Las apariciones de Angelina Jolie en la alfombra roja jamás pasan desapercibidas. Más allá de las críticas por su constante extrema delgadez o por los retoques en su rostro ("tiene la cara congelada" se repetía en las redes sociales), la ex mujer de Brad Pitt sobresale siempre por su belleza.
La entrega de Critics Choice Awards de anoche fue uno de esos casos en los que la actriz se diferenció por sus propios méritos y, claro está, por su genética. Después de unos Golden Globes en los que las mujeres invitadas decidieron ir vestidas de negro, y los hombres también acompañaron, para alzar su voz a favor de la igualdad y contra el abuso sexual en la industria del entretenimiento, esta entrega de premios, aunque con un perfil mucho más bajo, recuperó el colorido típico de Hollywood.
Y Angelina lideró el glamour de la noche. Volvió a elegir las plumas, ítem hot absoluto de 2018, aunque en versión blanca. El vestido de la firma Ralph and Russo (una etiqueta que está en el centro de atención después de que Meghan Markle luciera un diseño de la firma en la famosa sesión de fotos de su compromiso con el príncipe Harry) se desvía de la clásica y simple reputación de alfombra roja que Angelina ha cultivado por sí misma en los últimos años porque es bastante más ¿alegre? de lo que acostumbra a usar.
El vestido blanco de strapless con plumas en el escote era maravilloso. Y la falda drapeada asimétrica añadió un toque final al diseño, que dejaba expuestas sus piernas delgadas. Un poco de labial rojo, zapatos de terciopelo, pelo recogido en media cola y ya está. Glamour hollywoodense de la vieja escuela.
Jolie estaba invitada porque su película Primero mataron a mi padre (se puede ver en Netflix) estaba nominada a mejor film extranjero. Recientemente la actriz fue objeto de rumores que señalaban que estaba saliendo con un director de cine camboyano. Las especulaciones fueron rápidamente silenciadas por ella misma, quien aclaró que por un tiempo largo no piensa entablar un vínculo amoroso con nadie.
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