"No puedo tener tanta suerte… No puedo creerlo", sintió Lola Ibáñez Ocampo. Y pronto sus ojos color se humedecieron. Claro, llegó a Nueva York dos días antes para celebrar sus quince años –cumplidos el 11 de junio–, cuando, sentada en el Big tour que recorre Manhattan, cayó rendida ante cierta corazonada que le inspiraron una movida de rodaje frente al Central Park.
Entonces junto a su familia decidió descender previamente a lo planeado, y retroceder hasta el 1107 de Fifth Avenue. Ya allí, el primer comentario no la sorprendió: "¡Es Woody Allen! (81)". Sin embargo, otro posterior le cortó la respiración: "¿Y no trabaja Selena Gomez (25) en su última película…?". Pero casi no pudo reaccionar, porque una combi negra clavó los frenos delante suyo, bajó la multifacética artista y Lola pensó en la frase del inicio.
Lo que continuó fue la filmación de 37 segundos que requirió nueve repeticiones, a las órdenes del pequeño gigante Woody Allen acercándose a Selena y al actor Timothée Chalamet para reforzar detalles de una escena de lluvia artificial que se verá en su próximo filme, a estrenarse en 2108 y cuyo título, acaba de trascender, será A Rainy Day in New York.
Concluida la novena y última toma, Allen subió a un auto polarizado y partió raudo, al tiempo que Selena cruzaba la calle para saludar a sus admiradores (se juntaron varias decenas), y abandonaba la locación, protegida por un custodio, luego de sacarse cinco selfies.
"La seguí en la serie Los hechiceros de Waverly Place y en el cine. Fui a sus recitales en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, allá por 2011 y 2012. Me cautivó con la ficción 13 Reasons Why que produjo… Pensé que era más alta, pero mide dos centímetros menos que mi 1,67. ¡Quiero que se estrene ya la peli de Woody Allen que presencié!", lanzó la morocha porteña en medio de una ráfaga de palabras, antes de partir reiterando: "No puedo tener tanta suerte… No puedo creerlo", le contó Lola Ibáñez Ocampo a GENTE.
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