Luego de vivir el Mundial de Rusia –donde, por cierto, no pasó inadvertido–, el jueves 19 por la mañana Diego Armando Maradona (57) llegó a la Argentina. Hacía casi siete meses que no venía. De inmediato enfiló hacia su casa en Los Berros, el country de Bella Vista, donde lo esperaba su novia. Rocío había llegado unos días antes para preparar todos los detalles del festejo por sus 28 años –los cumplió el 14 de julio–, a realizarse el sábado 21.
El viernes por la mañana, el Diez y su chica arribaron a la casa de Villa Devoto –que era de sus padres–, para almorzar e invitar a la fiesta a las hermanas de Diego –Kity, Ana y Lili–. No había dudas: sería una celebración bien familiar.
En la tarde del sábado, Vanesa y Rubén, los estilistas de Rocío, fueron hasta la casa del country de Bella Vista, donde se ocuparon de cortarle el pelo y la barba a Diego, y de paso plancharle la melena a Rocío. Los dos debían lucir impecables.
A las 21.30, la fiesta comenzó. La casa y el jardín estaban decorados con globos, fotos de la pareja, donas inflables y mensajes de amor. Hubo un exquisito lunch gourmet con amplia variedad de bocados fríos y calientes (jamón, lomito de cerdo a las finas hierbas, longaniza de Calabria, bondiola, mortadela italiana con pistachos, leberwurst, mesa de quesos, panecillos saborizados, quiches y pinchos de pollo), aunque la vedette fue un pernil de cerdo.
El primer momento emotivo lo dio Maradona en la mesa dulce, sobre la cual lucía escrito el nombre de Rocío. Estaba repleta de caramelos, cupcakes y una gran torta decorada con donas y rellena de ganache de chocolate y dulce de leche.
¿Qué sucedió? Diego le entregó a su novia un anillo de diamantes, le propuso matrimonio y brindaron con Dom Pérignon, el champagne preferido del astro. En ese momento Mónica –la mamá de Rocío– y Jana Maradona –la única hija presente de Diego– aplaudieron y se emocionaron hasta las lágrimas.
La fiesta continuó con un mega-recital de El Polaco –¡90 minutos!– y un inolvidable –y divertido– momento de baile a puro ritmo. Para que no quedaran dudas, antes del tema final El Diez volvió a pedirle casamiento a la blonda.
Fue entonces que el cantante, junto a los 45 invitados, coreó La mano de Dios, el clásico de Rodrigo. Luego, un Dj musicalizó el evento hasta que, después de la una de la mañana, llegó el turno de soplar las velitas y pedir los deseos.
Estoy feliz, porque éste es mi último cumpleaños de soltera y puedo compartirlo con todos ustedes
"Estoy feliz, porque éste es mi último cumpleaños de soltera y puedo compartirlo con todos ustedes –expresó Rocío–. Mis deseos para hoy y siempre son: ser feliz con Diego, que mi mamá y mi abuela Chiche sean eternas y que tengan salud todas las personas que amo". Después de esas palabras todos aplaudieron. La Poderosa Master, el grupo de cumbia, comenzó a sonar y todos bailaron hasta el amanecer.
PRÓXIMA ESCALA. Maradona y Rocío van a quedarse hasta principios de agosto, cuando El Diez viaje para asumir su nuevo desafío profesional como presidente del club FC Dinamo Brest de Bielorrusia, país en el que hace unos días fue recibido como un rey. Se instalarán en una mansión de 20 millones de dólares, que tiene siete habitaciones, piletas climatizadas en el interior y el exterior, cinco obras de arte, once empleados, un gran jardín y un aeropuerto a dos cuadras: dispondrá de un avión privado, que lo trasladará diariamente desde Minsk –capital de Bielorrusia, donde está su nuevo hogar– a Brest, sede del Dinamo (a 350 kilómetros).
Además le regalaron un Hunta Overcomer, vehículo militar que puede atravesar cualquier tipo de terreno. De todos modos, Diego pidió que le llevaran desde Dubai una cupé BMW y un Rolls Royce Phantom. En alguno de ellos seguramente colgarán del paragolpes trasero una fila de latitas y el cartel "Just married".
Por Pablo Procopio.
Fotos: Album de R.O.
SEGUÍ LEYENDO: