Magui Bravi de novia: ¿Quién es el hombre con el que se quiere casar y tener hijos?

El afortunado que la conquistó se llama Octavio Cattaneo, es arquitecto y fue su novio durante más de siete años cuando ella era azafata y estudiaba Filosofía.

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Magui Bravi en una producción de fotos personal.
Magui Bravi en una producción de fotos personal.

"Estoy volviendo a intentar una relación", cuenta por primera vez, y con una sonrisa luminosa, Magui Bravi (28). Aunque en otras oportunidades se mostró reticente a hablar abiertamente de su vida romántica, esta vez todo es diferente, "porque ahora va en serio", dirá con los ojos tan abiertos como su corazón.

Magui y su novio Octavio Cattaneo.
Magui y su novio Octavio Cattaneo.

"Octavio (Cattaneo -32–, arquitecto) es un novio con el que salimos siete años y nos separamos hace tres, cuando él se fue a hacer un master de Administración de Empresas a España. Pero siempre seguimos en contacto, y ahora que volvió a vivir en la Argentina resurgió el amor… Tenemos ganas de ponerle todo, para ver si esto resulta para siempre".

–¿Sentís que ustedes cambiaron en el tiempo que estuvieron alejados?
–Sí, un montón. El volvió siendo otra persona. Además, cuando nos separamos, los dos estábamos persiguiendo sueños que tenían que ver con la carrera de cada uno… Ahora nos encontramos más realizados. Nos hallamos en un lugar de seguridad personal, donde podemos proyectar objetivos juntos. Ahora que volví a apostar al amor, quiero una familia, vivir juntos otra vez… ¡todo! Y siento que se puede.

“Ser mamá es algo pendiente, y de acá a cinco años me gustaría concretarlo”

–¿Tenés ganas de casarte y tener hijos?
–Ser mamá es algo pendiente, y de acá a cinco años me gustaría concretarlo. Y no necesariamente después de casarme: no lo veo como una condición. Eso sí, cuando llegue el día no sé si elegiría una iglesia, porque me gustaría tener una boda en una playa o en algún lugar con naturaleza.

–¿En el pasado habías llegado a imaginarte con un vestido blanco junto a él?
–Sí. ¡Es que vivimos de todo…! Con él hasta dije "nunca más", porque tuve un viaje desde Barcelona llorando durante trece horas, con una azafata consolándome y yo sin poder explicarle por qué me estaba separando. ¡Es que nunca nos peleamos fuerte; fue la distancia la que nos separó! El primer año traté de ir y venir, pero después empecé a tener mucho trabajo y no podía viajar; él estaba con el master y no podía venir… Entonces nos separamos. Cada uno hizo su vida y conoció otra gente. De eso es lo más difícil de volver: lo que pasó en el medio. Lo hablamos muchísimo y ambos sabemos todo, pero es lo que más nos costó.

–Imagino que no tanto la parte de los suegros…
–(Se ríe) ¡Obvio! Me llevo bien con toda la familia. A mi viejo, él le cae bien. Eso es importante, porque mi papá es muy difícil, ya que soy su nena. De hecho, los primeros años se la hizo re complicada.

–Hablando de aquel momento, ¿cómo se conocieron?
–Nos presentó una amiga de LAN, la aerolínea en la que yo era azafata, diciendo que éramos el uno para el otro. Esa noche no nos gustamos, pero después no pudimos separarnos. Nunca me voy a olvidar de cómo me conquistó: me invitó a su casa y me dijo: "Tengo una sorpresa para vos"… y me tocó una melodía clásica en la guitarra. Fue hermoso. Entendió todo.

–¿Octavio te acompañó en tu transformación mediática?
–Sí, vivió todo: mi etapa de azafata, cuando estudiaba Filosofía, los días en que bailaba por hobby, la llegada al reality Soñando por bailar, ShowMatch…

¡Diosa! Magui Bravi en un sensual toma
¡Diosa! Magui Bravi en un sensual toma

–¿Cómo es para él la exposición de tu cuerpo?
–Y… Hace años que cada vez que hago fotos me pregunta: "¿Hay corpiño o no?". Pero ya es casi un chiste entre nosotros. Por suerte, es cero celoso.

–¿Te das cuenta de que tuviste mil candidatos del medio y elegiste a alguien de afuera?
–Sí. Es que estando con alguien que no es del ambiente, yo estoy más a tierra y me es más lindo el día a día. Me gusta que tenga una vida más normal y que no seamos dos paranoicos cuando salimos a la calle. Con alguien del medio me pasó, que me diga "nos van a sacar fotos", "nos van a ver"… ¡Un estrés para salir a tomar un café! Y yo estoy acostumbrada a ser libre.

–Ya que hablamos de la gente del medio, este año se dijo que estuviste con Adrián Suar.
–El rumor, se habrán dado cuenta, era mentira. Nunca tuvimos nada, pero a nivel laburo un poco me afectó, porque me hubiese encantado trabajar en Pol-ka. Cuando me enteré del chimento, en mi cabeza dije: "Ok, una puerta de trabajo menos". Ojalá ahora no sea así, pero me dolió, porque detuvo un proceso… Bah, o lo pospuso… No creo en los "nunca".

–Pero sí le dijiste "nunca más" a tu vieja nariz. ¿La extrañás?
–¡Para nada! Me acomplejaba. Igual, nunca le voy a gustar a todo el mundo. Antes tenía un montón de mensajes que criticaban mi nariz, y ahora dicen que perdí personalidad. Lo importante es gustarme a mí misma, y yo me siento feliz.

En su personaje de Bollywood.
En su personaje de Bollywood.

–Así se te ve… ¿En el plano laboral también estás bien?
–Re, estoy terminando uno de los mejores años. Arranqué conduciendo un programa en Brasil en enero, seguí con otro de turismo por la Argentina, y después empezó una temporada teatral tremenda, con Acaloradas y Bollywood. Ahora se viene un verano increíble, con Bollywood y Mi vecina favorita. A la vez, estoy terminando una película, y en diciembre me espera un personaje muy lindo, de mala, en una serie llamada Gorda.

–Y después te vas a hacer temporada a Mar del Plata. ¿Cuándo se van a ver con Octavio?
–Es difícil, porque me voy tres meses, con funciones de martes a domingo. Nos encontraremos los fines de semana, o los lunes… Pero por amor yo hago lo que sea. Ya me entregué y no voy a dar el brazo a torcer.

Por Kari Araujo. Fotos: Angie Monasterio y álbum personal M.B.

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