–¿Moria, tuviste alguna vez un romance o ganas de estar con una mujer?
–No, cero, ejerzo seducción en hombres y mujeres, pero no. Sé que soy un tótem de deseo, y además, medio hermafrodita, muy femenina, sensual, pero las mujeres nunca me acosaron. Aunque a mí me gusta el acoso como cortejo. El que me persigue me consigue. El acoso forma parte de la seducción para mí. Estoy hablando del acoso como cortejo, no tiene que ver con el psicópata que te persigue, eso no. Que alguien rompa tabúes y te quiera conocer me seduce. Sobre todo ese Mike, que era vicepresidente del Banco Nación, con el que tuve un romancete impresionante en el 2001.
–¿La edad te influye cuando decidís con qué hombre estar?
–No, para nada, me considero una mujer atemporal totalmente. Los que ven me dicen que cada vez estoy mejor, la piel, la cara, el cuerpo, "estás más flaca", me comentan, todo gracias a la medicina antiaging que estoy haciendo con mi doctor Rubén Mühlberger, en eso también fui una adelantada. ¿Viste lo bien que le hizo a Charly García?
–¿Cómo te definirías?
–Vivo relajada, no me creo nada. Nunca compré lo que vendí. Soy igual en todos lados, en el escenario y en la vida, genuina.
Por Miguel Braillard
Fotos: Fabián Uset
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