Rich Moore: … ¿En serio que eres de la mismísima Ciudad de México?
Karol Sevilla: Tal cual. Nací el 9 de noviembre de 1999 ahí, donde abunda el tráfico. ¿Conoces mi país?
R: Ahhh. Una ciudad tan despierta como la de Wifi Ralph. No sólo la conozco: Tengo parientes que residen en un sitio cercano, Cancún. Fui varias veces a tu encantadora tierra.
K: La próxima oportunidad, entonces, debemos encontrarnos allí.
R: Hecho.
Nunca se habían visto cara a cara. "Es un honor debutar en cine de tu mano", admite Karol Sevilla mirando con asombro a Rich Moore, uno de los grandes cineastas de animación en el mundo. "Gracias, Karol, el honor ha sido contar contigo, una artista con enorme presente y futuro", devuelve la gentileza el norteamericano nacido un 10 de mayo del '63 en Oxnard, California.
Porque dirigió de dos episodios de Drawn Together, cinco de Futurama, diecisiete de Los Simpsons, y los largometrajes Ralph, el demoledor, Zootopia y –ahora, claro– Wifi Ralph, donde comparte capitanía con Phil Johnston. "Una película así es casi un milagro, ¿no Rich?", lanza ella. "Seguro que lo es, Karol–: 601 personas, alrededor de tres años y medio de trabajo…", concede él.
–¿Ese es el secreto de las cintas de Disney? –preguntamos nosotros.
R: Podríamos comentar que de la misma forma que en la elaboración de tamaño proyecto hay varios jóvenes, también nos acompañan personas que hace bastante tiempo se dedican a la animación. E incluso valdría agregar que el equipo cuenta prácticamente con la misma cantidad de hombres y mujeres. Sin embargo, nuestro valor agregado radica en que los artistas, técnicos y empleados del estudio que consumaron Wifi Ralph provienen de veintiocho países del planeta. Y cada uno trae un punto de vista distinto, lo que hace que el resultado sea en verdad rico.
–Todos mancomunados para meterse en otra clase de "planeta", el de Internet (o Wifi)
–Un planeta dentro del cual en cierta manera yo nací. Formo parte de él. Me mantengo conectada las veinticuatro horas. Es la forma más veloz para comunicarme con mis fans.
–Interrogante imprescindible para continuar la entrevista: ¿Son seguidores de los videojuegos?
R: Yo comencé de chiquito, con Pac-Man a la cabeza. Hoy, si pudiera, estaría en mi cama 24/7 (veinticuatro horas, siete días a la semana) jugando con distintas variedades de ellos.
K: Admito que guardo en mis electrónicos una carpeta con una decena de juegos, que me ayuda a pasar el tiempo en aeropuertos y esperas. Adquirí el hábito de mi hermano mayor, que los ponía cuando yo era pequeñita. Soy bastante consumidora… Ni te cuento ahora, que uno puede acceder a ellos vía Internet.
Internet es neutral, como cualquier tipo de herramienta o invento. Depende de para qué se lo use. Si tus intenciones son malas, puede meterte en problemas. Ese es el enfoque que tomamos para guionar nuestro largometraje (Rich Moore)
–A propósito, ¿Internet es bueno o malo, constructivo o despiadado?
R: Neutral, como cualquier tipo de herramienta o invento. Depende para qué se lo use. Si tus intenciones son malas, puede meterte en problemas. Ese es el enfoque que tomamos para guionar nuestro largometraje de 116 minutos.
K: Posee partes buenas y de las otras. Como se menciona en la secuela que estrenamos, mi regla número 1 –y clave–, al encontrarme tan expuesta por mi profesión pública, es no hacer caso a los comentarios agresivos e hirientes que invaden las redes.
Sí, la web es un planeta dentro del cual en cierta manera yo nací. Formo parte de él. Me mantengo conectada las veinticuatro horas. Es la forma más veloz para comunicarme con mis fans (Karol Sevilla)
R: Un error del actual Ralph es considerar que su valor depende de la opinión de otras personas. Cuando tal opinión resulta negativa, comienza a tomar decisiones equivocadas. La misma lección aplica a Internet. No debemos definirnos por la opinión de un anónimo, sino por cómo somos nosotros a diario con quienes nos rodean.
K: Internet nos ha abierto las puertas del mundo, riesgos incluidos. Los papás deben controlar hacia dónde lleva a sus hijos. No monitorearlos puede significar que corran bastante peligro.
–¿Qué edad tienen sus hijos, Rich? ¿Cómo les regula el acceso a las páginas de Internet?
–Ya no puedo: Cumplieron 24 y 27 años. Tuve hijos a los 12… (carcajada).
–Con razón. Por algo al informarnos sobre sus antecedentes laborales dudamos entre si era un director de cine de 55 años o en realidad un niño escondido en un director de esa edad…
–Gracias por lo de "niño" (amaga con sacar dinero de su bolsillo, al tiempo que amagamos con aceptarlo). Pegaste en el clavo, en serio. Siempre que pienso en mi edad me siento como un chico de 12 o 13 años que vive en un mundo de adulto. Hasta que observo mi reflejo en el espejo y comprendo que es al revés. Me gustó la figura de "un niño escondido en un director de cine de 55 años". ¿Te la puedo tomar prestada?
–Sólo si se animan a responder nuestra última duda, tocándose el corazón. ¿Cuánto tiempo soportarían sin conectarse a la red?
K: Yo, nada. Me la paso haciendo lives y stories. Lo mismo que no puedo dejar de cantar y bailar. Salvo al momento de comer en familia. Ahí, en uno y otro caso, sí me pongo en modo avión.
R: (Respira) Si dejásemos de lado potenciales emergencias cotidianas, creo que aguantaría cerca de una semana. Algo más, claro, que lo que soportaría sin poner un filme delante de mis ojos.
Por Leo Ibáñez.
Fotos: Alejandro Carra y Disney.
Filmaciones para redes: Alejandro Carra y Leonardo Ibáñez.
Agradecemos a Agustín Newell y Agustina Benvenutto, de Disney Argentina,
SEGUÍ LEYENDO: