Marcela Kloosterboer: “Ser mamá me dio seguridad y una nueva relación con mi cuerpo”

Llega con su hija de un año y medio apoyada en su cadera. En el brazo derecho lleva su cartera y en la espalda una mochila con ropa, pañales, cambiador, vaso y libro interactivo. "Lo básico de toda madre", resume Marcela Kloosterboer (34), que para esta ocasión también carga varias cajas con zapatos de su firma, Klooster's, que lucirá en la producción de fotos.

Mientras se prepara –"solo me puse protector solar", le dice a la maquilladora–, su hija Juana recorre la habitación del hotel Wyndham, en Nordelta. "Juani está acostumbrada a estar con mucha gente, porque muchas veces me acompaña a grabar en Pol-ka", revela la actriz de Las Estrellas, el éxito televisivo de eltrece con el que regresó a la televisión a un año de haber sido mamá junto a su marido, el ex rugbier y actual administrador de empresas Fernando Sieling (35).

"Estuve dos años sin hacer tira –la última fue Señores papis por Telefe– y ya extrañaba volver al set. Aunque estuvo bueno tomarme ese tiempo, que le dediqué a mi hija y a mis proyectos", asegura Marcela, quien hace dos años y medio creó junto a su prima María Pomarada una marca de "carteras y zapatos de cuero sintético, modernos y con diseño", muy a tono con su estilo de vida vegetariano y su espíritu proteccionista. "No uso cuero animal. En mi dieta descarto carnes, huevo, leche y yogur. Tampoco galletitas que tengan grasa vacuna", explica.

–¿Tu hija también es vegetariana?

–Al principio sí. Pero un día Fer le dio a probar carne y le encantó. Ahora, que ya habla hasta por los codos, nos pide "carrrne". Eso sí, yo no se la cocino.

–Imagino que esta filosofía te ayuda a mantener la figura.

–¡No sé! Como sano, ¡pero me encanta comer!

–¿Entonces tu secreto es el entrenamiento?

–Hoy, casi nada. Entrené toda la vida. Me encanta correr y hacer gimnasia, pero desde que nació Juana me cuesta mucho retomar el ritmo. Ahora me organicé para hacer functional training con un profe que viene a casa los sábados.

–¿Qué es lo que más te enorgullece de tu cuerpo?

–Mis piernas. Pero no me siento en el mejor momento…

–¿Qué opinás de las cirugías?

–Nunca consideré la posibilidad de hacerme alguna, aunque no estoy en contra. Si tuviese que elegir me sacaría lolas, pero disfruto de tener un cuerpo natural. Tampoco recurriría al bótox ni a nada de eso, porque los actores trabajamos con la expresión.

–Las Estrellas significa tu regreso. ¿Cómo compatibilizaste el trabajo con la maternidad?

–¡Al tercer día volví llorando a casa! Fue muy duro separarme de Juana después de haber estado el primer año tan juntas, porque me acompañaba hasta cuando iba al showroom de Klooster's. Además, una tira no te lleva cuatro horitas… ¡Son diez! Ella por suerte es una genia y se adapta.

–¿Quién la cuida en tu ausencia?

–Tengo mucha colaboración. Además de Adri, la señora que me ayuda unas horas, intercalamos postas con mi suegra, la tía de mi marido, mi mamá y mi tía. También va a un jardín rodante. Toda la logística es agotadora, pero ya me acostumbré. Sé que me hace bien, y además quiero enseñarle desde el ejemplo de una mamá que sale a trabajar, que le gusta lo que hace, se realiza y es feliz con su profesión.

SU HOGAR, SU MUNDO. "Mi prioridad es estar bien en casa, porque si en la intimidad de la familia no te encontrás en armonía, es muy difícil disfrutar del resto", opina la actriz, en pareja desde hace diez años con Fernando Sieling. "Me encanta tener una relación de tantos años, porque se genera una complicidad y un compañerismo únicos. Nos disfrutamos mucho, no es un peso. ¡Por suerte, eso aún no nos pasa!", asegura.

–¿Qué te enamora de él?

–Su simpleza. Fer no tiene Instagram ni le da bola a las redes sociales. Maneja de una manera muy relajada toda la exposición y la histeria que hay alrededor de mi trabajo. Es muy seguro de sí mismo, y eso me lo transmite y me ayuda a bajar a tierra.

–¿Es de celar tus escenas hot con otros colegas?

–No, cero. Imagino que no debe ser fácil, pero grabo con Luciano (Castro), de quien somos amigos.

–¿Juega a favor o en contra el hecho de que no pertenece al medio?

–¡Totalmente a favor! Nunca digas nunca, pero no podría salir con un actor. Prefiero compartir otros temas y encontrar tantas otras cosas en común.

–Pero saliste con Mariano Martínez…

–¡Era muy chiquita!

–El año pasado trascendió que tu marido había sufrido un brote psicótico. ¿Qué ocurrió realmente?

–Fue un pico de estrés. Se dijeron disparates… Lo cierto es que no tengo por qué dar explicaciones de mi vida privada.

–¿Cómo manejaste la intrusión de los medios?

–Preferí apagar la tele, no leer ningún portal y no enterarme de nada. Otras veces me han inventado pavadas, como cuando me involucraron con Luciano Castro. Por eso siempre prefiero no enroscarme en ese tipo de chimentos.

–¿Cómo repercutió en la pareja la maternidad?

–Recibir a un hijo cambia todo. Muchas veces llegamos los dos cansados de trabajar y nos repartimos tareas: yo cocino mientras Fer baña a Juana. Sentirte un equipo en casa es fundamental.

–¿En qué te transformó ser mamá?

–No soy una persona cariñosa, pero a mi hija no puedo dejar de abrazarla y besarla. Con la maternidad conocí el amor realmente incondicional. También me dio mucha paciencia, me hizo crecer y me dio más seguridad como mujer.

–¿Bajo qué valores elegís criarla?

–En el de la familia, que es lo que ve en casa. Estamos siempre unidos. También le inculco la libertad y el contacto con la naturaleza.

–¿Sos una mamá miedosa?

–Más de lo que era, sí. Juani no es de dormir toda la noche de corrido, pero la vez que lo hace, igualmente me levanto para ver si está bien.

–¿Cómo te definirías en ese rol?

–Soy una madre muy presente y dedicada. Fer diría que soy sobreprotectora. Como toda mamá, hago lo mejor que puedo. Sé que con un segundo hijo voy a relajar un poco.

–¿Está en los planes agrandar la familia?

–Nos encantaría tener un hijo más.

–¿Cómo es Fernando papá?

–Es más relajado que yo. Le toca la guitarra, le hace escuchar música y le tiene una paciencia inmensa. Es un padre muy presente y amoroso.

CHICA DEL PRIME TIME. "Le tenía fe a Las Estrellas. Sentí que reunía todo para que le fuese bien, desde la historia hasta la elección del elenco", cuenta Marcela sobre la ficción de Pol-ka que lidera el rating del segmento. "La tele está pasando un momento de crisis, en que parecieran más rentables los enlatados de afuera. Que el programa guste es alentador para la industria, porque se sigue apostando a la ficción local".

–¿Sos de seguir el ráting?

–En el equipo tenemos un grupo de WhatsApp, a través del cual nos envían los números a diario. Si no fuese por esa vía, no sabría ni dónde buscarlo. No estoy atenta al ráting, porque mi éxito pasa por otro lado.

–¿Por dónde?

–Por mi familia. Trabajar me hace muy feliz, pero tengo un mundo privado muy rico. Mi felicidad está en los vínculos.

–¿De no haber sido actriz –y ahora también diseñadora de zapatos y carteras–, a qué te habrías dedicado?

–Sería arquitecta o abogada, porque de grande me di cuenta de que tengo herramientas para defenderme. Aunque siempre fui muy vaga para el estudio…

–Debutaste como actriz en 1995 con Amigovios, después seguiste con Mi familia es un dibujo, Verano del 98, y no paraste. ¿Cómo influyó en vos trabajar desde tan joven?

–Me costó mucho el tema de la fama y el reconocimiento. Siempre separé mi vida privada de mi trabajo. Por eso, cuando me reconocían por la calle y se acercaban a hablarme, les decía que estaban confundidos.

–¿Alguna vez te mareó la fama?

–Nunca, porque soy muy mental. Este año nos va bien, pero tengo claro que mi próximo trabajo puede medir nueve puntos y ser levantado. Mi vida jamás se centró en la suerte del producto del momento. De hecho, solo después de muchos años aprendí cómo se mide el ráting. Antes tenía prendidas todas las teles de la casa, creyendo que así les sumaba puntos a los programas (se ríe).

–¿Qué te mantiene en eje?

–Ser consciente y agradecida, porque hay muchos actores sin laburo. Cuando por momentos me quejo, al toque pienso: "Pará, es tu trabajo y te están pagando por esto". También ayuda no perder el contacto con gente que no es del medio. Encaro mi laburo más allá del circo que gira alrededor.

Por Maru Cociffi. Fotos: Christian Beliera.

Producción: Vicky Miranda. Maquilló: Kar Fakiel para Frúmboli. Peinó: Cristina Cagnina para Cerini. Belleza de manos y pies: Chic & Go Bahía Grande, Nordelta (@chicnordelta) Agradecemos a Marcela Arando, hotel Wyndham Nordelta, Klooster's, Kallalith, Gabriella Capucci, Black Mamba, El Camarín, Evangelina Bomparola y Sucki Cohen.