Se casa la hija del Diez, pero… ¿dónde?", se preguntaban los medios el viernes 23 de marzo. La información había trascendido la noche anterior y el hecho era inminente. Restaba confirmar un dato: el lugar. Había móviles de televisión en el departamento de soltera de Claudia Villafañe (Segurola y Habana 4310); en la subsede de la Comuna 11 de Devoto, donde la futura novia vivió toda su vida; y en Saavedra, barrio en el que hasta hace poco residía su pareja, el economista y ex compañero de la secundaria del colegio Saint Edward's, Andrés Caldarelli (31).
El reloj todavía no había marcado las 9.30 am y el tema acaparaba las pantallas de todos los noticieros y programas de radio y tevé. Hasta ahí parecía un juego: como un gato persigue a un ratón, los periodistas corríamos detrás de Dalma Maradona (30). Tanto corrimos, que al final la encontramos. Aunque no de la manera en que nos hubiera gustado.
"No iba a hablar de nada hoy, pero siempre lo logran", disparó la aún futura esposa a través de su cuenta de Twitter. Y siguió: "Es una falta de respeto mostrar dónde viven mis suegros. ¡Déjenlos en paz! No son famosos ni tienen por qué soportar que les toquen el timbre sin parar desde las siete de la mañana". Por la misma vía, su hermana Gianinna (28) la consolaba: "Apagá la tele, ponete música bien fuerte y no le expliques nada a nadie. Es tu vida, tu momento. Respetate vos".
La incertidumbre que se barajaba desde temprano se disipó pasadas las 10.30, cuando el periodista Angel de Brito brindó los detalles del Civil, hasta ese momento guardados bajo siete llaves. "Se casa a las 18 en el SUM de las torres Alrío, en Vicente López. Va a ser una ceremonia íntima; habrá entre 80 y 100 personas. Va a ir el juez de Paz al lugar", anticipaba con un móvil ubicado en la puerta del complejo, sobre la calle Juan Carlos Cruz 100 que, en pocos minutos, se llenó de fotógrafos y cámaras de tevé. Aunque no sirvió de mucho…
TOP SECRET. Estratégica, el día de su Civil la hija del ex futbolista esquivó a la prensa con la misma habilidad con que su padre eludía a sus rivales en la cancha. A pesar de que el ingreso al complejo se hacía por una sola puerta, no hubo forma de encontrarla. En medio de los preparativos (con camiones que descargaban desde sillas blancas hasta barriles de cerveza artesanal), Dalma volvió a dar señales de vida a través de las redes sociales.
"Tantos mensajes lindos de parte de todos ustedes, con tanto amor. Por eso quiero compartirles mi felicidad: ¡ya estamos legalmente casados!", tuiteó pasadas las 17, junto a una imagen donde se veía la libreta roja. Según pudo saber GENTE, todo el trámite se hizo "bajo absoluta confidencialidad y reserva".
En vez de casarse en uno de los quince Registros Civiles de la Ciudad de Buenos Aires, los novios optaron por un casamiento a domicilio (disponible a partir de 2015 gracias a la reforma del Código Civil y Comercial), cuyo costo es de 6.800 pesos. A diferencia de lo que puede llegar a ser la gran fiesta del 31 (a la que asistirán Jey Mammon, Malena Guinzburg, Jimena Barón, Sergio Goycochea, Angel Di María y jugadores del plantel de Boca Juniors, entre otros), la mayoría de los invitados eran jóvenes y hubo muy pocas caras conocidas.
El Diez estuvo ausente con aviso, pero según contó Dalma, llegará desde Dubai (donde es entrenador técnico de Al Fujairah) el próximo 30 de marzo. "Lo extrañé con toda mi alma. En la ceremonia me lloré todo; después, bailamos a morir", contó en Intrusos.
SIGA EL BAILE, SIGA EL BAILE... Aunque el domingo 25 estaba eximida de ir al ciclo radial Un chino (FM Blue 100.7), que conduce junto a Martín Reich, Santiago Maratea y Alejo Pérez Zarlenga, la actriz no quiso ausentarse de la sexta emisión del programa donde, como no podía ser de otra manera, relató el festejo del viernes.
"Después del casamiento fuimos a bailar a Jet. Fue la peor decisión que tomamos, porque a los 20 minutos le dije a mi novio, perdón, a mi marido: 'Yo me voy. Si querés quedate con tus amigos. No tengo problema; pero me voy, porque no aguanto más'. No puedo ir más al boliche. No tengo nada que hacer ahí. La paso mal. Me agarra sueño. Hay gente joven, demasiado joven… Todos con el telefonito sacándote fotos. ¡Lo padezco!".
Y, entre risas, cerró: "Salió todo increíble. Aprovecho para agradecerle a mi sobrino Benjamín, que me prestó sus zapatillas. Pensé que iba a aguantar los zapatos, pero no". Sin dudas, una de las tantas anécdotas que le dejará su boda (la boda del año) y que atesorará para siempre en su corazón.
Por Flor Illbele.
Fotos: Francisco Trombetta, Maxi Vernazza, Julio César Ruíz, Enrique García Medina, Twitter e Instagram.
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