A un mes de su espectacular boda con el príncipe Harry, Meghan Markle se ve cómoda y feliz en su nuevo rol como duquesa de Sussex. Pero además de su unión con el hijo menor de Lady Di, lo que la hace verse espléndida es su alianza con Givenchy a la hora de vestirse.
Deslumbró con su vestido de novia especialmente diseñado por Clare Waight Keller, la directora artística de la firma. El traje de novia elegante y minimalista fue elogiado por el mundo entero. El diseño sobrio y liso, con escote de cuello barco estaba inspirado en un vestido vintage de Hubert de Givenchy. Una cola de cinco metros y el velo transparente, que tenía bordado la flor representativa de cada uno de los 53 países que conforman la Commonwealth, completaban el look.
La positiva repercusión fue tal, que al parecer Meghan decidió adoptar a Givenchy como su marca principal.
En su primer compromiso oficial con la reina Isabel II, Meghan lució impecable con un vestido realizado también por Waight Keller. Con colores claros y un corte soberbio, la duquesa de Sussex sigue marcando tendencia.
Lo más destacable de este modelo es la capa corta, un sello de la marca en esta temporada. Un ejemplo de ello es el vestido de noche que llevó la actriz Rooney Mara en la gala del MET.
Ascot, la carrera de caballos más importante del mundo, era todo un desafío a la hora de elegir un outfit. El tocado o fascinator es de carácter obligatorio en este evento y tiene gran influencia en la vestimenta. Meghan superó la prueba con un vestido camisero bordado en la cintura con un fino cinturón negro y falda corte pañuelo. Por supuesto, signé Givenchy.
Los accesorios de este despampanante look fueron un sombrero de Philip Treacy, un clutch negro y stilettos al tono.
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