Seguramente nunca imaginó Ángela Torres el revuelo que se armaría tras publicar en su cuenta de Instagram una foto en la que luce pequeñas trenzas afro en su cabello rosado.
Inmediatamente muchos usuarios comenzaron a acusarla de estar apropiándose de la cultura africana, con el término "apropiación cultural", un nuevo "delito" resultado de la exacerbación de una moda identitaria, y se generó una polémica imparable entre detractores y defensores de la artista.
"Angela, no seas racista, tené un poco de sororidad con nuestras hermanas negras y cuestionate tu privilegio blanco", fue uno de los comentarios referidos a un mundo de explotación racial imaginario.
Otro de los cometarios instaló el término "apropiación cultural" y se justificó diciendo que no es un "simple peinado" y que si lo usaba alguien que no es de la cultura afro descendiente, estaba "dañando" a otras personas.
Después de todo el revuelo, la cantante salió a hablar sobre el tema a través de sus stories de Instagram y escribió: "Debido a todo lo que se generó por haberme puesto trenzas, primero pido disculpas si ofendí a alguien".
Luego afirmó que detrás de sus trenzas solo había un gusto personal: "Les artistas buscamos hacer pensar y repensarnos a través de nuestro arte y si bien de mis trenzas solamente había un gusto personal si eso generó que hablemos de un tema importante como la apropiación cultural bienvenido sea el debate".
Finalmente agregó: "Siempre que lo hagamos desde el respeto y las ganas de construír. Un beso pa todes".
Por redacción Gente.
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