Argentina se enfrenta a Francia por los octavos de final. El estadio está repleto de hinchas argentinos, las tribunas estallan y todo parece estar dado para que la selección se lleve el pase a la siguiente ronda. Pero del otro lado hay un jugador con la camiseta número diez en la espalda que poco le importa la fiesta y la ilusión albiceleste. Entonces Kylian Mbappé toma la pelota y sale disparado mientras los jugadores argentinos sólo pueden seguirlo un par de metros atrás.
Y la supersónica velocidad del jugador del Paris Saint Germain fue tal que alcanzó los 38 km por hora en la jugada que derivó en el penal que cometió Marcos Rojo y luego puso a Francia 1 a 0 arriba. Esa espectacular carrera es algo que solo los velocistas de elite pueden lograr.
La velocidad a la que llegó el joven jugador de 19 años superó a la del velocista Usain Bolt en los 100 metros llanos. El récord del jamaiquino fue de 37.6 km por hora en Berlín y Mbappé llegó a los 38 según las mediciones, y todo eso llevando la pelota en los pies.
El delantero nació y se crió en la periferia París. Es hijo de un camerunés y una argelina y se encargó de hacerle dos goles a la selección argentina. Con estos tantos se convirtió en el segundo futbolista con menos de 20 años en en lograrlo en la fase eliminatoria de un Mundial, después de que Pelé lo consiguiera en Suecia 58.
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