Luis Miguel (48) no cantaba en Chile desde noviembre de 2015, cuando lo hizo entre rumores de problemas de salud y desgano. Pero pocos recordaban aquello –o no querían hacerlo– en el Movistar Arena de Santiago, donde brilló el 19 y 20 de febrero, durante las dos primeras de cuatro fechas que conformarán su tour trasandino. ¿Por qué muchos habrían de olvidarlo o pasarlo por alto?
Quizá porque treinta y siete años de vigencia artística no merecen sintetizarse en apenas un mal recuerdo. O –tal vez aquí el motivo principal– porque su serie biográfica by Netflix volvió a rejuvenecer y remozar la figura de personaje y artista convirtiéndolo, acaso, en un sobreviviente en su carrera hacia la cúspide de la música pop latina.
SU REGRESO A LATINOAMÉRICA. Fue en la más pura circunspección. Con ensayos y pruebas de sonido nocturnos (para evitar el movimiento típico del horario de oficina), desde las 22 hasta la madrugada –¡seis horas!–, con tres guardias custodiándolo a él y a sus músicos, con dos personas de limpieza y un encargado de escenario cerca, pero sin otros testigos ni cámaras o celulares que registraran su preparación. Así volvió al sur de su continente.
Un motivo lo preocupaba sobremanera, al margen de su cultivado bajo perfil: la imagen de sus últimas presentaciones, durante diciembre, en el Auditorio de la Ciudad de México, luego de varios shows marcados por los retrasos, el olvido en las letras y performances erráticas que detonaron en diversa clase de rumores. Situación que, incluso, según se rumorea, lo terminaron marginando del Festival de Viña (entre el 24 de febrero y el 1 de marzo), que festejará sus seis décadas y no quería poner en riesgo, con potenciales inconvenientes, su transmisión en vivo para el mundo.
EL SEGUNDO ROMANCE. Lo cierto es que cualquier clase de duda quedó en el olvido popular. Cuando el lunes a las 21:24 una pantalla en blanco y negro mostró su silueta avanzando y la banda comenzó a tocar para que Luismi entrara a escena, cierto breve instante de silencio bastó para que su imagen en el centro de escena pronto inspirara la ovación de doce mil fanáticos.
Entonces Arrancó con Si te vas seguida de Tú solo tú. Pero el sonido le jugó una mala pasada, al punto de hacerlo golpear un par de veces el micrófono en señal de disconformidad con el retorno y provocar intervalos mayores a los normales, que el público se encargó de minimizar empezando a cantar sus temas antes que él, en señal de apoyo.
Hasta que cerca de cumplirse la primera hora, las imperfecciones técnicas desaparecieron y el astro pudo disfrutar de un intenso concierto cargados de los clásicos que cimentaron su carrera, en algunos casos acompañados por imágenes de aquellos imperecederos videos que los difundieron en su momento.
38 CANCIONES IMBATIBLES. Según Spotify en el set de inicio de los primeros dos recitales de Santiago figuraron sus diez temas más escuchados (que juntos superan los 500 millones de reproducciones). Un aperitivo de la lista final (¿la repetirá cuando se presente en nuestro país?) que incluyó, de punta a punta y en orden, el siguiente repertorio:
Si te vas, Tú, solo tú, Amor, amor, amor, Devuélveme el amor, Suave, Por debajo de la mesa, No sé tú, Un hombre busca una mujer, Cuestión de piel, Oro de ley, Culpable o no, Amante del amor, Más allá de todo, Fría como el viento, Tengo todo excepto a ti, Entrégate, Hasta que me olvides y No me puedes dejar así.
Y continuó con Palabra de honor, La incondicional, Separados, 1+1=2 enamorados, Directo al corazón, Tú y yo, La barca, Se te olvida, Contigo en la distancia, Será que no me amas, Decídete, Los muchachos de hoy, Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul, Isabel, Cuando calienta el sol, Vuelve, Eres, Cómo es posible que a mi lado y Te propongo esta noche.. un total de 38 títulos eternos.
FINAL FELIZ. Si bien no se pudo confirmar, debido al hermetismo con el que se mueve Luis Miguel, la información indica que cada jornada, después del show (al que arriba desde el Sheraton en combis y autos polarizados y ya lookeado para presentarse), partió de inmediato al hotel sin pasar por su camarín, brindar ningún meet and greet, asistir a algún backstage o posar en selfies con admiradores.
Sus presentaciones en tierra chilena continuarán hasta el sábado 23. Luego sus destinos serán las provincias de Córdoba, donde se presentará el martes 26, con el Orfeo Superdomo como escenario, y la de Buenos Aires,, el 1º y 2 de marzo, sobre el Campo Argentino de Polo.
Sendos lugares que a raíz de la interminable demanda acaban de habilitar para la venta nuevas localidades en campo y algunas numeradas, que según le adelantaron los responsables del espectáculo (Lauría Dale Play, Live Nation y PopArt Music) a GENTE, ya pueden conseguirse a través de www.tuentrada.com y www.superdomo.com.
Y no hay más novedades para este boletín. Con ésa, viniendo de Luis Miguel, jamás es poco.
Por Leo Ibáñez
Fotos: CZ Comunicación y @FotografiaCortese y Sergio Cortese
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