Hace tres semanas, cuando comenzó a circular el rumor de su separación de Alejandro Borensztein (59), Viviana Canosa (46) –"triste, dolida y viviendo una situación rara"– salió al cruce con una frase contundente: "Estamos muy bien, disfrutando de la vida y de la familia. ¡Estoy felizmente casada!".
Pero el viernes 16 lo confirmó: "Sí, estoy separada". Y se llamó a silencio hasta el lunes 19, cuando en Vivi en la radio (radio Belgrano) abrió su corazón: "Hace un año que estoy separada de Alejandro y hace un mes que firmamos el divorcio. Cuando comenzaron los rumores, lo llamé y le pregunté si quería que lo contase. Me dijo que no. Y para confirmar algo tan íntimo, las dos personas tienen que estar de acuerdo. De todos modos, no me arrepiento, porque yo también quería pasar el duelo y estar fuerte".
Para terminar, dejó entrever alguno de los motivos que la llevaron a tomar esta decisión y dio detalles del acuerdo al que llegó con el papá de su hija Martina (5): "Me di cuenta de que se había terminado la ilusión y el amor. Cuando tengo la sensación de que doy todo y del otro lado no tengo la misma respuesta, me desilusiono: tengo la vara muy alta para el amor. Un día iba en el ascensor con Martina y la miré a los ojos por el espejo. Nos abrazamos fuerte y decidí contarle todo. Después lo hablamos con su papá. No hubo división de bienes, porque no pedí nada; sólo lo que le corresponde a mi hija. No quiero un peso de nadie. Soy una mujer fuerte y sana. Todo lo que tengo me lo gané trabajando y quiero seguir así. Hoy estoy sola y con Marcelo González sólo tenemos una relación comercial, porque fue quien me contrató para las charlas en el Espacio Clarín", dijo. "Van a ver muchas fotos mías con distintas personas, porque soy una chica divertida que no le cierra las puertas a un nuevo amor… ¡Ni loca lo haría!".
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