Recién divorciada de Darío Loperfido, su gran amor, Esmeralda Mitre (36) cuenta cómo vivió la separación y como sigue la relación entre ellos
–¿Sufriste mucho por amor?
–La primera vez fue ahora, cuando me separé. Conocí la tristeza, a pesar de que fue decisión mía. Para salvarme, también. La relación se había terminado por completo, se había desgastado. No el amor, porque eso entre Darío y yo va a seguir para siempre. Somos un mejunje: estamos completamente unidos como gemelos. No hermanos, sino gemelos. No hay posible separación de verdad.
Con Darío somos un menjunje. No hay posible separación de verdad
–¿Cómo fue la separación?
–En buenas condiciones, como en la película Antes del amanecer: caminando y hablando por Madrid. Yo no quería repetir la historia de mis padres: la separación de ellos fue trágica, así que hice lo mejor que pude. Pero yo decidí no hablarnos más.
–¿Lo bloqueaste?
–No lo bloqueo en redes, porque me parece una guarangada y una bajeza, pero él si me bloqueó (se ríe). Yo creo que le debe doler mucho verme, pero le pedí que no hablemos. Si no, enseguida volvemos a hablar de amor, de política…
–Alguna vez dijiste que no creés que el amor vaya de la mano del sexo.
–Sí, Darío me enseñó eso. El amor es algo mucho más trascendental; el sexo está químicamente probado que se termina. A mí no me vengan con otro cuento.
–¿Te arrepentiste cuando dijiste que durante la relación con él habías tenido otras historias?
–Para nada. Porque historias no es "meter los cuernos". Ni idea, porque no sé ni lo que quiere decir esa expresión; no existe en Google. "Historias" es una palabra muy refinada… De hecho, yo tengo un gran amor con el que ni me he besado. Y continúa. No es posible, pero es un amor, y es uno de mis mejores amigos.
–¿Es Chano?
–No. Y si tuve una historia con él o no, no lo contaría. A lo que yo me referí con "historias" no es a infidelidades. Por eso considero pacato que mucha gente se sienta ofendida con lo que dije.
–¿Entonces a Darío no le afectó lo que dijiste porque te conoce y sabía a qué te referías?
–No sé si le afectó: problema de él. Lastimarlo no quise, pero es mi ser y es lo que yo sentí. Le debe haber afectado, pero no me lo dijo. Victoria Ocampo, Sartre, Simone de Beavoir hablaban así… Justamente Fragmentos de un discurso amoroso (libro de Roland Barthes) habla de la obligación de la mujer de tener su propia intimidad para salvarse.
–Y no estuviste dispuesta a negociar tu libertad. ¿Qué fue Darío para vos?
–Yo creo en la lealtad. Lo defendí a capa y espada. Es un ser superior y lo voy a querer toda la vida. Tiene muchos errores, como todo el mundo. Pero jamás me lavé las manos. Darío y yo somos iguales: decimos la verdad.
Por Karina Noriega
SEGUÍ LEYENDO:
Las fotos de Wanda Nara al natural y sin filtros en GENTE