Habla el empresario argentino procesado junto a la viuda de Pablo Escobar: "No soy narco ni lavador; soy víctima de la justicia”

Mateo Corvo Dolcet recibió la inversión que realizó –en un megaproyecto en Pilar y Puerto Madero– José Bayron Piedrahíta Ceballos, un ganadero colombiano que le presentó Victoria Eugenia Henao, y a quien la DEA puso en la mira de la Justicia argentina, fue preso en su país y espera ser extraditado a los Estados Unidos. Corvo estuvo detenido; hoy está en libertad –con tobillera electrónica–, pero investigado por lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

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Con la tobillera electrónica a
Con la tobillera electrónica a la vista, Corvo recibió a GENTE en la misma casa que fue allanada y de donde salió esposado. Reconoce que la viuda de Escobar le presentó a un connacional con quien emprendió un negocio, y que por eso le pagó una comisión: “Todo dinero limpio; lo voy a demostrar”, aclara el abogado.

Un poco de historia, como introducción para esta nota donde parece abundar el dinero sucio. A saber: nuestra Justicia, más específicamente el titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 3 de Morón, Néstor Barral, tiene procesada a la viuda del tristemente célebre narco colombiano Pablo Escobar –Victoria Eugenia Henao (57, hoy María Isabel Santos Caballero luego del cambio de identidad), y a su hijo, Juan Pablo (42, hoy Sebastián Marroquín), ambos residentes hace décadas en la Argentina– bajo el cargo de lavado de activos provenientes del narcotráfico.

Victoria Eugenia Henao (57, hoy
Victoria Eugenia Henao (57, hoy María Isabel Santos Caballero luego del cambio de identidad), y su hijo, Juan Pablo (42, hoy Sebastián Marroquín), cuando fueron a declarar a los Tribunales de Morón. Están procesados por presunto lavado de dinero del narcotráfico.
El documento que firmó Mateo
El documento que firmó Mateo Corvo Dolcet con Sebastián Marroquín -hijo de Pablo Escobar- reconociéndole un porcentaje -unos cien mil dólares- por la presentación del colombiano Piedrahita -hoy detenido en Colombia-, que realizó una inversión cercana a los tres millones de dólares en la Argentina para un proyecto del empresario argentino.

¿El motivo? Según los investigadores, fueron el nexo para que el ganadero colombiano José Bayron Piedrahíta Ceballos (60) –que vivió algunos años en nuestro país y está sospechado por la DEA (Administración para el Control de Drogas) por corrupción en los Estados Unidos– invirtiera en dos mega-complejos inmobiliarios en Pilar y Puerto Madero unos tres millones de dólares (de dudoso origen según la Justicia), cuyo impulsor era el abogado y empresario argentino Mateo Corvo Dolcet (54), terminando ambos también imputados por el mismo delito.

No es todo: los inconvenientes se incrementaron para los cuatro cuando en su momento allanaron la casa de Dolcet en el country Ayres del Pilar y se halló un documento que revela la comisión que éste les había reconocido a la viuda de Escobar y a su primogénito por presentarle a su compatriota para concretar el negocio, de un monto superior a los cien mil dólares.

El colombiano José Bayron Piedrahita
El colombiano José Bayron Piedrahita Ceballos fue detenido en Colombia, está bajo la lupa de la DEA -Administración para el control de Drogas- por corrupción en los Estados Unidos, y espera ser extraditado a ese país. La viuda de Escobar se lo presentó en su momento a Mateo Corvo Dolcet.

Piedrahíta fue detenido en Bogotá y todavía espera ser extraditado a los Estados Unidos. Corvo pasó 133 días tras las rejas –así los contó, como lo hacen los presos, con detalles–: 6 en Gendarmería, 14 en una celda de 2×1 en la delegación policial de Morón y 113 en la cárcel de Marcos Paz.

Hoy está en libertad –después de haber pagado en su momento una fianza de diez millones de pesos–. Nos recibe en la misma casa del barrio privado que le allanaron, donde vive junto a su familia.

Cuando se sienta y extiende la pierna derecha, puede verse la tobillera electrónica que le colocó el Servicio Penitenciario para vigilarlo. No puede alejarse más allá de 100 kilómetros. Si pretende hacerlo, debe dar aviso al Juzgado, igual que si quiere salir del país. Su mujer, María de los Angeles Verta (50), también estuvo detenida. "Seis días, cuatro incomunicada… Nos sorprendieron con camionetas y decenas de efectivos, como en una serie de Netflix", explica Corvo con fastidio.

Mateo Corvo y su esposa,
Mateo Corvo y su esposa, María de los Angeles Verta, dialogan con Miguel Braillard, editor general de Investigaciones de GENTE. Ella también estuvo presa (seis días, contra los 133 de su marido). “Hoy vivimos de prestado, gracias a la solidaridad de mi hermano, porque nos embargaron todas las cuentas. Además, nos humillaron frente a nuestros hijos”, afirman.

–Según el fiscal Sebastián Basso, al colombiano Piedrahíta lo estaba investigando la DEA.

–A nosotros nos detuvieron en nuestra casa familiar, frente a nuestros hijos. Se informó que éramos una organización que a nivel local lavaba el dinero que generaba una organización trasnacional mediante la venta de droga en Colombia y los Estados Unidos. Dijeron que el jefe era Piedrahíta, a quien se presentó como un patrón de patrones, líder de distintos carteles del narcotráfico de Colombia y México.

–Seamos concretos: ¿usted y Piedrahíta lavaban dinero?

–La investigación se dividió en dos: en la Argentina y en Colombia. Acá nos detuvieron porque –según la Justicia– se había probado la existencia de una organización de narcotráfico. Primera gran mentira. Que en Colombia se haya probado que Piedrahíta es narcotraficante es una falsedad, no un error. La Fiscalía 40 –que tuvo a su cargo el pre-proceso, que duró tres años para probar si era narco– cumplió su plazo sin formularle acusación. Esto no se dice en ningún lado, pero está en la causa. O sea que nadie puede hablar de que es un narcotraficante, porque en tiempo presente, hasta el momento de su detención, era un reconocido empresario ganadero. Tan reconocido que cuando la Fiscalía Nacional de Colombia debió publicar la detención en su página web dijo: "Capturamos al reconocido empresario ganadero" por una denuncia de corrupción en los Estados Unidos. Hablan de que sobornó a un empleado judicial en ese país para que una causa en su contra (N de la R: por drogas) fuera desestimada.

Una imagen de tiempos felices
Una imagen de tiempos felices de la familia Escobar en Colombia: Pablo con su hija Manuela en brazos, Victoria Eugenia, su esposa, y Juan Pablo, su primogénito.

–¿Pero el dinero que pensaba invertir en su proyecto era limpio o sucio?

–Nunca probaron que él invirtiera dinero sucio. Como ahora se dieron cuenta de que fracasaron con aquello que afirmaron como cierto, pretenden suplir el vacío de la investigación diciendo que el tipo fue narcotraficante, pero hace treinta años, y ahí estamos hablando de otra cosa. Me pregunto: si hace treinta años el tipo fue narco, construyó un imperio económico, y ni la AFIP de Colombia ni la DEA ni nadie le fue a tocar el timbre, ¿qué me vienen a embromar a mí porque hizo una inversión en la Argentina? Además la hace a su nombre, paga en forma bancarizada: no viene con un bolso con plata. El dinero vino siguiendo todos los canales internacionales, con todos los controles, incluido el del Banco Central. Cuando hizo la inversión en 2008 lo googleabas y era el presidente del frigorífico número 1 de Colombia. Y de la principal exportadora de cueros.

El mega-emprendimiento de Pilar en
El mega-emprendimiento de Pilar en el Kilómetro 46 de la Panamericana que impulsó Corvo Dolcet y donde invirtió el colombiano Piedrahíta. Hoy está paralizado.

–A usted se lo presentó la viuda de Escobar.

–Sí, a quien conocí hace muchos años aquí en la Argentina, cuando ejercía como abogado de un connacional suyo, que se encontraba detenido cuando ella también lo estaba. No vas a encontrar en toda la causa un solo razonamiento que explique por qué se afirma que yo procedí en forma indebida. Categóricamente digo que no hice nada contrario a la ley.

–A menudo sucede que estos ricos y exitosos pueden tener un doble estándar de vida en los negocios, uno limpio y uno sucio.

–Perfecto. Si tiene doble estándar y está oculto no tengo cómo descubrirlo. Porque si el tipo claramente es un narco, no podría entrar y salir de su país sin problemas, tampoco de la Argentina, once veces como lo hizo. No podría haber abierto una cuenta corriente acá, ni tenido clave fiscal, ni hacer transferencias a su propia cuenta.

Mateo Corvo Dolcet abrazando a
Mateo Corvo Dolcet abrazando a su esposa, María de los Angeles Verta -con quien acaba de cumplir años de casado-, en la casa familiar en Pilar que comparten con sus dos hijos.

–El fiscal Sebastián Basso dice que usted debería haber advertido que figura en la lista Clinton (lista negra de empresas y personas relacionadas con dinero proveniente del narcotráfico en el mundo, emitida por el Tesoro de los Estados Unidos).

–Para decir eso, el fiscal debe tomar nota de que Piedrahíta fue incluido en el año 2016. Y este señor hizo operaciones conmigo en 2008. Si lo hubiera sabido no habría hecho negocios con él. Además, el lavado de dinero es un delito técnico. No es sólo recibir dinero de un narco: hay que saberlo. Hay que demostrar el dolo además del delito precedente. ¿Cuál es el ocultamiento, si el dinero lo trajimos a través de bancos? Es el banco el que tiene que detectar si hace inversiones sospechosas.

El empresario y abogado asegura
El empresario y abogado asegura que espera ansioso el juicio oral: “Para demostrar que soy inocente y víctima de nuestra justicla”.

–El funcionario también afirma que la auditoría que usted contrató le advirtió que Piedrahíta era un narco buscado por la DEA y que igual siguió adelante con el negocio.

–Cuando me detuvieron no sabían de la existencia de la auditoría: yo se los conté. Debieron saberlo, porque tuvieron acceso a los balances. La auditora es Price, una de las dos más importantes del mundo. ¿La voy a contratar si tengo narcotraficantes en mi sociedad? Tengo que ser un imbécil, porque lo van a descubrir. Acá está la auditoría y te autorizo a publicarla. Con fecha 27 de noviembre de 2014, dice: "Hemos aplicado los procedimientos sobre prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo previstos en las correspondientes normas profesionales emitidas por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". Esto lo tiene el fiscal, está en el expediente, así que mintió acá también. No soy narco ni lavador: soy víctima de nuestra Justicia. Lo voy a demostrar claramente en el juicio oral.

Por Miguel Braillard. Fotos: Julio César Ruíz y archivo Atlántida

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