El informe psicológico de Robledo Puch en Sierra Chica: "No maté a nadie, Dios me envió a la cárcel"

GENTE recorrió la prisión donde el mayor asesino serial de la historia argentina –condenado a reclusión perpetua– pasa sus días. Está alojado en una celda individual –la 596 del Pabellón 9 de diversidad de género–, cumple tareas en la biblioteca, es instructor de ajedrez y juega a las damas y al dominó. Aquí, el estudio ambiental donde él asegura que está detenido injustamente. “Yo vaciaba joyerías, iba y ayudaba a los pobres”, afirma.

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El carnet del legajo de
El carnet del legajo de Robledo en Sierra Chica y el estudio ambiental donde se destaca que debe ser asistido por un psiquiatra y un psicólogo. Abajo: El Angel Negro camina frente al pabellón donde cumple su condena.

Interno: Robledo Puch Abendack Carlos Eduardo (66).

Situación jurídica: Penado, pena única de reclusión perpetua, accesorias legales con costas.

Delitos: Homicidios calificados reiterados (10 hechos). Tentativa de homicidio calificado. Homicidio simple. Robo simple cometido en forma reiterada (16 hechos). Robo calificado. Violación calificada. Tentativa de violación calificada. Raptos reiterados (2 hechos). Abuso deshonesto. Hurtos simples reiterados (2 hechos) y daño. Todos en concurso real (por el uso de armas).

El pabellón de diversidad sexual
El pabellón de diversidad sexual que Robledo Puch comparte con otros internos. Su celda es la 596.

Hasta aquí, la enumeración del rosario de ilícitos cometidos por El Angel de la Muerte –como se lo rebautizó–, que vale la pena repasar para entender por qué desde hace cuarenta y seis años su vida transcurre tras las rejas, más allá de que él todavía no lo acepta.

Así lo expresa desde la prisión en el reciente informe integral confeccionado en la Unidad 2 de Sierra Chica, con fecha 4 de septiembre de 2018, al que GENTE tuvo acceso en exclusiva. "Yo vaciaba las joyerías; luego iba y ayudaba a los pobres", confiesa el reo.

Dos imágenes del prontuario: la
Dos imágenes del prontuario: la de su ingreso al penal y en exclusiva, la actual que pertenece a su legajo.

El escrito refleja de manera textual: "Se reitera que el entrevistado registra un recurso verborrágico, con un nivel superior a la media poblacional, con terminología específica de alguien que tiene lectura y conocimientos de algunos temas. Por momentos enfatiza su relato con un tinte emocional de bronca apoyado en la cantidad de años que lleva detenido en forma 'injusta' –según su particular visión–. Se lo ve lúcido, ubicado en tiempo y espacio. No se aprecian alteraciones en la memoria y sensopercepción. Frente a los delitos que se le imputan refiere que él sólo comete robos".

Una vista del Pabellón 9
Una vista del Pabellón 9 para internos de diversidad sexual donde está alojado Robledo Puch.

Y deja en evidencia que lo hacía como una especie de Robin Hood local de los 70', para colaborar con los más necesitados. El informe continúa: "Al interrogatorio sobre este accionar altruista que expresa haber tenido, no pudo dar cuenta en forma directa cómo lo hacía, titubeando frente al mismo. Refiere que nunca asesinó a nadie. Utiliza reiteradamente a Dios, como que fue predestinado por él para estar en este lugar (se refiere a la cárcel), ya que si no: 'me juntaban con cucharitas en la calle por la vida que llevaba…'.

Carlos Robledo Puch conversando en
Carlos Robledo Puch conversando en el patio del penal de Sierra Chica.

Surgen también sus relatos políticos que parecen una constante en sus entrevistas realizadas en esta unidad, mostrando un especial interés por Perón y enojo por los demás políticos. Presenta algunas incoherencias en su decir, donde salta de un relato a otro sin tener un hilo conductor, lo que denota un discurso discontinuo y antojadizo".

El informe integral realizado en
El informe integral realizado en el mes de setiembre pasado donde se especifica que el Servicio Penitenciario Federal debe garantizar la concurrencia periódica de un psiquiatra y un psicólogo para que Robledo Puch reciba el tratamiento correspondiente.

VIS A VIS. GENTE recorrió la cárcel de Sierra Chica y dialogó con Eduardo Maigua (46), director de la Unidad, responsable de que 1.900 reclusos convivan de la mejor manera posible, incluido Robledo Puch, a quien define como "un hombre que no genera problemas, que juega al ajedrez, escribe cartas y concurre a la biblioteca porque es un ávido lector y porque trabaja allí. Ya hace años que nadie lo visita; antes lo hacía su madre (Aída Josefa, fallecida). Por eso él siempre nos dice: 'Ustedes son mi familia'", destaca el funcionario, a cargo del lugar desde hace un año y medio.

Robledo de caminata junto a
Robledo de caminata junto a otros detenidos en la prisión de Sierra Chica.

Es importante destacar que con fecha 22 de marzo de 2017 se hizo lugar a la solicitud formulada por la defensa de Robledo Puch, por la cual se le concedió el cambio de régimen, incorporándolo en uno denominado "semiabierto modalidad limitada", siempre en su actual lugar de alojamiento (Pabellón 9, celda 596, donde se alojan internos de diversidad de género).

La clásica imagen cuando la
La clásica imagen cuando la policía lo detuvo en 1972.

El acceso a este beneficio de autodisciplina, que le permite moverse de una manera no tan restringida con respecto a otros internos, exige que se garantice la concurrencia a la prisión de un médico/a especialista en Psiquiatría y un psicólogo/a especialista en Psicología Cognitivo-Conductual– a fin de establecer los dispositivos terapéuticos "para llevar adelante el acompañamiento necesario del interno con ajuste de sus particularidades", solicitando a "los agentes encargados del acompañamiento del reo" que dispongan quehaceres que coadyuven a la resocialización, "proponiendo la práctica del ajedrez y otras actividades recreativas".

La foto del afiche de
La foto del afiche de la película El Angel, protagonizada por Lorenzo Ferro y dirigida por Luis Ortega, que batió récords de público y sigue en cartel.

En el rubro de las sanciones disciplinarias, el informe integral respecto del Angel Negro dice que cuenta con varias en su larga trayectoria de recluso. Y lo califica como "un caso mediático, considerándolo uno de los asesinos seriales de Argentina".

Carlos Robledo Puch se desempeña
Carlos Robledo Puch se desempeña en la biblioteca y sus preferidos son los libros relacionados con Juan Domingo Perón, a quien admira.

PERPETUA. Después de cometer su raid delictivo entre marzo de 1971 y febrero de 1972, Robledo ingresó a la Unidad 9 de La Plata el 19 de mayo de aquel año, y a la de Sierra Chica el 28 de marzo de 1981.

Hoy cumple tareas en la biblioteca, es instructor de ajedrez, juega damas y dominó tres veces por semana. En su momento trabajó en mantenimiento, en la sección carpintería. Fue alumno regular desde 1990 a 1992 en la Escuela de Educación Primaria de Adultos nº 701 Madre Teresa de Calcuta, con sede en la prisión.

Una imagen por dentro de
Una imagen por dentro de la biblioteca a la que concurre todos los días Carlos Robledo Puch.

El paper informativo menciona que no consta que haya participado en motines o fugas, hecho significativo en una unidad donde ocurrieron los de Semana Santa de 1996. Entonces, los tristemente célebres Doce Apóstoles tomaron como rehenes a una jueza y a funcionarios del Servicio Penitenciario Bonaerense, y hasta llegaron a elaborar empanadas con carne humana de reclusos que fueron muertos en esas jornadas.

La Iglesia que está dentro
La Iglesia que está dentro del penal de Sierra Chica y donde El Angel Negro se refugió cuando ocurrió el motín en 1996 donde un grupo de presos tomó rehenes, mató a ocho reclusos, y en el horno del penal cocinó empanadas de carne humana.

En su libro El Angel Negro, de Editorial Sudamericana, el reconocido periodista y escritor Rodolfo Palacios –guionista también de la película El Angel, dirigida por Luis Ortega, que batió records de público y sigue en cartel– cuenta una anécdota que pinta de cuerpo entero la inquina de Puch hacia el periodismo. Un día, un guardiacárcel le preguntó si quería dar una nota. El respondió:
Odio a los reporteros, porque por culpa de ellos mi madre intentó suicidarse. La destruyeron.
–Si cambia de opinión me avisa –le propuso el penitenciario.
–¡Espere, espere! ¡Se me ocurrió una idea! –exclamó Robledo–. Voy a hablar con el que tenga los huevos para hacer algo que me obligaron a hacer varias veces…
–¿Qué? –consultó tímido el funcionario.
–Arrodillarse y lamer el fondo del inodoro que acabo de usar. Hasta que quede bien limpito.

Miguel Braillard, editor general de
Miguel Braillard, editor general de investigaciones de Gente, en una celda similar a la que ocupa Robledo Puch en la cárcel de Sierra Chica, después de recorrer la prisión por dentro.

En la innumerable cantidad de cuerpos que tramitó su expediente, expertos profesionales en psiquiatría y psicología lo definieron como psicópata, manipulador, cruel, perverso, desalmado y una sucesión de sinónimos para caracterizar al mayor asesino serial de la historia argentina.

Robledo volviendo a su celda
Robledo volviendo a su celda entre dos guardiacárceles.

Entre los peritos, jueces y fiscales que participaron en la causa, todavía resuena la escalofriante promesa que le murmuró a uno de ellos, mirándolo fijo a los ojos: "Algún día voy a salir y los voy a matar a todos".

Por Miguel Braillard
Fotos: Maximiliano Vernazza y archivo Atlántida

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