El domingo Flavio Mendoza estuvo invitado al programa de Mirtha Legrand y como no podía faltar, la diva le preguntó por su hijo Dionisio que ya tiene 1 año y 3 meses. El coreógrafo contó, entre otras cosas, que el pequeño nació en Orlando (desde la habitación se veía el castillo de Disney) y que mantiene una excelente relación con Giselle la mujer que lo llevó en su vientre. "Ella ya es parte de mi familia", aseguró.
Inmediatamente la conductora dijo que le parecía raro y ante la consulta del rubio de a qué se debía su duda, ella le respondió: "No sé, me parece muy raro. En algún momento tendrá ganas de ver al bebé", a lo que él le respondió que sí lo hace. Seguido a esto, Mirtha le tiró dos preguntas bomba: "¿No se comercializa con esto? ¿Son voluntarias?".
El Dr. Fernando Akerman es el director del Fertility & IVF Center de Miami donde Flavio Mendoza (al igual que Luciana Salazar) acudió para llevar a cabo su paternidad.
El médico, desde su experiencia, despeja las dudas que la diva planteó en su programa: "Todos los profesionales de la agencia tanto yo que soy el médico, como las enfermeras, los psicólogos y los abogados, cobramos un honorario por nuestro trabajo. Por su parte, la madre subrogante es una mujer que está altamente motivada para ayudar a poder lograr el sueño de tener un bebé y se la compensa de manera económica por todo el tiempo, el amor, el cuidado y la dedicación que va a poner para que ese bebé crezca lo más sano posible. Estamos hablando de 30 o 40 mil dólares aproximadamente, que de a cuerdo a como se vea, todo ese tiempo que ella dedica este honorario puede considerarse poco. Entonces, como se realiza en EEUU donde todo está tan regulado para saber claramente que las madres subrogantes no son explotadas desde el punto de vista emocional y sobre todo financiero, no. No hay comercialización".
El médico también aclara que justamente para que la madre subrogante no se encariñe con el bebé, es que le implantan un óvulo de otra donante: "Al poner el óvulo con el esperma de Flavio, formar un embrión y después transferirlo a la subrogante, psicológicamente ella no esta tan unida al bebé. Este procedimiento es una decisión que tomamos en la clínica y prácticamente todas hacen lo mismo. Y la abrumadora mayoría de los pacientes, como en el caso de Flavio, siguen una relación con la mujer que lo llevó en el vientre".
Por último el médico aclara: "La subrogación de vientre no es un trabajo sino un acto de bondad, de amor, por el que se recibe una retribución económica por el tiempo y amor que estas mujeres brindan para dar vida".
Por Paula Labonia
Fotos: Gentileza Dr. Fernando Akerman e Instagram FM
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