Dice Victoria Eugenia Henao (María Isabel Santos Caballero –57– luego de cambiar su identidad al llegar a la Argentina en 1994): "He sido investigada por el Estado colombiano durante años, también en vida de mi marido, por la DEA –Administración para el Control de Drogas–, la CIA –Agencia Central de Inteligencia–, Interpol, sólo por ser la viuda de Pablo Escobar, y la única conclusión que todos esos entes obtuvieron es que soy y fui ajena a toda conducta criminal. Carezco de antecedentes en este país o en cualquier lugar del mundo. Me dediqué a ser madre, y ya en Argentina, a estudiar y trabajar".
Así se defiende ella en su libro Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar, que acaba de salir en la Argentina, publicado por Editorial Planeta. "El testimonio de la esposa del narco más peligroso del mundo", puede leerse en la portada, donde ella sonríe junto a su marido, muerto el 2 de diciembre de 1993 en Medellín.
Con un escrito de similar tenor lo hizo oportunamente ante el titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 3 de Morón, Néstor Barral, que la procesó por el delito de lavado de activos provenientes del narcotráfico junto a su hijo, Juan Pablo Escobar (hoy Sebastián Marroquín –41–).
Los investigadores están convencidos de que la esposa y el hijo del temido narco fueron el nexo para el lavado de dinero de la comercialización de drogas entre el abogado argentino Mateo Corvo Dolcet (impulsor de la construcción de un complejo en Puerto Madero y una estación de trenes vip en Pilar) y el narco colombiano José Bayron Piedrahita Ceballos (según la DEA integrante del Cartel de Cali, quien invirtiera en el proyecto inmobiliario unos 3 millones de dólares).
Las dificultades para la viuda y su hijo comenzaron cuando en su momento allanaron la casa de Corvo Dolcet en el country Ayres del Pilar y se encontró un documento que revelaba la comisión que el abogado les había reconocido a María Isabel Santos y a Sebastián Marroquín por presentarle a su connacional. El monto supera los cien mil dólares, y el paper está firmado por Corvo Dolcet y el hijo de Pablo Escobar.
En escena también apareció otro famoso, el recordado Mauricio "Chicho" Serna, ex jugador de Boca en la época de oro de Carlos Bianchi, a quien se atribuye un intercambio de propiedades suyas en Buenos Aires con otras de Piedrahita en Colombia con intención de lavado, lo que en la jerga de lo ilícito se conoce como "hacer un cambalache".
De todos los involucrados, Piedrahita fue detenido en Bogotá y espera ser extraditado a los Estados Unidos, porque además está siendo investigado en ese país en una causa por sobornar a un agente de la DEA para que desapareciera su nombre de la famosa Operación Piedra Angular, por la que la DEA buscaba capturarlo junto a otros 17 sospechosos de integrar el Cartel de Cali.
Corvo Dolcet estuvo preso en la cárcel de Marcos Paz. Luego fue excarcelado, y hoy está monitoreado con pulsera electrónica, sin poder alejarse a más de 60 kilómetros de su domicilio de Pilar, salvo autorización del Juzgado interviniente. La severa complicación para ambos es que la Cámara de Apelaciones de San Martín les ratificó los procesamientos y la causa se encamina hacia el juicio oral.
El doctor Sebastián Basso, al frente de la Fiscalía Federal Número 1 de Morón, es quien investigó el presunto delito junto a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Gabriel Pérez Barberá y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), conducida por Diego Iglesias.
Ahora sólo resta saber si a la viuda de Escobar, a su hijo y a Chicho Serna la Cámara también les ratifica el procesamiento como partícipes necesarios del lavado de dinero proveniente de la comercialización de drogas, con una pena que puede variar entre los 6 y los 13 años de prisión por ser realizado en banda, según la Justicia.
En su momento, Corvo Dolcet le hizo llegar a GENTE un documento en el que se declara inocente: "Durante meses, la mayoría de los medios afirmaron que dirijo proyectos 'narcos' y que soy el jefe de una banda que lava dinero de carteles colombianos y mexicanos, entre otras muchas y muy graves mentiras… Los errores de la investigación son muy importantes, y se afirmaron públicamente mentiras con gravísimas consecuencias para mi persona, mi familia, nuestro patrimonio, y para las sociedades y los derechos de cientos de inversores. Es alarmante cómo fuimos criminalizados…".
Para el fiscal Basso todos intentaron eludir a la Justicia: "Piedrahita usando presta nombres, siendo Mateo Corvo Dolcet uno de ellos, quien cuando encargó una auditoría —y ésta le advirtió que el colombiano era un narco buscado por la DEA—, intentó taparlo y siguió adelante con el proyecto y las inversiones. Y María Isabel Santos Caballero y su hijo, Juan Pablo Escobar, nunca declararon haber percibido dicha comisión por la presentación de ambas partes. ¿Por qué? No sólo evadieron impuestos. Participaron de una clara maniobra de lavado de activos.
El de Serna es otro caso típico de lavado: le vendió propiedades a Piedrahita y dice que éste le pagó con otras que poseía en Colombia, pero nunca mostró depósitos bancarios que acrediten dónde está la plata en cuestión y tampoco trajo los títulos correspondientes que lo certifiquen como nuevo propietario. El comportamiento de esta gente es típico de lavadores. Todos dicen desconocer que Piedrahita se dedica al narcotráfico y lo definen como un respetado empresario ganadero de Colombia. El tema es que aparece en la Lista Clinton (Specially Designated Narcotics Traffickers o SDNT List, como se conoce a la lista negra de empresas y personas vinculadas al narcotráfico que emite el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos)".
La viuda sigue negando cualquier vinculación con el narcotráfico. Se considera una víctima de la persecución de la Justicia argentina: "Al cierre de este libro han transcurrido diez meses desde cuando anunciaron la acusación en contra nuestra. Durante este tiempo y como nunca lo había visto antes, mi hijo no ha podido ocultar su irritación. Incluso, su rostro ha cambiado. La gente sigue creyendo que tenemos millones de dólares, nada más alejado de la realidad. Me encuentro absolutamente sometida a la jurisdicción del Tribunal, mas no puedo dejar de reclamar que esta convocatoria se ha dispuesto a mi respecto por ser 'la viuda de…'".
Por Miguel Braillard.
Fotos: Enrique García Medina y álbum familiar gentileza Editorial Planeta.
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