El Teatro Regina vivió una noche de fiesta. La visita de Mirtha Legrand recibió un merecidísimo homenaje por parte de los directores artísticos del teatro –Ana Belén Beas y Miguel Ángel Rodríguez Chulia– y Linda Peretz, la presidenta de la Casa del Teatro, institución que funciona en el mismo edificio, ayuda a muchos artistas que tienen dificultades económicas y recibe la permanente colaboración de la diva de los almuerzos.
La Chiqui arribó súper puntual, alrededor de las 19.45, y entre otras sorpresas que la aguardaban, la primera fue encontrar una gran pantalla led en la flamante fachada del teatro, donde brillaba su imagen. No bien entró al hall descubrió una placa junto a la sala que a partir de ayer lleva su nombre, como homenaje a su aporte a la cultura nacional. Mientras ingresaba, una saxofonista tocaba el tema musical que obra de cortina en su programa (llamado Emperatriz, compuesto por Luis María Serra). La nueva sala, repleta de amigos y admiradores de la conductora, se puso de pie y estalló en aplausos.
El conductor de la velada fue Diego Pérez, y las anfitrionas –Beas y Peretz– convocaron a Mirtha al escenario, donde se exhibió un video que resumió su impresionante trayectoria artística. La homenajeada se emocionó al ver pasar algunas de las maravillosas escenas que filmó, y luego agradeció la distinción: "Desde Los Martes Orquídeas, a mis 14 años, no he parado de trabajar. Quiero que sepan que todo lo que soy se lo debo al público de mi país. Pero quiero que sepan que yo, Mirtha Legrand, he dado mi vida por ustedes".
En la platea de la remodelada sala, varios invitados la ovacionaron. Allí estaban Luis Brandoni, Eduardo Blanco, Flor Torrente y Enrique Avogadro, el ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, entre otros. El evento finalizó con un gran cocktail en el foyer del teatro, que vivió una noche inolvidable.
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