Cuando la camioneta que traía al colombiano Carlos Alberto Vives Restrepo (56, ganador de dos premios Grammy y once Grammy Latinos) entró en Dolores, la ciudad se movilizó: el intendente Camilo Etchevarren lo fue a recibir y los hombres de seguridad hicieron un cordón para que el encuentro fuera prolijo.
Pero se abrió la puerta y llegó la sorpresa: el cantante salió pedaleando. Esa noche estaba prevista su presentación durante la Fiesta Nacional de la Guitarra y, claro, como era "el gran músico internacional invitado", todos esperaban a una estrella intocable.
Pero nada más alejado: "Para conocer las ciudades que visito, ¡nada mejor que la bicicleta!", expresó en ojotas, bermudas, remera negra y mochila, antes de salir a recorrer las calles de la ciudad, dar una vuelta en la plaza principal y avanzar hasta el predio del Microestadio de la ciudad, donde iba a actuar esa noche. "De la Argentina amo su asado, el fútbol, su música y Leo Messi… soy su gran admirador; ¡es un crack de otro planeta!", confesó ya dentro del estadio, mientras el personal que preparaba todo para la noche no salía de su asombro.
El show fue multitudinario. Y tras agradecer al público que no paró de cantar sus temas, cerró su visita demostrando que "a su manera, descomplicado", se puede ser una estrella y, a la vez, mantener los pies –o las ruedas– sobre la tierra.
Por Sergio Oviedo
SEGUÍ LEYENDO: