El grito de "¡ambulancia!, ¡ambulancia!", se hizo eco en la cancha 1 del Hurlingham Club. Empezaron las corridas, mientras Facundo Pieres (31), número 3 de Ellerstina, permanecía tendido e inmóvil sobre el pasto. Acababa de caer y rodar con su yegua, Candy Kiss, a los 4 minutos y 21 segundos del quinto chukker.
A esa altura, el equipo de los Pieres perdía por un gol (8-9) frente a Alegría. Los hermanos Gonzalo (34) y Nicolás (26), además de Facundo –todos diez goles de hándicap– y el primo, Polito (31) –de nueve goles–, se sacaban chispas ante el conjunto integrado por Guillermo "Sapo" Caset, Hilario Ulloa, Facundo Solá y el canadiense Frederick Mannix (h).
Jugaban la final del 124º Abierto de Hurlingham, con tribunas colmadas y el presagio de una definición emotiva. Alegría salía a la cancha decidido a ganar por primera vez un torneo de la Triple Corona, después de haber destronado a La Dolfina.
Mientras que Ellerstina, campeón del año pasado, buscaba revalidar el título para llegar animado a Palermo. Todo aquello, en los planes… Hasta la caída de Facundo.
SUSTO EN LA LEWIS LACEY. Minutos antes de las seis de la tarde, con Facundo tendido, la gente se empieza a agolpar frente a los monitores de ESPN, para conocer detalles. Alrededor del jugador hay paramédicos y colaboradores de Ellerstina.
Las mujeres de los jugadores y sus hermanas lloran abrazadas. Unos minutos de zozobra hasta que alguien grita hacia el palenque: "¡Se movió, habló!".
Cecilia Rodríguez Piola, mamá del crack, pregunta por los documentos de su hijo. Agustina Wernicke, mujer del jugador desde hace tres años, sube a la ambulancia que lo llevará al sanatorio Los Arcos, de Palermo. Gonzalo Pieres (p) anima a sus hijos y termina de coordinar el traslado. La ambulancia parte después de siete minutos y los jugadores se preparan para volver a la cancha. Lucas James (31), casado con Cecilia Pieres (h), entra como suplente por su cuñado. Se ubica de 2 y Gonzalo pasa de 3.
"Nos asustamos mucho, porque Facu no se movía", cuenta Polito cuando el tablero de la Lewis Lacey marca el 16 a 14 definitivo a favor de Ellerstina, y el número 1 se había lucido en la remontada.
"Sabemos que éste es un deporte de riesgo. '¡Vamos por Facu!', dijimos cuando se despertó y volvimos a la cancha. Costó, porque es nuestro capitán y el mejor del equipo", asegura Polito cuando el palenque de Ellerstina es puro desahogo.
Entonces Mariano Aguerre (48), DT del equipo y marido de Tatiana Pieres (la mayor de los cinco hermanos), rememora: "Fui de los primeros en llegar. Le empecé a decir: 'Gordo, ¿estás bien? ¡Hablame!'. No contestaba. Tenía los ojos abiertos, blancos… Me asusté mucho. De pronto empezó a respirar. Después me apretó la mano. Movió las piernas y me dijo: 'Me duele todo'. Ahí me tranquilicé. Y les dije a los chicos: 'Esto se gana con el corazón. No hay estrategia'".
Gonza, el más experimentado del cuarteto y el primero en verlo "en una posición fea y como dormido", cuenta: "Lo más importante del día es que Facu se levantó en la cancha. Sólo así pudimos seguir el partido. Si no, no sé qué habría pasado".
Con la Ayrshire Cup en brazos, Nico apunta: "Le pusimos más huevo que nunca. Y este triunfo es para Facundo. Por suerte, entre chukker y chukker nos avisaban que estaba bien".
Según cuenta Cecilia (h), desde la ambulancia Agustina mandaba fotos del crack. "Sabía que iban perdiendo por un gol. Y pedía: 'Deciles a los chicos que estoy bien'", asegura la mujer de Lucas James.
"¡Qué yerno te echaste!", le gritan a Gonzalo Pieres (p) por Lucas, que tiene 7 goles de hándicap y supo bancar la parada."Entré con la cabeza fría. Traté de no cometer errores. Es un sueño haber jugado en Ellerstina. Todavía no caigo", asegura.
Y Santiago Lange –campeón olímpico en yachting–, que desde el año pasado coachea a los muchachos, agrega: "Estoy admirado. El equipo dio una demostración de espíritu deportivo impresionante".
Entonces, Mariano Aguerre resume: "Podría haber sido el peor día de la historia de Ellerstina, pero terminó con un gran festejo. Nunca se nos puede dar por muertos. Tenemos una organización tremenda. Y morimos con una bandera: el valor de la familia. ¡Claro que es un plus ganar juntos!".
Por Ana van Gelderen. Fotos: Fabián Mattiazzi e Instagram.
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