Más de treinta años de amistad y un vínculo que se afianza con el correr de los años. Los Giménez y los Castro saben de festejos. Y bien claro lo dejaron el jueves 19 de octubre. Verónica cumplía 65 años esa noche, mientras que Mecha Sarrabayrouse llegaba a los 54 –muy bien disimulados– el viernes 20. "Se los veía como en el living de una casa.
Pasaron cuatro horas contando anécdotas a carcajadas y la noche terminó con baile a toda orquesta. Resultó una celebración súper amena y distendida. Se nota que son familia y que se quieren de verdad", contaron testigos del doble festejo para veinte personas en el restaurante Cucina Paradiso, del chef Donato De Santis, en el barrio de Belgrano.
CON ACENTO ITALIANO. Verónica está instalada en la Argentina para disfrutar de las presentaciones tributo a Sandro que Cristian dará el 27 y 28 de octubre, en el Hotel Hilton de Buenos Aires.
La reina de las telenovelas llegó al restó de Castañeda al 1800 a eso de las nueve de la noche acompañada por su hijo menor Michel Castro y por su esposa Florencia Serrao –se casaron en febrero de este año–. La siguió Cristian, decidido a no separarse un segundo de su madre y alma mater del festejo hasta la llegada de Susana.
Mecha apareció junto a sus hijos, Manuel Celasco (22) y su novia, Constanza Sabra, y Lucía (23), sola y ya separada del gastronómico Joaquín Rozas. Además, estuvieron su pareja, Joe Miranda, su primo Manuel Sarraboyrouse y Patricio Giménez Aubert, hermano de Susana.
La diva de los teléfonos, en tanto, fue la última en llegar, porque venía de la entrega de los premios Kids' Choice Awards Argentina, donde había sido reconocida por su trayectoria.
Una vez acomodados en una gran mesa central dentro del restó cerrado para los comensales, los Giménez y los Castro se deleitaron con las delicias de Donato De Santis. De entrada disfrutaron de un antipasto bien pugliese compuesto por pulpo alla salentina, paté de conejo, burrata con caponata de berenjenas, grigliata de verduras, prosciutto y mortadela.
Como primer plato: tortelli di zucca alla manuovana o busiata con espárragos y crema de trufas. Para seguir con un segundo plato de saltimbocca alla romana con espinacas o pesca fresca con endivias grilladas y tomates quemados.
¿Postre? Variedad de cannoli Siciliani, tiramisú, pasticciotto leccese, torta caprese… Además, la torta de cumpleaños: una triple de chocolate con amarenas y trufas de chocolate.
Y el detalle es que, como suele hacer Susana cada vez que sale a comer afuera, se llevó su propio vino tinto: dos cajas de seis botellas de Montchenot quince años de Bodegas López.
¿Más? El mago Black le puso algunos trucos y sorpresa a la noche, cuando lo mejor estaba por venir. Porque la cosa no quedó en una simple comida, la fiesta se armó entre aperitivos italianos –sobretodo Aperol– y algo de Prosecco. El DJ Pomodoro (Fernando De Leo) pasó música italiana para que los invitados entren en clima.
Patricio aprovechó para entonar unos temas propios y darle el pie a Cristian, que dedicó más de uno de sus hitazos a su mamá. Pero como Mecha no pensaba quedarse sentada, empezó el baile cuando sonó Para que te vayas, del astro mexicano.
Y terminó con ronda y pogo al son del clásico Fiesta, de Raffaella Carrá. "¡Me encanta! ¡Me mueeeeeero!", exclamaba Susana mientras su hija disfrutaba de un nuevo cumpleaños y antes de que con Verónica soplaran las velas a dúo.
La noche empezó a apagarse a la 1.30 de la madrugada, cuando la diva de los teléfonos y la reina de las telenovelas brindaban una vez más… Ahora, por la amistad y por la familia. ¡Nada menos!
Por Ana van Gelderen. Fotos: Movilpress y Enrique García Medina
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