El líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, de 75 años, aseguró este viernes que se siente "mucho mejor" tras la cirugía cardíaca a la cual fue sometido en Nueva York.
"Gracias por todos sus mensajes de apoyo. Me siento mucho mejor ahora y estoy recuperándome", dijo en su cuenta de Instagram el cantante, que fue sometido a una operación para cambiar una de las cuatro válvulas del corazón, según reportes de prensa.
Jagger también dio las gracias al personal del hospital que lo atendió "por hacer un excelente trabajo".
A raíz del problema de salud de Jagger los Rolling Stones anunciaron el sábado la suspensión de 17 shows en Estados Unidos y Canadá, que debían comenzar el 20 de abril.
La revista Billboard informó el jueves de noche que el extravagante y enérgico cantante fue sometido a un reemplazo de válvula aórtico percutáneo, mínimamente invasivo.
Para evitar una cirugía a corazón abierto, mucho más riesgosa, los médicos implantaron la válvula a través de su arteria femoral en el muslo, sin retirar la válvula dañada, según Billboard.
La información no ha sido confirmada por el hospital ni por Jagger. Representantes del cantante y de los Rolling Stones, la ultrafamosa banda británica creada en 1962, no han respondido a los pedidos de comentario de la AFP.
Tras el anuncio del aplazamiento de su gira norteamericana, Jagger tuiteó que estaba "devastado" y que trabajaría duro "para regresar a los escenarios lo más rápido posible".
"Realmente odio decepcionarlos así", escribió a sus fans.
Jagger, que tiene ocho hijos, cinco nietos y una bisnieta, es conocido por mantener elevados niveles de energía en el escenario a pesar de sus siete décadas.
El corazón comprende cuatro válvulas, esenciales para su funcionamiento, que se abren para dejar pasar la sangre, siempre en el mismo sentido, y se cierran para impedir que refluya.
Cuando estás válvulas no funcionan debidamente, se habla de "valvulopatía cardíaca", un mal frecuente producido por varias causas.
De las cuatro válvulas, las más comúnmente afectadas son la aórtica (situada entre el ventrículo izquierdo del corazón y la aorta) y la mitral (entre la aurícula y la ventrícula izquierdas). Estas disfunciones pueden requerir reemplazar la válvula por una artificial, a base de tejido animal o sintético. Es una operación complicada, a corazón abierto.
Pero en los últimos años, se desarrolló una técnica menos invasiva para reemplazar la válvula aórtica sin abrir el tórax, con una simple incisión en el pliegue de la ingle. El cirujano pasa por la arteria femoral para introducir la válvula artificial contenida en un stent.
Menos traumática, esta técnica permite al paciente retomar sus actividades más rápidamente.
Con información de AFP.
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