Son 7.100 metros. Quizás, esos poco más de siete kilómetros que mide el Paseo del Bajo no parezcan tanto, pero cambiarán la vida de 134 mil personas que a diario ingresan a la Capital Federal por el Norte y Sur hacia esa área de la ciudad, ahorrándoles hasta 35 minutos de su tiempo. Y cuando los 136 mil metros cuadrados de espacio público estén totalmente parquizados, 600 mil vecinos podrán disfrutar de ese verde, y de las ciclovías, postas aeróbicas, juegos infantiles y conexión a la red de wifi pública.
La obra –gigantesca– lleva la firma del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Tendrá doce carriles: cuatro en trinchera (es decir, bajo el nivel del suelo), exclusivos para transporte pesado (más de 12 toneladas): camiones (beneficia a unas 15 mil personas) y micros de larga distancia (mejora la vida de 28 mil pasajeros); y ocho para vehículos livianos: autos (alivia a 91 mil conductores) y ómnibus urbanos (con paradas cada 400 metros) que irán de Norte a Sur por las avenidas Madero y Huergo, y en sentido contrario por Alicia Moreau de Justo, en Puerto Madero.
Además, se eliminan las cabinas de peaje al implementar el sistema free flow, para que el tránsito pesado abone el Telepase: a la altura de Independencia habrá lectores de patentes para el cobro automático. Habrá diez cruces vehiculares y –por ahora– cinco exclusivamente peatonales, incluyendo la espectacular escalera que une la zona de Casa Rosada con Puerto Madero.
El lunes 27 de mayo, el alcalde acompañó al presidente de la Nación, Mauricio Macri, y recibió a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, para inaugurar la traza. Allí, en Retiro, Macri recordó: "Esta obra se planificó en 1962. ¿Qué pasó durante todas esas décadas? ¿Qué es lo que hicieron los gobiernos, a dónde fue a parar el dinero de los argentinos durante este tiempo? Pero lo importante es que podemos. Lo logramos porque dijimos 'basta' a la mentira, a la trampa, a la corrupción. Decidimos apostar a que el dinero de los argentinos no termine en bolsos de algunos vivos. Este pavimento que estoy tocando (y se hincó al decirlo) no es relato, es real". En el lapso que mencionó Macri hubo 27 proyectos truncos.
Antes del corte de cintas virtual (ya que no hubo uno físico), Rodríguez Larreta habló con GENTE sobre la nueva traza, que mejorará el tránsito en el Bajo porteño.
–¿En qué cambia la ciudad con esta obra?
–Las avenidas Madero y Huergo eran una pared de camiones: en horario pico se tardaba 45 minutos en recorrerlas. Ahora será mucho más ágil (Nota: Se calculan 14 minutos menos) y se mejora en gran medida el cuidado del medio ambiente, porque un camión que frena y arranca, frena y arranca, contamina muchísimo. Además, arriba habrá un corredor verde, que equivaldrá a dos veces el Parque Lezama. Entonces: vecinos que ganan tiempo, mejora del medio ambiente, un alivio para el tránsito de camiones que entran y salen del Puerto… Pura ganancia.
–¿El costado verde está contemplado?
–Es un golazo. Porque los vehículos pasan de largo. Mejora mucho la logística para llegar al Puerto, la conexión con Puerto Madero, y las salidas del Norte (por la autopista Illia) y el Sur de la ciudad (por las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata). Es una obra que se anunció hace más de cincuenta años e hicimos nosotros. Y cumplimos con el plazo previsto: 28 meses, que para una obra de esta envergadura es casi un milagro.
–¿Por qué?
–Cuando vas por abajo no sabés con qué te vas a encontrar: hay interferencias. Había un caño de gas enorme, que hubo que correr hacia la salida Norte; otros de agua… Es una obra emocionante, porque es trabajo argentino, hecho con empresas argentinas y con tecnología de nuestro país. Es un orgullo que podamos hacer una obra de este tamaño y esta complejidad.
–¿Cuánto costó?
–Alrededor de 700 millones de dólares, financiados con un crédito de la Corporación Andina de Fomento y la venta de terrenos. Algunos eran de la Ciudad, otros del Gobierno nacional y bastantes eran tierras ganadas al río, que estaban en litigio entre la CABA y la Nación. Dijimos: "No discutamos más. Estos terrenos los vendemos y aplicamos los fondos a esta obra". Y pudimos hacerla gracias a que destinamos el cien por ciento de los mismos.
–¿Y a los espacios verdes para cuándo prometen tenerlos listos?
–Ahora que finalizamos la traza para los vehículos comenzamos el trabajo de parquización y terminación de veredas, que tomará entre cuatro y seis meses.
–Recién, uno de los operarios de la obra te agradeció por el trabajo. ¿Cuánta gente se empleó?
–Entre trabajadores directos e indirectos, unas 3.500 personas. Es la obra vial más grande que se hizo en los últimos cincuenta años en la Ciudad de Buenos Aires, y una de las más grandes en la Argentina. Si se toman todas las obras que se están haciendo en nuestra jurisdicción, se crearon unos diez mil puestos de trabajo. Y en este momento, por la situación en la que estamos, ayuda muchísimo.
–¿Las obras serán el principal argumento de la campaña de Cambiemos?
–Más que en los argumentos o los relatos, creemos en los hechos. Hay obras por todos lados, lógicamente no todas de esta envergadura o la del Viaducto Mitre, donde sacamos ocho barreras y abrimos cuatro pasos que eran calles sin salida. Para fines de junio inauguraremos una obra similar, el Viaducto San Martín, paralelo a Juan B. Justo y donde se abrirán veinte cruces, sacando nueve barreras y once calles sin salida. Es una transformación histórica para la Ciudad. Y tanto o más importantes son las 54 nuevas escuelas que construimos. O la integración que estamos haciendo en las villas. Eso, como este Paseo del Bajo, también fue planificado en la época de Mauricio como jefe de Gobierno. Trabajar en equipo nos da una posibilidad enorme. No creo que haya sólo un argumento de campaña: cada uno valora las obras que lo benefician. Hay gente que ganará mucho tiempo con el Paseo del Bajo, así como otros ya lo hacen viajando en Metrobús.
–Cuando hace referencia a que esto se planificó durante el gobierno de Macri en la Ciudad, queda implícito que el concepto es trabajar a largo plazo.
–La única manera de hacer transformaciones profundas es con un proyecto sostenido, que mantenga una misma visión en el tiempo.
por Hugo Martin
fotos: Julio César Ruiz, Fabián Uset y gentileza GCBA y Presidencia de la Nación
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