"¡Buenas noches a todos!", saludó Oriana Sabatini (22) y el teatro Vorterix se alborotó con sólo escuchar su voz. Instantes después, y detrás de cuatro bailarinas que la esperaban formadas, surgió ella con una energía sensual y comenzó a cantar Love me down easy, el sencillo con el que –en abril del año pasado– dio el puntapié inicial de su carrera como solista.
Resuelta a dejar todo sobre el escenario, la veinteañera se agachó bailando hasta casi llegar al piso y luego giró ciento ochenta grados, para dar comienzo a una coreografía rápida y efervescente, haciendo delirar a las fans que coreaban el hit con los brazos en alto. En sus manos relucían celulares con linternas encendidas y pañuelos verdes a favor del aborto. Fue justamente uno de estos últimos el que Ori tomó entre sus manos y revoleó con emoción antes de que termine el tercer minuto de su show.
Después los covers, los cambios de look y las sorpresas se fueron sucediendo a una velocidad vertiginosa. La primera invitada en acompañarla fue Maia Reficco (18) –protagonista de la serie juvenil Kally's Mashup–, los segundos, MYA –Maxi Espíndola (23) y Agustín Bernasconi (21), sus compañeros en la tira Aliados– y la tercera, Candelaria Tinelli (27) –la hija de Marcelo, que el 7 de septiembre presentó Yo, su primera canción como solista–. Con todos ellos cantó y se divirtió.
Cuando se despidió de Lelé sólo quedaban tres piezas: Friends –el cover de Marshmello–, False start (su último tema) y Love me down easy, el hit que repitió para fervor de sus oyentes, que lo corearon de principio a fin. Después, las palmas y el agradecimiento. Ella, feliz, exclamó: "¡Gracias! Viví una noche inolvidable. Quiero agradecerles a todos los que me acompañaron en este sueño, a los que dejaron todo cantando y bailando cada canción conmigo, y a mi equipo, mi familia y mis amigos, por ayudarme a lograrlo. ¡Los amo a todos!".
Por Kari Araujo
Fotos: Fabián Mattiazzi
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