. Otra pareja posterior a él lo denunció y pudieron controlarlo. Muy feo… Casi a diario muere una mujer a causa de un hombre que, en la mayoría de los casos, tiene una relación con ella. Muchas veces, las mujeres amenazadas no son escuchadas… En otras ocasiones, las medidas de protección no sirven, pese a que las autoridades y entidades defensoras de los derechos de las mujeres hacen campañas para prevenirlo.
–¿Qué harías hoy si te sucediera?
–No esperaría un minuto: ante la primera señal de alerta terminaría con la relación; y si se produjera un acto de violencia, llamaría al 144. No me importaría ser conocida. Es más: si sirve para prevenir y combatir la violencia de género, lo contaría sin dudarlo.
–¿Cómo está la relación con tu hermano Adolfo, ahora en libertad condicional luego de dos años tras las rejas por problemas de drogas?
–Siempre lo acompañé. Es una buena persona, que se equivocó por su adicción y pagó las consecuencias. En prisión se sometió a un tratamiento de rehabilitación y cura. Lo cumplió y está bien. Nuestra familia la pasó mal. Yo sufrí mucho. Afortunadamente no le hizo daño a nadie. Me alegro de que esté mejor, con libertad, hábitos saludables, trabajo y cumpliendo todas aquellas obligaciones que le impuso la Justicia. Cuando salió de la cárcel me mandó un mensaje muy lindo. Es alguien nuevo, mejor, que seguirá en tratamiento. Le doy gracias a Dios por eso.
Por Pablo Procopio.
Fotos: Christian Beliera e Instagram.
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