Alberto Cormillot cumplió 80 años y lo celebra haciendo piruetas en el aire : "Uno tiene la edad que siente en el corazón”

El viernes 31 de agosto celebró ocho décadas de vida como más le gusta: por el aire, colgado de telas y bailando sobre el escenario al ritmo del tap y el jazz. En el día de su cumpleaños, nos contó sus deseos, los secretos de su vitalidad y la génesis de su nuevo espectáculo, Ochentap, que habla de un doctor que hace un pacto con el Diablo a cambio de juventud. Cualquier similitud con la vida real...

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Alberto Cormillot en uno de
Alberto Cormillot en uno de los últimos ensayos de su nuevo espectáculo. (Foto: Diego Soldini)

Hace diez meses, mientras se preparaba para dar un espectáculo en el teatro Niní Marshall de Tigre, Alberto Cormillot sufrió un accidente en su casa y se fisuró tres vértebras. Sin embargo, no paró un día de ensayar y brindó un show que el público aplaudió de pie.

Ese día le dijo a GENTE: "Cuando cumpla 80 años voy a hacer una muestra llamada Ochentap. ¡Ahí espero que toda la familia se anime a actuar!". Y llegó el día.

El viernes 31 de agosto, el doctor llegó a las ocho décadas de vida y la tarde fría de invierno lo sorprende en una sala de ensayos en el barrio de Villa Urquiza, preparando su próximo espectáculo, que presentará en el teatro Astral el 5 de septiembre.

Será para mil trescientas personas y habrá familiares, amigos, colegas, conocidos, gente que lo acompañó a lo largo de su historia. Y, como no podía ser de otra manera, la semana pasada, mientras practicaba vueltas en telas suspendido en el aire, volvió a sufrir la fractura de una costilla.

Pero a este médico, nutricionista, conferencista, escritor, editor de una revista, clarinetista, bailarín, actor y creador de canciones, nada parece detenerlo: "Como Diego en Italia 90, me infiltré y seguí", confiesa el doctor entre risas. Así arranca la charla.

–Hace casi un año me dijo que iba a preparar este espectáculo y cumplió. ¿Una vida planificada es el secreto del éxito?

–Puede ser… Planeo todo de antemano. Me despierto a las cuatro de la mañana y por lo general los tiempos en mi día son sagrados. Trato de no alterar nada y estar en el lugar que me corresponde.

–¿Qué significa esa frase?

–Eso. En este momento estoy en esta nota con vos y no hay otra cosa. Cuando querés hacer varias cosas a la vez, terminás no haciendo nada. Yo soy un "ahorrador de minutos".

–Hoy es su cumpleaños. ¿Cómo lo piensa festejar?

–Tranquilo y en familia. Con mis hijos y mis nietos. El 2 de septiembre del año pasado falleció Mónika, la mamá de Adrián y Reneé, dos de mis hijos, y no había mucho ánimo de celebración.

–¿Ya recibió regalos?

–Sí. Una campera, un juego de sushi, ropa para hacer actividad física y ropa de rugby, para lastimarme menos. Como también hago aéreo con pared, uso protecciones.

–¡El mejor regalo! Siempre que hablamos está con una costilla rota o fisurada. ¿No tendría que parar un poco?
(Carcajadas) ¡Eso mismo me dice el médico!

Alberto Cormillot todos los días
Alberto Cormillot todos los días entrena una hora para llegar bien al estreno. (Foto: Diego Soldini)

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Ochentap es el nombre del espectáculo que está preparando el doctor Alberto Cormillot. Entre las 40 personas actúan sus tres nietas: Abril, Zoe (18), y la pequeña Ema (8). Basada en Fausto, la obra escrita por Johann Wolfgang von Goethe en 1806, habla de un médico que hace un pacto con el Diablo en búsqueda del conocimiento supremo. En el medio, Lucifer le ofrece la juventud eterna, algo que el protagonista termina aceptando. "Una de las preguntas que muchas veces me hacen es: '¿Cómo hacés para llegar a los 80 y estar así?'. La respuesta es: 'Uno tiene la edad que siente en su corazón'", asegura Cormillot mientras devela parte de lo que será su show del miércoles.

–¿Cuándo se da cuenta de que tiene 80 años?

¡Cuando voy a un museo de Nueva York y me dan la entrada de senior! (carcajadas). También me miro al espejo y tengo las arrugas de un hombre mayor. Eso no se puede ocultar.

–No conozco mucha gente que, a los 80, con 57 años de médico, se anime a pegar cien vueltas en el aire arriba de una tela. ¿Usted no hizo el mismo pacto que Fausto?
–¿Te parece? La verdad, ahora hago cosas que no hacía a los 30. Y cuanto más pasan los años, más bailo. Yo a mi cuerpo le meto cuatro horas por día de ensayo y sigue respondiendo. Por ejemplo, en la obra del miércoles hago 13 coreografías. Pero respondiendo a tu pregunta, no hice ningún pacto. Todo es fruto del esfuerzo y el sacrificio.

–¿Qué le dice la familia?

–Está toda involucrada con el baile. Cuando sufro una lesión, lo primero que dicen es: "Recuperate pronto que hay que ensayar. ¡No tenemos un plan b!".

–Ellos disfrutan de tener un papá y un abuelo en plenitud.

–Exacto, ésa es la frase exacta. ¡Imaginate lo que es para mi nieta estar bailando con su abuelo! Ensayamos las mímicas, estamos todo el tiempo jugando y actuando, todos lo disfrutamos. Participan mis hijos y muchas veces lo hace Renée, mi tercera hija, con un show de country.

–¿Qué pide cuando sopla las velitas?

En mis deseos pedí salud para mi familia y que el amor se siga manifestando en mi vida. También energía, para seguir con esta vitalidad muchos años más.

–¿Volvió a formar pareja?

–Es una parte de mi vida privada que me reservo… No hace mucho me mandaron un paparazzi a la puerta de mi casa, para ver con quién estaba.

Por Sergio Oviedo

 

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