Para muchos, la del Mundial de Rusia es una de las últimas oportunidades que Leo Messi (30) tiene para ser campeón del mundo con la Selección argentina. ¿Lo necesita? También son muchos los que creen que sí. Para sacarse de una vez por todas esa especie de mufa que lo persigue desde que viste la camiseta nacional en Mayores. Es verdad que en Juveniles tiene dos títulos mundiales: el primero en 2005, en Holanda, donde fue campeón con el Sub 20; el segundo, el oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Pero si estamos hablando del mejor jugador de la Historia, tiene sabor a poco. Para quien batió todos los récords en Europa y en América, no haber hecho ningún gol después de haber pasado la primera ronda de un Mundial no es un dato menor.
¿Qué piensa Leo? A días de partir hacia Rusia para disputar su cuarto Mundial, la confesión a Pasión por el fútbol, el programa de eltrece que conduce Sebastián Vignolo: "Cambiaría cualquier trofeo que gané en mi carrera por salir campeón del mundo con la Argentina. Porque es el que me falta y porque sé que el título con la Selección va a ser diferente a todo lo que conseguí".
Un argentino más. Luego de ganar la Liga de España con el Barcelona –su galardón número 32 con esa camiseta–, no se tomó un solo día de vacaciones: se vino con su familia para ponerse al servicio de Jorge Sampaoli, el técnico que en el tiempo que dirige a la Selección todavía no consiguió seducir con su juego. Según los que saben –ídolos que vistieron la camiseta y jugaron Mundiales–, este período es el más importante para un equipo que sueña con ser campeón. Leo piensa lo mismo: "No quiero que el Mundial llegue ahora. Espero que el tiempo pase lento, así tenemos más días para trabajar y ponernos a punto".
Tímido y de pocas palabras, la estrella en la que todos los argentinos depositan sus sueños de conseguir el tercer título de la Historia confiesa cómo es su presente y la responsabilidad que tendrá en pocos días. "Por la familia que tengo y por el Mundial que se viene, estoy viviendo una etapa muy feliz. De todos modos, sé que se acerca un reto muy grande para mí a nivel personal. Es una linda responsabilidad ir a un Mundial. Por el nerviosismo de jugar esos partidos. Está todo un país soñando con salir campeón".
Hace poco más de dos meses, Leo y su esposa, Antonela Roccuzzo (30), volvieron a ser papás de Ciro y sumaron el tercer hijo de la familia. Thiago, de 5 años, fue el primero, y Mateo de 2, el segundo. Aunque la categoría del primogénito todavía no compita, el Barça armó una escuelita para los hijos de los empleados del club y allí practica Thiago.
"Todavía es chiquito, pero en un año mejoró bastante. Soy un agradecido del trato que la gente tiene conmigo. En cualquier lugar del mundo que salgo a la calle, me tratan bien. Pero a veces me gustaría pasar desapercibido y poder disfrutar de un almuerzo, una cena, o un paseo sin tener cientos de personas mirándome. Nunca me acostumbré a la fama. Por ejemplo, cuando estoy con Thiago y la gente se acerca, él pone cara rara", confiesa. Y para el final, la pregunta obligada, siempre hablando de Rusia:
–¿Se puede ganar el Mundial?
–Siento que sí. Le tengo mucha fe a este grupo. Contamos con jugadores de experiencia. Pero no debemos tirar el mensaje "vamos a salir campeones porque somos los mejores", ya que hoy no es así. Hay varias selecciones por encima nuestro. Para lograr el título debemos ir con mucha humildad. Igual, tenemos jugadores para ilusionarnos.
Por Sergio Oviedo. Fotos: Télam e Instagram.
SEGUÍ LEYENDO: