¡Exclusivo! Mario Kempes: "Un Mundial no lo gana el mejor Seleccionado, lo gana el mejor equipo"

Fue uno de los grandes artífices de la Copa obtenida por Argentina el domingo 25 de junio del ‘78. Pero no sólo eso: además recibió el Botín de Oro como goleador y el Balón como mejor jugador, y convirtió dos tantos en la final con Holanda. “Cumplí un par de sueños del pibe”, admite Mario Kempes, que participó en tres Mundiales y a los 63 años vive en Estados Unidos, con su segunda mujer, tiene seis hijos y cinco nietos y comenta fútbol para ESPN.

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Mario Kempes, campeón, botín de oro y goleador del Mundial ’78.
Mario Kempes, campeón, botín de oro y goleador del Mundial ’78.

–40 años pasaron, nada menos… ¿Dónde empezó y terminó usted aquel glorioso domingo 25 de junio de 1978, Kempes?

–Amanecí tempranito, como todos los días, en las instalaciones de la Fundación Natalio Salvatori, de José C. Paz, donde concentrábamos. Como me sumé al final, ya que llegaba del exterior, me alojaron solo en la última habitación de la casa principal. Separado del Pitón Ardiles y Ricardo Villa por una cortina de tela, no existían las comodidades de hoy, jajá. Desayuné un café, y así comenzó a avanzar la mañana. Almorzamos y partimos al Monumental. Masajes, calentamiento, nada de reconocimiento de cancha. Hasta que saltamos al pasto yyyy…

(estira la frase el entrevistado, consciente de que el "y" incluye una serie de acontecimientos futbolísticamente históricos dificilísimos de repetir: la obtención de la Copa, para su equipo, y del Botín de Oro, por goleador, y el Balón de Oro, por mejor jugador, para él, Mario Alberto Kempes –63, nacido el 15 de julio de 1954; cordobés de Bell Ville; siete títulos; 43 tantos en el Seleccionado Nacional, 591 en clubes; tres participaciones en Mundiales: Alemania Federal '74, Argentina '78 y España '82–).

–¿Tan complicado es?

–Seguro. Y lo del Botín y el Balón juntos pocas veces se dio, ¿cierto?

–Verdad, en tres oportunidades. Con Garrincha, de Brasil, en 1962, con Paolo Rossi, de Italia, en 1982 y con usted… ¿Y cuán complicado es conseguir un Mundial?
–Durante Uruguay, en el '30 habíamos perdido la final. Argentina '78 fue la primera Copa de Oro que obtuvimos. Es muy difícil conseguir un Mundial. Aunque todavía algunos quieran ensuciar aquel logro…

Mario Kempes
Mario Kempes

–¿Lo menciona porque se consiguió en épocas de un gobierno de facto?

–Sí, y lo hemos hablado a lo largo de una nota anterior que me hiciste: nosotros fuimos a jugar al fútbol en una sede elegida en 1974, antes de que cayera la democracia. Recién conocimos la gravedad de lo que sucedió en el Proceso después de difundirse los detalles tras la Guerra de Malvinas, en el '82. Claro que fue un momento desagradable en el país, pero nosotros no sabíamos ni medio. A los que tildan de arreglado el 6-0 contra Perú, por ejemplo, les recuerdo que aunque ellos venían desahuciados en la segunda fase, entre los 15 y 20 minutos clavaron dos tiros en el palo que nos cargaron el alma de escalofrío. Igual, ya no me molestan esos comentarios, ni siquiera me preocupan. Algunos argentinos de mente bastante cortita olvidan que hicimos las cosas bien, nos encerramos y mentalizamos a lo largo de cuarenta días, y teníamos el hambre necesario para pelear por el campeonato. Hambre que nos faltó en 1982.

Un Mundial no es una liga, una copa común…  resulta muy jodido ganarlo, porque no lo gana el mejor Seleccionado, lo gana el mejor equipo

–¿Qué es ganar un Mundial para los argentinos?

–Algo fuerte. Preguntáselo a la gente, preguntales a los chicos que juegan ahora. Un Mundial no es una liga, una copa común… Un Mundial es un Mundial, y resulta muy jodido ganarlo, porque no lo gana el mejor Seleccionado, lo gana el mejor equipo. Y un equipo se arma con compañerismo (no hablo de amistad, una amistad no puede establecerse en tres meses) entre personas de distintos caracteres y orígenes, con respeto general, con amor propio, yendo en una misma dirección, sin egoísmos, sin una división de titulares y suplentes. ¿Sabías que Lito Bottaniz, quien había quedado afuera de la lista de 22 junto a un jovencísimo Diego Armando Maradona y al cordobés Humberto Mario Bravo, concentró como uno más y nos acompañó?

–Ahora cuéntenos qué es ganar un Mundial para alguien que nunca ganó.

–Como protagonista puedo recordar que, cuando me llamaron y convocaron al Valencia de España, sentí una ilusión enorme, ya que no solía elegirse a los que competíamos afuera, al revés que ahora. Obtener el puesto luego de que el Flaco Menotti me anticipara que debía pelear por él, avanzar rueda a rueda y vencer a Holanda en el alargue de la definición, lo sueñan tantos…

Mario Kempes en el Mundial ’78 durante la final contra Holanda. (Foto Archivo GENTE)
Mario Kempes en el Mundial ’78 durante la final contra Holanda. (Foto Archivo GENTE)

–Perdón, no sólo eso: si le consultáramos a cualquier argentino futbolero cuál fue o sería su gran sueño del pibe, respondería: "Meter el gol que nos dé un Mundial, como Mario Kempes y Jorge Burruchaga". ¿Es consciente de ello?

–Bueno, entonces yo cumplí un par de sueños del pibe, porque convertí dos goles en la final, jajá, junto con el 3-1 de Daniel (Bertoni). Calculá que en 21 Mundiales habrán participado algo menos de diez mil jugadores, y a pocos nos tocó semejante privilegio.

–… No nos contó dónde terminó usted aquel glorioso 25 de junio de hace cuatro décadas, Mario…

–Mirá, más que comentarte dónde lo terminé, voy a sorprenderte: ese domingo, debido al alboroto de alegría que se armó dentro de la cancha cuando pitó el árbitro italiano Sergio Gonella y como consecuencia del ingreso del público, el equipo completo no logró dar la vuelta olímpica y ¡yo no pude tocar ni levantar la Copa!
–¡¡¡Epa!!! ¿Y cuándo lo hizo?
–Ufff, en medio de una entrevista que me hizo la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) allá por el '98… Fui de los últimos que la tocaron.
–¿Y?
–La sentí más pesada de lo que imaginaba, y más linda de lo que la recordaba.

Soy leyenda

13 Jun 1982 (Foto Steve Powell/Allsport)
13 Jun 1982 (Foto Steve Powell/Allsport)

Mario festejando con Leopoldo Luque y en su hogar estadounidense de Bristol, Hartford, Connecticut, donde reside desde hace casi tres lustros (cuando lo contrató Entertainment and Sports Programming Network), mostrando el Botín y el Balón de Oro que obtuvo en 1978. "Es lo único que guardo de mi carrera. Siempre fui desprendido. No sé si una de mis hijas conserva una camiseta del Mundial y otra de cuando jugaba en Valencia, pero tendría que confirmarlo", ríe el papá de Mario José, Magalí, Arianne, Natasha, Nicole y Alberto, que en realidad es hijo de Julia, la segunda mujer de Kempes, con quien comparte los días desde hace diecinueve años. El plano familiar lo completan cinco nietos: Marito, Verónica, Luna, Max y Mateo.

"Es lindo cuando se ponen a ver mis goles en Internet", disfruta quien ya cuenta con un estadio bautizado con su nombre, el Olímpico de Córdoba (arriba, derecha), y el 29 de junio viajará a Rusia para comentar lo que resta del Mundial junto a 74 compañeros de ESPN.

Por Leonardo Ibáñez.
Fotos: ESPN y Archivo Editorial Atlántida.

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