UNA MENTIRA DE NACIMIENTO
Fue en 1970 y lo bautizaron Luis Miguel Gallego Basteri en honor al torero Dominguín –el padre de Miguel Bosé–, que en realidad se llamaba Luis Miguel González Lucas. "Nació por cesárea y pesó 3.864 kilos", cuenta el doctor Charles F. Llenza, ginecólogo y obstetra, que asistió a su mamá en el parto. Los datos se desprenden de Luis Miguel, la historia (Aguilar, 2018), escrito por el periodista español Javier León Herrera, en el que también se inspira la exitosa serie de Netflix.
En el libro de 276 páginas, Herrera afirma que Luis Miguel nació el 18 y no el 19 de abril. "Toda su vida celebró su cumpleaños el día equivocado", dice. La polémica también se extiende a su lugar de nacimiento: no fue Veracruz, sino Puerto Rico.
"Resultaba complicado venderle a la opinión pública que 'El Sol de México' –un alias perfecto para la imagen y el producto que se quería lanzar– en realidad había nacido en Puerto Rico. El niño tenía que ser y parecer mexicano", explica el periodista.
La mentira, ideada por su padre, Luis Rey, requirió de un entrenamiento vocal para que Micky afianzara el acento mexicano antes de su debut televisivo.
MAMÁ, EL MISTERIO DE SU VIDA
"El periodista pregunta: 'Si fuese víspera de Navidad, ¿qué le pedirías a Papá Noel?'. El cantante responde rápido, tajante y contundente: 'Volver a ver a mi madre'".
Hija de Sergio y Vanda Tarrozzo, Marcela Basteri nació el 10 de diciembre de 1946 en la provincia italiana de Massa-Carrara. Al cumplir un año, su madre la internó en un orfanato, donde permaneció bajo el cuidado de las monjas durante una década.
A fines de 1957 logró viajar a la Argentina a reencontrarse con su papá, Sergio, a quien no conocía. Su historia de amor con Luisito Rey comenzó en Mar del Plata en el verano de 1965 y duró veinte años. Las diferencias con respecto a la crianza de Luismi y las acusaciones de infidelidad minaron la relación.
La última vez que se la vio fue en agosto de 1986, y desde entonces se tejieron todo tipo de conjeturas en torno a su desaparición: que se había fugado con un hombre vinculado a la mafia italiana, que había formado otra familia –y su nueva pareja le imponía no volver a saber de sus hijos–, que estaría internada en un neuropsiquiátrico por depresión y hasta que podría haber sido asesinada. Se dice que el Rey Sol, desanimado por el silencio y las mentiras de su padre, envió detectives privados a recorrer el Viejo Continente y hasta solicitó la ayuda de Interpol. Pero de su madre, ni rastros.
UNA INFANCIA CON EXCESOS
Quienes estuvieron en el entorno de Luis Miguel durante la década del '80 aseguran que su padre le imponía una disciplina agotadora y una cantidad de exigencias al borde de lo inhumano.
"Para mejorar el rendimiento de su hijo, Luis Rey recurrió más de una vez a las drogas", asegura Javier León Herrera. En sintonía con lo expuesto en el libro, el quinto episodio de Luis Miguel, la serie (Netflix) revela que, para cumplir con sus obligaciones laborales, Micky fue forzado a consumir (al menos) efedrina.
En las escenas se ve a un niño cansado, que intenta memorizar el guión de su primera película (Ya nunca más), al tiempo que debe seguir con los shows por las noches. El desenlace: desmayos en pleno set de grabación.
La educación del chico también fue complicada, por el ritmo de vida casi nómade que llevaba su familia. El abandono de los estudios –uno de los fuertes ejes de discusión entre sus padres– fue directamente proporcional al éxito.
PAPÁ, LA ESTAFA DE SU VIDA
Luis Rey nació en Cádiz el 28 de junio de 1945. Desde pequeño mostró aptitudes para cantar y tocar la guitarra, pero su mal genio y sus vicios le jugaron en contra. Cuando descubrió que podía vivir del talento de su hijo, se aferró a él como a un diamante en bruto. Todo un estafador, Luisito no tributaba en México el dinero como debía.
"Lo evadía. El destino principal era Suiza", reveló el autor de Luis Miguel, la historia. Casi deja a su primogénito en la ruina, llegando a arriesgarlo con ir a prisión.
De ello dio testimonio Andrés García, actor mexicano y allegado a la familia Gallego, en una entrevista con el programa Ventaneando. "(Luis Rey) dejó a Micky sin ningún centavo cuando (ya) había ganado millones y se suponía que era mitad y mitad. Lo dejó sin nada".
Por eso, ni bien cumplió la mayoría de edad en 1988, Luismi le puso punto final a la relación profesional con su padre. El momento coincidió con la aparición en su vida del empresario argentino y representante de artistas Hugo López que por entonces trabajaba como cabeza de Televisa Argentina. López se convirtió en su confidente, su salvador, "su segundo padre".
MUCHOS AMORES, UNA SOLEDAD
"¿Novias? Mi carrera no me permite mantener relaciones estables. Yo dedico el cien por cien de mi vida al canto. Ninguna mujer aceptaría vivir la vida que hago y que me hace sentir muchas veces en soledad. Yo vivo al día y aprendiendo", confiaba Luismi al diario La Nación en 1993.
Aunque siempre le dio prioridad a su carrera, Micky tuvo varios romances. El primero con la fotógrafa Mariana Yazbek, que le llevaba siete años. Se conocieron mientras filmaban el videoclip de Cuando calienta el sol (1988) y duraron poco más de un año.
En 1995 conoció a la cubana Daisy Fuentes. Ella conducía un programa en MTV; lo entrevistó y fue un flechazo. Con algunos impasses, fueron pareja hasta 1998.
Dos años después dio comienzo a su relación con la cantante norteamericana Mariah Carey, que finalizó en 2001. Finalmente, en 2005 conoció a la mexicana Aracely Arámbula, con quien se casó y tuvo dos hijos, Miguelito (2007) y Daniel (2008).
El año en que nació su primogénito, Lusimi debió someterse a una prueba de ADN y reconocer a Michelle Salas (fruto de un affaire con Stephanie Salas, sobrina de Alejandra Guzmán), que ya promediaba los 18 años. En la actualidad se lo vincula con su corista, Mollie Gould. "He amado, sí. Pero a esta altura de mi vida creo que mi gran amor fue mi profesión", admitió.
El año en que nació su primogénito, Lusimi debió someterse a una prueba de ADN y reconocer a Michelle Salas (fruto de un affaire con Stephanie Salas, sobrina de Alejandra Guzmán), que ya promediaba los 18 años. En la actualidad se lo vincula con su corista, Mollie Gould. "He amado, sí. Pero a esta altura de mi vida creo que mi gran amor fue mi profesión", admitió.
SOY LUIS MIGUEL
"Para llegar a la cima, uno tiene que hacer muchos sacrificios. Y cuando llegas te das cuenta de que es un lugar solitario", asegura la voz de Diego Boneta, el actor que interpreta al cantante en la serie de Netflix.
Hasta que se estrenó el pasado 22 de abril, poco se sabía del Rey Sol, tan celoso de su intimidad. Hoy, sólo mantiene una relación esporádica con su hermano Alejandro. Hace años cortó vínculos con Sergio, radicado en México y criado por quien fuera su asistente personal, el doctor Mario Octavio Fonseca ("el doc" en la serie). Sergio está graduado en Artes Visuales por la Universidad de Guadalajara "y se mantiene como puede, con tareas de fotógrafo y chef", según un vecino.
Los medios concentrados en Luismi –quien debió suspender numerosos shows por "problemas de salud"–, hablan de sus cirugías estéticas, los varios implantes capilares, sus fobias (principalmente la social) y hasta de una operación bucal para unir sus dientes.
Por estos días, debido a la repercusión de la tira (transmitida en España, México y Latinoamérica por Netflix y en Estados Unidos por Telemundo), los especialistas apuestan a que El Sol vuelva a salir.
Por Flor Illbele.
Fotos: Archivo Atlántida y ñibro Luis Miguel, la historia (Aguilar, 2018).
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