La carrera de Stephanie Demner (27) empezó a los 14 luego de pedirles a sus padres reiteradas veces que quería ser modelo. Mandaron sus fotos a la revista Para Teens y la llamaron. Al poco tiempo estaba protagonizando comerciales nacionales e internacionales y era chica de tapa fija de la revista.
Los años pasaron, los trabajos se sucedieron y ella, ya en plena carrera de Gestión de medios y entretenimiento en la UADE, decidió reformular su rumbo a través de las redes sociales. La búsqueda no fue pensada y analizada, fue parte de un trabajo de la facultad: "Se tienen que abrir una fan page en Facebook, una cuenta en Twitter y otra en Instagram", pidió un profesor. Ella, como toda alumna aplicada hizo caso y acá está, con más de 600 mil seguidores en la red social de la 'gente linda'.
Hoy es una de las it girls/influencers/Instagrammer más buscada por las marcas. Además protagonizó junto a Grego Rosello uno de los romances más comentados de las redes sociales. Cuando anunciaron su separación en noviembre del año pasado con una foto bien cariñosa, sus seguidores quedaron con el corazón roto.
Pero, ¿qué hace que un posteo tenga muchos likes? le preguntamos a Stephanie en Tierra del Fuego, a donde viajó para acompañar a su amigo Santiago Artemis en la presentación de Bulletproof, su última colección. La respuesta es ambigua. Ni ella sabe bien. Su foto más likeada (tiene más de 82 mil corazoncitos) es una en la que ni siquiera mira a cámara. Nada de que la favearon por sus descomunales ojos celestes. No. Está bien que la imagen es sexy, lo es, pero tiene muchas más sexys que esa y con menos tráfico. Según Stephanie, los usuarios de la red social ponderan la naturalidad.
-¿Tenés algún referente que te inspire?
-Estoy como muy obsesionada con una chica que se llama Chiara Ferragni. Me gusta mucho ella, su vida, me encanta. Hace un año más o menos que soy embajadora de su marca y es un orgullo total. La primera vez que me contactaron no lo podía creer.
-¿Qué implica ser embajadora de su marca?
-Afuera en realidad es simplemente que te den ropa y uno postea y también te publican en sus redes sociales que está buenísimo porque de repente me publican en Chiara Ferragni collection y Chiara le da like a mi foto y la primera vez que le dio like parece una boludez pero yo estaba saltando en la cama de felicidad. Son como pequeños mimos que te dan las redes sociales.
-¿Cómo imaginás tu carrera hacia delante?
-La verdad es que este año y el año pasado estuve viajando bastante. Me apasionan los viajes pero también un poco me está picando el bichito de instalarme y capaz estar un poco más en los medios tradicionales. No sé si en la tele. Estamos viendo ahí algunos proyectos.
-¿Para hacer conducción o actuar?
-Ambas. Me gusta mucho la conducción, estuve dos años con Marley. Antes de eso estuve trabajando en un canal que se llamaba Yups que iba por toda Latinoamérica. Ahora estoy muy viajera, estoy en modo de explorar, pero la verdad es que tengo ganas de actuar. Siempre me divirtió pero como eso implicaba estar en Buenos Aires y a mi me salían viajes lo posponía. Ahora que ya viajé bastante me están dando ganas de volver a la tele.
Igual no me mando sola, primero les paso las fotos a mis amigos y les pregunto qué les parecen. Ahora como estoy soltera me suelto más
-¿Cómo dosificás la carga hot en tus posteos?
-Uy, es tremendo porque tengo momentos como más sweety y momentos más lanzados. Igual no me mando sola, primero les paso las fotos a mis amigos y les pregunto qué les parecen. Pero es muy sutil, no subo nada así, muy subido de tono pero bueno, ahora como estoy soltera me suelto más. La verdad es que tengo muchas seguidoras chiquitas entonces no me paso de hot. Subo un poco de todo.
-Instagram se convirtió en un trabajo
-Sí, es un trabajo. A mi siempre me gustó compartir las fotos de mis looks, de mis cosas, dar consejos, me sale naturalmente y no lo veo como un trabajo. Pero obviamente ya se volvió en parte un trabajo porque la publicidad invadió la red social y uno tiene que ir adaptándose. Pero hay que tener cuidado porque a los seguidores no les gusta ver publicidad, les gusta ver lo que hago por fuera de mi trabajo. Si quieren verme solo espléndida abren una revista y ya. Pero quieren ver mi día a día, mi cotidianidad. Mostrar todo. Eso tiene sus pros y sus contras, claro.
-Tenés amigos en el medio
-Como trabajo hace un montón sí, pero entre mis más más amigos solo hay uno o dos famosos. Trato de tener un entorno variado porque sino uno termina hablando siempre de lo mismo y resulta muy superficial. Está bueno tener amigos que te bajen un poco.
-¿Cómo te cuidás?
-Es raro, la gente piensa que soy re fit pero lo cierto es que soy muy vaga. Me re pueden las cosas dulces entonces me cuido bastante. Me cuido desde chica, desde que empecé a modelar porque siempre todas las modelos eran raquíticas y yo era la que tenía dos kilos de más y me mandaban a bajar de peso. Por suerte eso está cambiando gracias a que están surgiendo estas chicas que vienen de las redes sociales y no son modelos.
Me cuido desde chica, desde que empecé a modelar porque siempre todas las modelos eran raquíticas y yo era la que tenía dos kilos de más y me mandaban a bajar de peso
-Te exigieron mucho con tu peso cuando eras chica?
-Mucho, mucho, muchísimo. De toda la vida. Tengo mucha tendencia a engordar y siempre me tuve que cuidar el triple. Por eso es maravilloso lo que está sucediendo con las redes sociales de romper los estereotipos y el paradigma de la modelo flaca y alta. Hoy cualquiera puede ser modelo.
-Por último no puedo dejar de preguntarte por ese vestido que usaste en los premios Martín Fierro Digital que fue lo más comentado del evento. ¿Cómo surgió la idea del outfit?
-En realidad al principio pensaba ir bien relajada, ponerme algún vestido tranqui de una diseñadora amiga. Y después me di cuenta de la magnitud, ¡son los Martín Fierro! y había mucha atención puesta en el evento porque eran los primeros digital. Iba Moria, iba Marley, había todo un condimento especial entonces llamé a mi vestuarista, vimos este vestido que nos gustó y después pensamos en buscar otras alternativas porque era recontra jugado. Una prenda de vinilo no es cualquier cosa. O me querían o me mataban. Hasta el último segundo estuve en duda pero me la jugué y me salió bien. El vestido era muy imponente asi que decidimos no sumar nada más. Respiré contenta después.
Por Soledad Martínez Caneda. Fotos: Juan Villagrán
Producción general: Gaby Vidal.
Peinó: @Staffstylos. Make up: Nina Quiroga Bowyer de Mary Kay Ushuaia.
Locación: Hotel Arakur.
Agradecemos a: InFueTur, Carolina Samame, Aerolíneas Argentinas, Gobierno de la Provincia Tierra del Fuego, Ministerio de Turismo de la Nación, Visage Entertainment, Monica Duch y Brava (@bravashops).
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