Fueron íntimos amigos por casi una década –"como hermanos", coinciden Floppy Tesouro (32) y Rodrigo Fernández Prieto (40)–, pero hace dos años se encendió el chispazo del amor. Al mes de estar de novios, él le pidió casamiento frente al mar, en la playa esteña de José Ignacio.
Y allí volvieron para celebrar su boda, con una ceremonia al atardecer y una fiesta para 250 invitados, el sábado 2 de diciembre. "Al poco tiempo de la propuesta me enteré de que estaba embarazada de Moorea (hoy de 14 meses). Por eso decidimos posponer el casamiento. Soy muy Susanita, y aunque siempre tuve la idea del matrimonio y después formar una familia, que nuestra hija esté presente y nos traiga los anillos fue mágico. Con Rodri cumplí mi gran sueño de casarme y ser mamá", revela la novia.
"Como él no quería que fuera por Iglesia, nos casó un amigo de toda la vida. Eso sí: ¡entré de blanco y del brazo de papá!", cuenta Floppy, que lució dos vestidos de Claudia Arce, uno para la ceremonia y otro para la celebración, que fue en Casa Suaya. "Fue una fiesta soñada, aun mejor de lo que habíamos imaginado. Fue descontracturada, los invitados se sentaron donde quisieron, hubo buena comida y bebida, excelente música y sobre todo gran compañía, de la gente que más nos quiere", sumó la actriz.
El festejo se extendió desde el atardecer hasta el amanecer. ¿Luna de miel? "Será en julio", adelanta, y a continuación confiesa: "¡No puedo creer que ya soy 'señora de'! Ojo, no es que me sienta grande… Casarnos fue el broche de oro de nuestra historia de amor".
Por Maru Cociffi.
Fotos: Hobby Estudio Creativo para el álbum personal de FT.
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