"Desde el año pasado empezamos a desear un hijo, pero primero queríamos independizarnos. Porque Sofía vive con su papá y yo con Cecilia, mi mamá, en una propiedad de mi hermana Tamara. Ahora estamos tratando de focalizarnos en tener nuestro propio hogar", cuenta Felipe Pettinato (24).
A su lado asiente su novia, Sofía Colasante (22), embarazada de cuatro meses y tres semanas. De novios desde hace cinco años, la relación comenzó en las redes. "Cuando me likeó una foto de Instagram le empecé a hablar, porque me impactó su nariz… Después de unas semanas de chatear, la invité a tomar algo al shopping. Fue el 29 de julio del 2013. Me acuerdo que ese día la llevó su papá, y que fue con dos amigas como guardaespaldas. Fue todo muy naif: jugamos en Neverland y tomamos un café en Starbucks. Ese día nos dimos nuestro primer beso en la boca y nunca más nos separamos", rememora Felipe mientras acaricia la panza de Sofía.
–¿Cómo cayó la noticia en sus familias?
F: A la primera persona que se lo contamos fue a Tamara, a quien llamamos a las cuatro de la mañana y no se lo creyó. Mis padres al principio también se sorprendieron… Nosotros nos quedamos en casa de mi mamá durante el verano. Cuando volvió encontró todo muy desordenado y se puso a protestar. Para calmarla le dijimos que iba a ser abuela. En cambio a Roberto, mi papá, le hicimos una videollamada, porque estaba de gira. Se sorprendió y dijo que él se va a ocupar de que el bebé tenga enfermera y niñera.
S: Después fui sola a contárselo a mi papá, porque Felipe tenía miedo de que lo matara. Pero lo tomó muy bien. Ahora, desde que estoy embarazada, se ocupa de cerrar los shows que Feli hace como Michael Jackson. Mientras tanto, yo estoy empezando un emprendimiento de pastelería, porque todos están preocupados de qué y cómo vamos a vivir.
F: Antes yo no tenía motivación. Lo que ganaba lo invertía en parecerme más al Rey del Pop. Ahora todo será para el bebé.
–¿En qué consisten los shows que hacés?
F: Canto y bailo con un grupo de bailarines e interpreto a Michael. Hago un espectáculo muy completo. Mi pasión por la actuación comenzó a los 14 años, cuando conduje un programa de bandas musicales. Me empezaron a llamar para hacer presencias en el 2010, cuando participé del ciclo televisivo que hacía mi padre, Un mundo perfecto. Allí interpretaba a Osvaldito, un cazador de autógrafos que perseguía a los famosos. Pero ahora con Jackson tengo entidad propia.
–¿Cuándo empezó tu obsesión por parecerte al ídolo?
F: Después de su muerte empecé a transmutarme. Me pedían que bailara como él y me llamaban para trabajar. Me operé la nariz siete veces, me retoqué el mentón, me hice tratamientos con ácido hialurónico, dormía con cintas scotch en la nariz para afinarla más, me tatué las cejas con micro pigmentación y me empecé a cuidar la boca con Gustavo Vernazza, porque quería tener la sonrisa del cantante. Pero no conozco el bótox… El resto es puro maquillaje. Para que no me siguiera operando, mi papá intentó regalarme un departamento, pero yo prefería seguir con mi objetivo de parecerme a Michael.
Hoy peso 54 y estoy mejor. Muchas veces, los medios inventaron cosas sobre mi salud
–¿El año pasado estuviste internado?
F: Sí. Trabajaba en la Rock&Pop. Alberto Cormillot hacía una columna en el programa. Un día me vio muy flaco, porque tomaba suplementos alimentarios y sólo pesaba 47 kilos. Me ofreció un tratamiento para ordenarme en la comida. Hoy peso 54 y estoy mejor. Muchas veces, los medios inventaron cosas sobre mi salud. Es cierto que padezco trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Desde que me enteré, estoy luchando para que el tema tenga un encuadre mediante una ley del Congreso.
Si el bebé llora mucho durante el día, tendré que usar tapones para los oídos,explica Felipe
–¿Cómo se ven en el rol de padres?
S: Aunque Felipe necesita atención todo el tiempo, nuestro hijo va a ser prioridad y eso lo sabemos los dos.
F: Yo voy a estar un poco ausente, porque tengo que ganar plata para que a mi hijo no le falte nada. Si el bebé llora mucho durante el día, tendré que usar tapones para los oídos… Pero a la noche me voy a encargar de cuidarlo, porque sufro de insomnio.
S:Yo fui niñera durante mucho tiempo; por eso sé cambiar pañales, preparar una mamadera… Tengo buena relación con los chicos.
–¿Ya saben el sexo?
F: Hay un 60 por ciento de que sea nena. Antes de que Sofía se hiciera las ecografías, se me apareció una entidad y me dijo que iba a ser padre de una hija. Aunque tenemos fecha para el 11 de septiembre, aún no elegimos el nombre. Quizás esperemos a que crezca para que se ponga el que le guste…
S: En mis anteriores ecografías no se mostró mucho; por eso, los médicos me decían que podía ser mujer.
F: Le podríamos poner Tita Pettinato, así Tita y Rhodesia ponen plata.
–¿Tuviste antojos?
S: Sí, al principio por helado de pistacho, y después por papas fritas.
–¿Vas a presenciar el parto, Felipe?
F: Sí, aunque tengo miedo de no resistir. Lo que sé es que vamos a poner música de Michael Jackson… Y después me voy a comer la placenta, porque es muy nutritiva.
–¿Sueñan con formar una familia numerosa, como la que armó tu papá?
–Sí, siempre fantaseamos con tener dos o tres hijos, para que no queden solos el día de mañana
Por Pablo Procopio.
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