Escuchame, Rodrigo. En el futuro, cuando te retires, vos tenés que ser actor.
–No me jodas, Abel…
–En serio.
–Bueno. Entonces, para ir arrancando, llevame a El marginal.
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La charla entre Abel Ayala –el talentoso actor de 29 años que interpreta a César en El marginal– y Rodrigo Mora –30, delantero de River Plate, famoso por sus goles y por haber superado una dura enfermedad– no quedó sólo en palabras.
Amigos desde hace tiempo, el año pasado Ayala grabó un video para su canal de YouTube (donde interpreta a su personaje emblema, "el Guachín" Carrasco) junto con Mora. Y se ve que el futbolista uruguayo le tomó el gustito a las cámaras. Así que se apareció en el último día de filmación de la precuela de El marginal, que se estrenará luego del Mundial de Rusia (termina el 15 de julio) en la TV Pública. Y participó de una escena, en lo que será recordado como su debut actoral. Después de este ingreso al showbiz por la puerta grande, ¿se animará a más?
EJEMPLO DE VIDA. Delantero eficaz, batallador y preciso a la hora de definir frente al arco, Mora es uno de los favoritos de los hinchas de River. Y no sólo por su juego: su historia de superación personal conmovió a todos. En mayo de 2017, el uruguayo –nacionalizado argentino– se resintió de unos dolores que venía experimentando en la espalda. Acudió al médico y el diagnóstico no pudo ser más desalentador: necrosis aséptica en la cabeza del fémur, por un infarto en el hueso. Poco frecuente para un futbolista, esta lesión podía marcar el final de la carrera de Mora.
Pero, lejos de venirse abajo, le puso el pecho a la situación. Se operó el 23 de junio, estuvo 90 días con muletas, volvió a entrenarse, fue a la pretemporada del equipo en Miami y empezó a visualizar su milagroso regreso: sucedió el 28 de enero, cuando ingresó sobre el final del partido contra Huracán, en Parque Patricios.
Habían pasado 259 días desde su último encuentro oficial, justo ante Boca en La Bombonera. La frutilla del postre sobrevino el 14 de este mes: fue titular en el partido que River le ganó 2-0 a Boca, en la final de la Supercopa Argentina. Más no podía pedir… O sí: cumplir el sueño de aparecer, más no fuera un rato, en su serie favorita. Su amigo Ayala lo hizo posible.
GALÁN DE NOVELA. "Rodrigo estaba entusiasmado con esta chance y no la dejó pasar. Lo logró a través de Abel, claro, y la verdad es que el set se revolucionó con su llegada", contó Heber Marchioni, socio de Ayala en la productora M&M y, a su vez, amigo de Mora. Fue él quien los presentó (Marchioni, además, representa a jugadores de fútbol) y nació una amistad. "Son dos muchachos de origen humilde, luchadores, que salieron adelante en la vida gracias a su gran empuje. Admirables. Por eso empatizaron tanto", afirma.
En la recta final de la filmación, la llegada de Mora fue un soplo de aire fresco. No sólo para los riverplatenses, porque Rodrigo es un jugador muy querido por los hinchas de otros clubes. De excelente humor, se sacó fotos con todos (el más entusiasmado, Javier Furgang) y, a la hora de trabajar, escuchó atentamente las indicaciones del director de la miniserie.
En esta esperadísima segunda temporada, la ficción de Underground (con el inconfundible sello de Sebastián Ortega) irá hacia atrás en el tiempo, al momento en que los capos de la cárcel toman el poder. El ámbito para el rodaje volvió a ser la antigua cárcel de Caseros, cuyo tono lúgubre le viene perfecto a esta serie que supo gozar de numerosos premios (Martín Fierro de Oro incluido).
Primero, el futbolista debió caracterizarse como interno del penal (lo maquilló una hincha de Boca) y luego acatar las indicaciones. ¿De qué escena participó? Obviamente, mucho no se puede adelantar, pero tiene que ver con una pelea que se desarrolla en la cárcel. "Rodrigo la pasó genial. Ser parte de El marginal es cosa seria, y lo tomó con alegría y responsabilidad", agregó Marchioni. "¿Si le vemos futuro delante de cámaras? Y… lo único que puedo adelantarte es que ya le dije: 'Si te decidís a actuar, tu representante tengo que ser yo, ja'".
Con la alegría de la victoria en el Superclásico, Mora compartió sus sensaciones en las redes sociales: "Positivismo, perseverancia, constancia, espíritu, corazón… el que abandona no tiene premio", escribió en su cuenta de Twitter. Después de los días más tormentosos que pudiera imaginar, para Rodrigo todo es felicidad. Ni el propio Caetano podía haber pergeñado un guión semejante.
Por Eduardo Bejuk
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