Luego de que hiciera "desaparecer" la punta del obelisco –máximo ícono de la porteñitud– para hacerla "aparecer" en la explanada del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires en 2015, esta vez Leandro Erlich, uno de los artistas plásticos argentinos más reconocidos en el mundo, vuelve a ser noticia con la inauguración de su muestra.
Es que presentó su nueva exhibición con una intervención que vuelve a movilizar a los porteños. En la fachada del MALBA se colgó un cartel que revolucionó a todos los portales, aduciendo que el museo estaba en venta: "Excepcional propiedad. Apto para todo destino. 680 obras de arte (Tarsilia, Frida, Diego, etc) Cine, auditorio, biblioteca y bar. Piscina climatizada. Erlich Propiedades".
En la obra de este "ilusionista" que firma autógrafos en Japón nada parece ser imposible: traspasar paredes, vencer la fuerza de gravedad, meterse en una piscina y salir seco. "Me considero patológicamente optimista. Me gusta imaginar que la realidad en la que nos movemos no es una situación confinada y un elemento inmutable y rígido. Por eso me gusta escapar de la alienación de la realidad y jugar con la mente y con la percepción del espectador para resignificar espacios cotidianos", asegura Erlich.
En la presentación para la prensa de Liminal, la muestra antológica de Erlich que reúne 21 instalaciones, producidas desde 1996 a la fecha e inaugura para el público hoy–para cuyo montaje trabajaron 150 personas–, Eduardo Costantini, el curador Dan Cameron y el artista bromearon acerca de la obra: "Si alguien está interesado se puede pagar con arte, solo tienen que dirigirse a la inmobiliaria". "El Malba siempre quiere movilizar", reflexionó el empresario y coleccionista.
En la exposición se puede ver por primera vez en el país La pileta (1999), una de las obras más reconocidas a nivel internacional, que representó al país en 2001 en la Bienal de Venecia, y que es todo un clásico en Japón gracias a que fuera instalada de modo permanente en el 21st Century Museum of Contemporary Art, de Kanazawa.
El título Liminal se refiere a una zona existente en el umbral de otro espacio e indirectamente remite a la posición de estar a punto de cruzar algo pero sin llegar nuncal del todo. "Cuando hablamos de algo inimaginable es porque alguien alguna vez las imaginó. Hay muchas cosas imposibles hechas por el hombre, y es ese el juego que me gusta", asegura el artista.
La exposición se presenta como un recorrido narrativo no lineal entre diferentes piezas e instalaciones de gran formato como La vista (1997), Vecinos (1996), La vereda (2007), Las Nubes (2018), El Avión (2011), Puerto de memorias (2014), Vuelo nocturno (2015), Hair Salon (2017) y El Aula (2017).
Por redacción Gente.
Foto: Guyot. Gentileza Malba.
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