–¿Moria, te considerás una adelantada, una transgresora?
–Soy la reina trans, porque transgredo desde chica. Hice A la cama con Moria en el '91, un programa de hoy, que fue el primero que farandulizó la política, y Rita Turdero, "la pantera de Mataderos", cuando no existía la bailanta. Inauguré Playa Franka, oasis nudista en Mardel. Y en la tele, las primeras que nos dimos un beso fuimos Graciela Alfano y yo, veinte años después llegaron Britney Spears con Madonna. Ahora estoy haciendo el primer certamen de drag queens en Incorrectas, por América. Me considero la one porque yo nunca oculté nada de mi vida. Otras famosas lo guardaron bajo llave, pero no tuvieron en cuenta que se lo develaran los demás. Y no me gusta el calificativo de diva porque ellas son frías, inalcanzables para la gente.
–Con Mirtha Legrand tuviste serias diferencias.
–Síii, pero no somos enemigas, lo superamos. Tampoco amigas.
–¿Y Susana?
–Es como que no podés ser amigo de Susana. Ni siquiera lo intento, fuimos compañeras, pero no amigas. Puede ser que sea yo, pero siento que no hay reciprocidad. Yo he ido a su programa, le pedí que saliera en el mío y contestó que no podía, que estaba en Punta del Este planeando no sé qué y con los perros.
–¿Con Mirtha te pasó algo parecido cuando la convocaste para tus programas?
–No, porque nunca les pido nada a esa gente que siempre está tan ocupada.
–Con Marcelo Tinelli, ¿qué fue lo que pasó para que ya no estés en el jurado del Bailando?
–Me rogaron que estuviera y no quise, esa es la verdad. Crearon eso de que me habían ninguneado, pero la verdad, no fue así. Al contrario, me llaman constantemente. La última vez, les dije que no porque ya había entrado a Cien días para enamorarse. En este momento, es una silla que no anhelo ni nunca anhelé. Me quedaba ahí porque era cómodo. Yo les armaba un show, ellos son divinos, la pasé brutal, pero ya hacía dos años que me quería ir. Es una etapa superadísima y con Tinelli tengo la mejor. Creo que ellos se equivocaron en comunicar lo que pasaba conmigo, no para ningunearme porque del Chato (Prada) soy amiga. Hubo una falta de comunicación absoluta, mezclada con algunas cosas vendedoras, como que me habían rajado. Eso me pareció una subestimación.
–¿Con Marcelo cómo estás hoy?
–Muy bien. Nos juntamos, charlamos, todo divino. Pero estuve diez años, necesito crecer, mi culo tenía la forma de la silla del jurado. Cuando este chico estaba en los planes del padre, yo ya era Moria Casán, sentí que me devaluaba estando ahí. No era el Bailando, para mí iba a ser el Devaluando. Basta de aportar a una cosa que no es tuya. Hacía un año que me estaban llamando de América y ya tenía una palabra dada. Porque si quiero dar mi impronta y mi repentización, lo hago en Incorrectas, mi amado programa, no lo puedo hacer en otro.
–¿Con Rial tenés diferencias, o los tuits cruzados son sólo un chisporroteo?
–Es un chisporroteo divertido, entre nosotros está todo bien. Rial entró a la televisión gracias a mí. Pero está todo bien, yo creo que tanto a Marcelo como a él, y a todos los hombres importantes, les duele que una mujer pueda ocupar su lugar, por más que lo nieguen. Fijate qué casualidad, que a los dos hombres más importantes, uno del chisme o del espectáculo, y el otro del show, a los dos los reemplacé yo. Soy re fálica, y eso creo que a ninguno le gusta demasiado. El otro día vino Fantino a la mesa y me dijo "te quiero agradecer porque a mí me enseñaste a bajar mil cambios por lo que has hecho en este canal, lo dinamizaste, lo oxigenaste, tu energía cambió todo, y no jodés ni rompés las pelotas, porque yo era un rompebolas con la producción, en cambio, a vos no se te escucha y sos la que mayor rating hace".
Por Miguel Braillard
Fotos: Fabián Uset
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