Durante la entrevista íntima que mantuvo con GENTE, Mica Tinelli (30) se refirió a las críticas y los prejuicios de la que, muchas veces, suele ser blanco. Y aclara que más allá de haber sido "foco de atención" durante tantos años, esa "popularidad heredada" (de su papá, Marcelo Tinelli), nunca fue un hecho "traumático". Y, que, finalmente se acostumbró a eso con "orgullo de ser la hija de…". Porque "en definitiva, todos somos hijos de".
Luego, sabe acomodar el prejuicio. "Podemos ser tomados de frívolos o mantenidos. Sabemos que por más independiente que seamos, siempre caerá ese peso. Sí, es verdad que muchas puertas pueden abrirse con más facilidad llevando mi apellido, pero tarde o temprano deberemos dar cuenta del mérito", explicó.
"Ser tinelli te coloca en la mira, te exige perfección en todo lo que hagas. Y con el tiempo entendés que la popularidad es un juego que hay que saber jugar. Por eso es reconfortante cuando alguien te conoce y se dan cuenta de que cada uno de nosotros realmente tiene sus propios proyectos, sus objetivos, sus medios, y no nos va mal", dijo.
Y respecto de si ser novata, exitosa y Tinelli, en la industria de la moda, le valió algún prejuicio, Mica respondió: "Nunca registré algún tipo de reacción por mi apellido. Pero siempre a alguno se le mueve el piso con lo nuevo. Al abrir hicimos ruido y puede que alguno se haya sentido incomodado: ´che, ojo con esto´", sostuvo.
"De todos modos, puede haber existido millones de rumores, y yo, en mi burbuja, nunca los registré… (risas). Papá me enseñó que las críticas, buenas o malas, no son más que ruido", señaló. "´Que nunca influencien tu camino´, me dijo alguna vez. Naturalmente no creo en la maldad de nadie y jamás me engancho con lo negativo. Es parte de mi personalidad. Un aspecto trabajado durante años. No digo que nada me rose, pero es una cuestión de decisión: ante cualquier conflicto yo elijo qué tomo y qué dejo pasar".
Mica asumió que esto último también se desprende de un trabajo personal. Y no sólo lo atribuye a la terapia formal sino también a su afición por "lo esotérico", ligado a su beta "más espiritual", según marcó. "Estoy convencida del poder de las energías que nos condicionan", dijo. "Creo mucho en la astrología, una herramienta que –complementaria a la terapia convencional– me permitió conocerme mejor, interpretarme, ser más consciente de mis defectos y mis virtudes".
Por redacción Gente.
Fotos: Gentileza Ginebra (By Sofía Hansen) y Maxi Didari.
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