Todo empieza en una cafetería o heladería de Viena. Nuestra protagonista come un helado y quiere generar empatía con una nena sentada enfrente de su mesa que también come helado. Sonríe, pero la sonrisa no es devuelta, la cara de la niña es más bien de pánico y la ignora.
En cambio, se muestra cómplice con el mozo del local. Es en ese momento en el que nuestra protagonista muta sus facciones relajadas y posa una sonrisa falsa. Limpia una gota de sangre que había sobre su reloj pulsera, se levanta desafiante, deja una propina en la barra (en realidad la tira), y cuando sale le vuelca la compotera con helado a la niña sobre la remera. Así arranca Killing Eve, la serie que tenés que ver.
Nuestra 'protagonista' es la actriz inglesa casi desconocida Jodie Comer. En la serie interpreta a Villanelle, un asesina rusa sociópata que se ¿obsesiona?¿enamora? de una agente de la MI5, Eva, a cargo de la maravillosa Sandra Oh. "Esa escena, para mí, es solo una configuración de la incertidumbre de toda la serie, y de ella", aseguró Comer hace poco a la revista Vanity Fair.
Si bien Comer tiene una amplia trayectoria en la televisión inglesa (pasó por The White Princess, Thirteen y Doctor Foster), acá sus trabajos anteriores tuvieron poca repercusión. Sabemos que nació hace solo veinticinco años en Liverpool, que tiene una belleza clásica y que maneja la comedia, el drama y lo absurdo con gran habilidad.
Villanelle es una asesina precisa y maniática que está dispuesta a lo que sea por concretar su misión y no piensa renunciar a los lujos que le proporcionan sus honorarios (las referencias a Haníbal y Clarice Starling son inevitables). También es graciosa y egocéntrica, todo sin perder ni un milímetro de frialdad. Se mete con niños, mujeres vulnerables y quien sea, y no le tiembla el pulso a la hora de completar su tarea. El personaje habla inglés con un fuerte acento ruso, pero está un poco mutado debido a que también habla francés e italiano. Y, por lo que muestran en la serie, ella podría hablar docenas de idiomas. Comer, en cambio, solo habla inglés.
La serie es un thriller de humor negro producido por Phoebe Waller-Bridge a partir de las novelas Villanelle de Luke Jennings.
Comer contó que está un poco molesta por la posibilidad de que los televidentes puedan tenerle miedo a ella fuera de la pantalla, pero también espera que el personaje se arraigue a la chica mala con un pasado roto y generar alguna clase de empatía con el público que, por el momento, por más sanguinaria que sea, es inevitable.
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