"Esto no puede ser todo", pensó Guillermo Pepe. En ese momento tenía 33 años y vivía en España donde, como buen emprendedor, había abierto cuatro restaurantes. Así y todo, algo no lo convencía: "No me veía haciendo eso toda la vida".
Esa crisis derivó en una charla con su padre, Guillermo Jorge, en la que compartieron inquietudes. Mientras que uno, licenciado en Economía Empresarial, buscaba una razón de ser para sus emprendimientos, al otro, médico, le preocupaba la realidad del cáncer de mama en Corrientes, su provincia natal.
"Papá me contó que se sentía frustrado, porque había muchas mujeres que recibían tarde su diagnóstico y no había vuelta atrás", relata. Las palabras y la angustia de su padre calaron hondo en el hijo. Tan es así que, meses más tarde, decidió regresar a la Argentina. "Quería investigar qué estaba pasando en el país. Para mí, que soy emprendedor, los problemas son siempre un desafío e intento buscarles una solución", asegura.
Así fue como nació Mamotest, proyecto que, el pasado 22 de noviembre, le valió el premio de Samsung Innova, que consiste en 200 mil pesos, más un taller de coaching a cargo de Socialab.
–Contanos de qué se trata Mamotest.
–Es una red de tele-mamografía, que permite a las mujeres de todo el país acceder a un estudio para la detección temprana del cáncer de mama, de manera remota y a través de Internet, dondequiera que estén. Proponemos una solución integral, que abarque tecnología de última generación de la mano de médicos especialistas, campañas de concientización y legislación. El objetivo: disminuir las muertes, democratizando el acceso a un diagnóstico precoz.
–En la Argentina mueren de cáncer de mama entre 15 y 20 mujeres por día. ¿Cuál es la falencia?
–La principal es la baja calidad de los aparatos. Todavía se compran mamógrafos analógicos; para que te des una idea, en los Estados Unidos están prohibidos. Los 3D, en cambio, pueden encontrar hasta un 40 por ciento más de cáncer invasivo en etapa temprana. El tema es que sólo están en las mejores clínicas, lo mismo que los especialistas. Por otro lado, hacen falta campañas de concientización y legislación. En el Interior, por ejemplo, logramos que las mujeres tuvieran dos días libres para realizarse controles ginecológicos y mamografías.
DE TAL PALO… Hijo de médicos –mamá otorrinolaringóloga y papá especialista en diagnóstico mamario–, Pepe creció escuchando a sus padres hablar de los problemas de salud de sus pacientes. "Creo que parte de lo que me pasó en España, donde generaba dinero a partir del rubro gastronómico en un país del primer mundo, tiene que ver con esto. En el fondo sentía que me faltaba algo, porque no era el ejemplo que había tomado de casa".
Si bien no estudió la carrera de Medicina, en un punto es como si lo hubiera hecho. Guillermo habla acerca del cáncer de mama, expone cifras y se emociona con los logros alcanzados. "Mamotest ya funciona en cuatro provincias: Corrientes, Chaco, Jujuy y Misiones. Tenemos seis centros y, por año, llegamos a 40 mil mujeres con diagnóstico mamario de alta calidad. En los próximos diez meses queremos duplicar la cantidad de centros y llegar a cien mil mujeres. Apuntamos a zonas de bajos recursos y con densidad poblacional. También planeamos expandirnos hacia otros países de América latina como Perú, Paraguay, Chile y México", cuenta Pepe.
–¿Alguna vez te imaginaste que podías llegar tan lejos con una idea?
–(Risas) Siempre soñé en grande. De hecho, para lo que sueño, esto recién empieza. Pero creo que la solución no viene sólo de la mano de Mamotest, sino de la articulación de muchos otros actores. Mamotest demuestra que un modelo apoyado en la telemedicina es efectivo y eficiente. Además de salvar vidas, al detectar la enfermedad en etapa temprana le genera al Estado un ahorro en tratamientos, y también a las mujeres, que ya no necesitan viajar para obtener un diagnóstico.
–¿Y tus padres cómo recibieron tu premio?
–Muy emocionados. Mamá más que papá. En realidad, él también se conmovió, pero creo que realmente lo dimensionó cuando estuvimos en Chicago, en el Congreso Mundial de Diagnóstico por Imágenes (RSNA). Muchas personas venían a saludarnos y nos decían: "Qué increíble lo que están haciendo". Yo pensaba: "¡Y eso que recién comenzamos!".
Por Flor Illbele
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