Soledad Acuña y Felipe Miguel: "Estamos realizando el mayor cambio en la educación de los últimos 50 años"

La Ministra de Educación y el jefe de Gabinete muestran con orgullo los 340 mil libros de texto que la Ciudad repartirá gratuitamente entre sus alumnos. Además, hablan del irreversible impacto de la tecnología, cuentan cómo serán las secundarias del futuro y explican la nueva medida que planea mitigar las tomas de escuelas.

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La ministra de Educación Soledad
La ministra de Educación Soledad Acuña y el jefe de gabinete Felipe Miguel. (Foto: Diego Soldini/GENTE)

"Los chicos que entran ahora en el Jardín terminan su educación obligatoria en el 2030", dice invitando a la reflexión Soledad Acuña (42), ministra de Educación porteña, madre de un varón de nueve años, que en las reuniones de padres "trata de no hablar, para no incomodar a la maestra".

A su lado, en el Centro de Distribución del Gobierno de la Ciudad, está Felipe Miguel (45), jefe de Gabinete, padre de cuatro hijos de entre cinco y diecisiete años. Ambos, rodeados por los 340 mil libros de texto que el 1º de marzo conocerán a sus jóvenes dueños en 472 escuelas primarias de la CABA.

"Es un placer saber que van a tener las herramientas para aprender, respetando la identidad de cada escuela", dice Acuña. "Los supervisores de los distritos escolares y los directivos eligieron los textos de una lista preseleccionada, según el perfil de cada establecimiento".

La ministra de Educación Soledad
La ministra de Educación Soledad Acuña. (Foto: Diego Soldini/GENTE)

–Además de los libros, otra cosa que gana presencia en las aulas es la tecnología.
Miguel: Es por eso que hace unos días ampliamos la red de fibra óptica de la Ciudad. Pasamos de 200 a 635 kilómetros, y de 1G a 10G de banda ancha, para lograr una velocidad dinámica.
Acuña: Estamos preparando a los chicos para un mundo en permanente cambio, y les damos las herramientas que van a necesitar. Ya en sala de cinco tienen un atelier digital con tablets, proyectores y equipos de sonido; luego, en primer grado, cada uno recibe una notebook, que se vuelve parte del proceso de enseñanza; y en la secundaria tienen Pensamiento Computacional y Programación. Aparte, las Secundarias del Futuro (hoy son 19 sobre las 156 de la Ciudad) en cada aula tienen notebooks, computadoras, impresoras 3D y pantallas digitales en las salas informáticas.
M: Con Horacio (Rodríguez Larreta) y Soledad estamos impulsando el mayor cambio educativo de los últimos cincuenta años.

–¿Lo acompaña alguna infraestructura en especial?
A: Sí. Estamos construyendo 52 secundarias tecnológicas. Tienen aulas flexibles, con más aprovechamiento de la energía y la luz. En ellas, todos los espacios están pensados para aprender y favorecer el trabajo colaborativo. Además, van a permitir que todas las áreas se vinculen sin segmentaciones entre sí.

El jefe de gabinete Felipe
El jefe de gabinete Felipe Miguel. (Foto: Diego Soldini/GENTE)

–¿La idea es que, por ejemplo, un chico o chica de primer año estudie con alguien de tercero?
A: Es un modelo de flexibilidad al que vamos a llegar, pero hoy estamos unificando trece asignaturas separadas en áreas de conocimiento. Ya no estamos dando información del tipo "los ríos de Europa" –porque los chicos hoy acceden a eso a través del celular–, sino trabajando a partir de la resolución de problemas. Los países a los que nos queremos parecer –Chile, Finlandia, Estados Unidos, Francia, España– están procediendo así.

Aulas flexibles y con tecnología
Aulas flexibles y con tecnología (Foto: Diego Soldini/GENTE)

–¿No les preocupa que se abra una brecha entre la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país?
M: No. Cuanto más avancemos, más vamos a ayudar a que el país avance. Eso sólo se puede lograr empujando y levantando la vara.
A: Además, la Ciudad siempre fue un faro para la Argentina. Así como buscamos que todos los chicos aprendan inglés, y hoy tienen ese idioma obligatorio de primero a séptimo grado, ahora queremos que tengan educación digital y sepan programación desde sala de cinco. Es una herramienta que las grandes empresas nos dicen que falta… Hoy, en todo hay un lenguaje de programación detrás: en la música, el cine, la TV, las empresas, los teléfonos… ¡hasta en los hogares! Queremos que los estudiantes, el día de mañana, puedan construir tecnología. Que sean creadores.

–Para todo esto, imagino que la educación de los docentes es fundamental…
M: Absolutamente. No vamos a tener los mejores alumnos si no trabajamos también en su capacitación y jerarquización.
A: En este momento hay cerca de quince mil maestros y maestras cursando la semana de capacitaciones masivas obligatorias.

La tecnología presente desde el
La tecnología presente desde el jardín de infantes. (Foto: Diego Soldini/GENTE)

–¿Ven al celular como un problema en las escuelas?
A: No, para nada. Consideramos que es una herramienta muy potente para enseñar. Hay que incorporarla inteligentemente. Sería ridículo negarla: el mundo está yendo a que todo pase por los teléfonos. La educación debe tener esa cabeza de futuro y visión. Lo que sí, obviamente, habilitamos a que cada escuela ponga límites a su uso, para que no se convierta en un factor de distracción.

–Los llevo a su pasado… ¿Cómo eran ustedes como alumnos?
A: Confieso que no era la más aplicada del grado. Era bastante revoltosa. Pero presidía el centro de estudiantes y me gustaban mucho las materias humanísticas y los deportes.
M: Yo también era revoltoso. Pero tuve la suerte de ir a un colegio que tenía un enorme amor por educar y ellos me ayudaron en esto de "educar al revoltoso". De hecho, hoy tenemos varios programas que apuntan a que los chicos con alguna dificultad puedan sortearla estando bien acompañados.

Los libros que serán distribuidos
Los libros que serán distribuidos entre los alumnos porteños. (Foto: Diego Soldini/GENTE)

–¿Cuántos días lectivos va a tener este 2018?
A: Queremos cumplir la Ley Nacional de Educación de 190 días. Por eso, las clases comienzan el 1º de marzo.

–¿Les molesta que en esta época se hable más de las paritarias que de la educación?
A: Refleja un poco lo que somos como sociedad. Nos gustaría que se discutan más los temas clave de la educación y no sólo los salariales, que son los que les interesan a los sindicatos.

–Hace unos días anunciaron un cambio en la política respecto de las tomas de escuelas: que los padres, en caso de no retirar a los alumnos, deberán hacerse cargo de los gastos si existe vandalismo. ¿Cómo surgió?
A: De la preocupación que Felipe y Horacio manifestaron acerca de que no podíamos quedarnos con que en septiembre, otra vez, íbamos a tener otra toma (siempre son en ese mes, con picos más altos en años electorales). A partir de no querer naturalizarlas, hicimos este reglamento, con pautas de acción.
M: Debe quedar claro que el derecho a la educación es invulnerable, y que las acciones tienen consecuencias.

–Y para conseguir que los padres lo entiendan, fueron a un punto que afecta mucho a los argentinos: el bolsillo…
A: Mirá, hay un antecedente: el del caso de las amenazas de bomba que realizaron menores de edad. Jueces federales convocaron a sus padres y les impusieron una multa por el costo total que tuvieron para el Estado los cortes de calle, la policía, la brigada antibombas, las horas de los docentes… Entonces, decimos que si hay daño al patrimonio, los responsables no podemos ser todos los vecinos, que con nuestros impuestos pagamos todos los años un costo millonario por vandalismo en las escuelas. Si no, que sean los padres que estuvieron a favor de la toma quienes paguen los daños que puedan producirse. Pero no es por lo material, sino por el mensaje que conlleva: el de hacerse cargo de las decisiones. Con esto también estamos tratando de educar.

–El año pasado las tomas se dieron, en parte, por el proyecto de que los alumnos tengan una experiencia laboral en quinto año. ¿Lo siguen sosteniendo?
A: Es una propuesta que nos entusiasma a nosotros, a los chicos y a los docentes. Tiene que ver con aprender desde la práctica, y con vincular la teoría al mundo real, tanto en el ámbito privado como en organizaciones sociales o gubernamentales.
M: Los chicos se están capacitando para el futuro. Y ésa es una herramienta para que salgan mejor preparados.
A: Nosotros pensamos en el futuro de los chicos. Hoy, lo único que pedimos es que vengan con ganas de aprender. El resto lo ponemos nosotros.

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