Ya perdió la cuenta de las millas que lleva acumuladas. Dinamarca, República Dominicana, el Reino Unido, México, Brasil y Estados Unidos (donde desfiló en el New York Fashion Week, invitada por el diseñador Custo Barcelona) fueron algunos de los destinos que visitó en 2017 Stephanie Demner (26).
"Amo viajar. En media hora armo mi valija y estoy lista para un nuevo destino", asegura la modelo, quien suma más de medio millón de seguidores en Instagram y otros tantos en su canal de YouTube, recién llegada de Australia, donde participó del YouTube Pop-Up Space Sydney, un evento exclusivo para influencers del mundo motivado por el estreno de Thor Ragnarok, la nueva película de Marvel Studios.
"Recreamos una de las escenas de la peli con el vestuario original. En la alfombra roja conocí a Chris Hemsworth, a Mark Ruffalo y al director Taika Waititi. ¡Fue increíble!", cuenta la mannequin y revela: "Las redes sociales me salvaron la carrera, porque si bien trabajo desde los 14 y me va y me fue muy bien con el modelaje, nunca fui de las más altas y flacas. Cuando arranqué, mis compañeras de agencia medían 1,80 y pesaban –mojadas (exagera)– 40 kilos… A mí ni me saludaban, porque no era 'de alta costura'. Por ese entonces, ser modelo comercial no era tan común. De a poco fui haciéndome mi lugar, pero con el tiempo se tornó cada vez más difícil porque en los castings, como me venían viendo desde tan chica, ya no me contrataban".
Lo cierto es que, con la necesidad de reinventarse, decidió poner en práctica sus conocimientos universitarios de licenciada en Gestión de Medios y Entretenimiento en la UADE.
"Empecé a estudiar apenas terminé el secundario, porque no sabía cuánto más iba a durar el modelaje, que es una vida de cuento que puede terminar de cualquier manera. Hay mucha incertidumbre en el rubro, pero en las redes sociales entendí que me podía crear a mí misma y ya no dependía de un casting", cuenta la modelo, que comenzó subiendo fotos de sus looks.
"Siempre tuve buen feedback con mis seguidores. Genero mucha identificación, porque no soy la clásica modelo alta y flaquísima que entra en un irreal talle 24. Me cuido, pero no cuento calorías, y si estoy en un cumpleaños me como una porción de torta. Trato de guiar a las chicas para que lleven una vida sana, y chequeo con mi entrenador y mi nutricionista toda la información que subo, porque desde el momento que tenés tanta gente –y por sobre todo tantas nenas– mirando lo que hacés, debés tomarlo como una responsabilidad grande. Soy una mina re normal; me gusta mostrarme real y dar un buen mensaje", asegura Demner, que el año próximo planea abrir una escuela con cursos cortos de maquillaje, peinado, nutrición, estilismo, producción y modelaje.
"Ya no apunto a hacer tele, porque cuando lo intenté se me complicó con los viajes, y hasta que forme mi familia quiero recorrer el mundo… Si no lo hago ahora, ¿cuándo?".
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