En charla íntima con GENTE, Florencia Peña (44) contó por qué tomó la decisión de no volver a hablar sobre política. Había tocado fondo. Entre 2011 y 2012, al peso del "fracaso familiar" que le significó la separación de Mariano Otero, se sumó el estigma social por su manifiesta ideología y la "lacerante viralización" de un video íntimo, "tal vez, con cierta inteligencia", comenta.
"Me sentí muy sola. Llegué a pesar 46 kilos. El único trabajo que me habían ofrecido en mucho tiempo fue Bailando (ShowMatch, eltrece). Y aunque la pista era un campo minado, yo me excusaba ´¡Vamos Flor, vamos. Bailar te hace bien!´. Pero llegaba a casa y era otra. Juro que deseé morir", asegura. "Tanto que durante un tiempo tuve un acompañante terapéutico viviendo en casa. Tomaba Zoloft y Rivotril para poder salir a trabajar".
"Es entonces que hoy, cuando me corto los dedos por la desesperación de decir mi parecer respecto de la política, mi representante, mis productores teatrales, mi marido y mis hijos me tienen cortita: ´Florenciaaaa… no te olvides de aquellas épocas´, dicen de inmediato. Tampoco soy una kamikaze. Estoy entendiendo qué lugar ocupo y cómo usar el micrófono para hacer el bien sin generar tensión. Porque hablar de política en este momento es generar tensión", explica.
"Me costó volver a ser quien soy. Recuperar mi lugar. Porque el que alguna vez conseguí fue a fuerza de sudor. No soy una actriz de moda. Yo soy una actriz de trabajo".
No obstante, dejó entrever qué piensa respecto a la sorpresiva fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández. "En Argentina todo puede suceder. Un día, Mirtha, en su mesa, me dijo: ´Cristina es una cadáver político´. La miré y le respondí: ´¿Si?´. ´Seeeee….´, remató. Pasaron sólo seis meses", cuenta.
"Alberto Fernández me parece un cuadro político increíble. Representa lo mejor de Néstor. Estuvo muy presente y muy a su lado. Creo que es interesante que la gente lo escuche. Y lo que más me gusta de verlo junto a Cristina, es precisamente que él criticó muy duramente su gobierno. De hecho se apartó. Y lo que estamos necesitando hoy es la unidad en la diversidad. Dar lugar al disenso y poder armar una fórmula que amplíe, no que cierre, más pensamientos, más sectores y posibilidad. Lo que sucedió con el Kirchnerismo tal como lo vimos pertenece a otra etapa. Ahora debemos apostar a una nueva Argentina", dijo.
Y contestando al interrogante ¿Los actores deben hablar de su situación económica?, Peña fue muy clara:
"¿Y por qué no? El descontento social es general. Sabemos que este modelo económico sostenido en el tiempo nos desangrará.
Mamá es diabética y papá un paciente oncológico. Yo los veo esperar las entregas de sus medicamentos con desesperación. Los que antes eran gratis hoy hasta faltan. ¿Por qué no habría de contar este caso? Lo que sucede es que la gente tiene la fantasía de que los actores somos millonarios. Y la realidad es que cada vez los cachés son más bajos. Hay menos ficción, somos setenta mil y por ahí se necesitan diez. Muchos de mis colegas que dicen ´no llego a fin de mes´ lo hacen con intensión de remarcar ´si no puedo, imaginen qué pasa con los que menos tienen´. Es una manera de ver la Argentina sin mirarse el ombligo.
Yo realmente me siento una privilegiada y prefiero comunicarlo con humor: meterme en un súper chino y hablar sobre el precio de las galletitas en un video divertido. Lo visceral ya no genera empatía. Hoy en día hay que saber decir".
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