Diego Maradona saludó a Dalma por su cumpleaños número 32 y lo hizo de manera muy polémica: publicó un mensaje en el cual le hizo un reclamo a su hija y además trató a Claudia Villafañe de ladrona.
"Hay 50 rosas que nunca me aceptaste, pero vos para mí fuiste siempre la primera. Esto no pasa por el amor que sienta por vos, sino por lo que tu mamá me robó. Feliz cumpleaños Dalma", escribió el Diez en su Instagram.
La respuesta de Dalma, que fue mamá hace tres semanas, no se hizo esperar, aunque la actriz prefirió no entrar en polémica: "¡Otra vez más elegiré el silencio! Tengo una hija sana y ese es mi mejor regalo hoy. Soy muy feliz y solo quiero amor en mi vida. ¡Nada más! Gracias mamá por tanto amor, gracias hermana, Benja, Andrés, Lloly, amigos y Roma de mi corazón. ¡Amor o nada!", escribió en Twitter.
Y ahora, quien entró a escena para hacer una fuerte reflexión sobre el accionar del ex astro del fútbol fue Gianinna Maradona, la hermana de Dalma.
Primero, afirmó no tener ganas de charlar sobre el saludo de su padre. "Please, no cuestionen ni quieran hablar conmigo de lo que escribió Diego Armando. No me interesa 'debatir' lo que hace el otro. ¡No me suma!", comunicó a través de su cuenta de Instagram.
Y luego, publicó un duro descargo en el cual sostuvo que ya está resignada y no espera que Diego cambie. "Yo dejé TODO de lado por ver la felicidad en la cara de otros, por priorizar 'lazos', o por el simple hecho de pensar que todo valía la alegría de las personas que quería… Sentía que había que dejar de lado el dolor que ciertas personas me habían causado porque yo era diferente", arranca el mensaje de Gianinna.
"Sin embargo, del otro lado lo único que recibí fueron puñaladas y desprecio. Volvió a ser lo que nunca dejó de ser. ¿Me enoja? ¿Me duele? No, ya no, porque dejé de esperar que el otro actúe como lo hago yo. Asumí que yo soy así. Yo doy más de lo que recibo y que hay personas que solo te usan cuando necesitan algo a su favor y después se olvidan que sos hija, hermana o conocida", siguió.
Y cerró: "Aprendí que el otro es simplemente el otro y que yo no puedo exigir que las cosas cambien. Dejé de 'tratar de entender' y simplemente acepté".
Por redacción Gente.
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