Tenía 6 años cuando su mamá murió. Maximiliano Monzón dormía en la misma habitación en la que su madre perdió la vida, después de que su papá le diera una golpiza mortal, y ambos cayeran desde el balcón de la casa en la que pasaban el verano en el barrio La Florida de Mar del Plata. Eso es lo que dijo el informe policial, porque él no quiere hablar de ese 14 de febrero de 1988.
El hijo de Carlos Monzón y Alicia Muñiz hoy tiene 36 años. "Por el momento no doy entrevistas", se excusa con GENTE.
Hace 30 años Maxi decía: "Mamá está en el cielo ¿y papá?". Días antes de morir Alicia Muñiz le había comprado el uniforme para empezar primer grado en el Belgrano Day School, pero el 15 de marzo Maxi empezó las clases sin mamá ni papá.
La tragedia
Ya pasaron tres décadas desde que uno de los grandes ídolos del deporte nacional, Carlos Monzón, le quitaba la vida con sus propias manos a Alicia Muñiz, su pareja y la mamá de Maxi.
“Mamá está en el cielo ¿y papá donde está?”
La tarde del 13 de febrero, Alicia había ido a buscar a su hijo que pasaba el día con Monzón. Estaban separados, pero al verse se reconciliaron y por la noche se mostraron públicamente anunciando que estaban juntos.
Llegaron como pareja al cumpleaños del conductor y locutor Sergio Velasco Ferrero. Después siguieron la gira por la noche marplatense junto a Adrián Facha Martel, que los llevó a tomar algo al club Peñarol.
Cuando volvieron de madrugada a la casa del barrio La Florida, discutieron. Según el propio Monzón, la actriz le reclamaba más dinero para mantener a Maximiliano.
En su cama, el pequeño dormía. O tal vez no, pero él prefiere no hablar de eso y sigue sin querer hacerlo.
Alicia Muñiz recibió una golpiza que la dejó inconsciente y cayó por el balcón. Fue víctima de un femicidio, cuando todavía la palabra ni siquiera se usaba masivamente.
Monzón primero dijo que se suicidio, "Alicia se mató", repetía junto al cuerpo inerte. Luego admitió el crimen. La evidencia era contundente: antes de caer, Muñiz tenía un fractura en la rótula izquierda y otra en el codo. La autopsia reveló que estaba inconsciente al momento de la caída.
Maxi perdió a su mamá y su papá fue condenado a 11 años de prisión. "Mamá está en el cielo ¿y papá?" se preguntaba en la quinta de Escobar donde sus abuelos y tíos intentaban contenerlo.
Él jugaba al fútbol y practicaba la guardia "que me enseñó mi papá". También miraba películas y decía: "Las que más me gustan son la de dibujos animados; una de Rocky, una de una pelea de mi papá y una en la que estoy yo con ellos dos".
La inocencia de esos días y la ignorancia se fue desvaneciendo. Una tarde mientras jugaba con sus osos Maxi habría dicho: "Papi tiró a mamá por la ventana". Fue entonces que su familia decidió preservarlo de la mirada pública siguiendo la recomendación de un psicólogo y no dio más entrevistas.
Vivió con sus abuelos maternos, Alba y Héctor. Estaba con ellos cuando en 1995 recibió la noticia de que su padre, que cumplía una condena de 11 años en un penal de Santa Fe, había muerto en un accidente automovilístico durante una salida transitoria. La tragedia seguía acechando.
Se instaló un tiempo en Uruguay, país natal de su madre, pero luego volvió a Buenos Aires. Maximiliano cayó en problemas de adicción y durante varios años estuvo internado en la clínica de rehabilitación Gradiva de CABA.
En octubre del 2011 le dio una entrevista por mail a Perfil. Contó que salía a trabajar de día y volvía por las noches. En ese entonces estudiaba italiano, tomaba clases de guitarra y disfrutaba de la lectura. Pero la condición para la entrevista fue no hablar del pasado.
Hoy, después de 30 años, Maximiliano sigue intentando mirar al futuro y sanar un pasado trágico. Con respeto y tranquilidad, se excusa para no hablar de sus padres y de los hechos que marcaron su vida para siempre.
Por Laura Vigo
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