Agustina Kämpfer habla de la "desordenada y hermosa" convivencia junto a su hijo Juan

Instalada en su casa de Recoleta junto a su bebé de sólo 15 días, la periodista "ensaya" su nueva vida de mamá

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Agustina y Agustín salen con
Agustina y Agustín salen con Juan del sanatorio. Foto: Francisco Trombetta

"Estoy por cumplir mi deseo más profundo", confesaba hace apenas unos días Agustina Kämpfer (36), panelista de Cortá por Lozano, que el viernes 20 de octubre a la una de la mañana se convirtió en madre de Juan Kämpfer Badaracco, mientras Agustín (37, chef argentino radicado en México con quien decidió "formar una familia de dos amigos que decidieron tener un hijo juntos con todo el amor") se convertía en padre.

Es decir, lo lograron de a dos. Y ese hermoso bebé de 3,300 kilos así lo demuestra. De la misma manera que lo reflejó su salida, de a tres, cuando madre, padre y bebé dejaron el sanatorio Finochietto a pura energía.

Agustina con Juan. Foto: álbum
Agustina con Juan. Foto: álbum personal A.K.
“Estamos aprendiendo un montón en esta convivencia hermosa, desordenada, nueva y maravillosa”

Fue cuando Agustín subió a Agustina y a Juan al auto blanco de ella, los ayudó a acomodarse en el asiento de atrás, arrancó y partieron rumbo al departamento de Recoleta de la periodista, quien le confesó el fin de semana a GENTE: "Llegar con Juan a casa fue como entrar a una vivienda nueva, como si hubiesen mudado mis cosas durante mi internación. ¡Fueron tantas sensaciones juntas…! Me acuerdo que lo miré a los ojos y le dije: 'Esta es tu casa y ahora la vamos a convertir en nuestro hogar. Espero que te guste'".

La periodista y su amiga,
La periodista y su amiga, la artista Ana Clara Soler, alimentando a sus hijos al aire libre, mientras intercambiaban consejos de crianza. Foto: álbum personal A.K.

Por supuesto, las novedades no fueron sólo para él, sino también para la mamá. Movilizada con las sensaciones de las primeras horas, Agustina contó: "Estamos aprendiendo un montón en esta convivencia hermosa, desordenada, nueva y maravillosa. Me parece increíble cómo un bebito se acerca a un pezón y pone todo lo que tiene que poner para aferrarse a la vida con una fuerza agotadora para un cuerpito con tan pocas horas de vida, pero igual esta ahí y nada lo va a detener. Pensar que alguna vez todos fuimos así. ¿Qué pasó después? ¿Por qué cambiamos tanto?".

Por Kari Araujo

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