Alberto Cormillot (79) es disciplinado y guarda un orden que no le permite alterar nada. Sus días en los medios – que comenzaron en 1964, cuando se sumó al staff de Buenas tardes, mucho gusto– comienzan a las cuatro de la mañana, porque a las 5.20 ya está en radio Mitre para hacer Cada mañana con Marcelo Longobardi.
Después, su chofer lo lleva a las diferentes citas que tiene en Dieta Club, Alco, Cormillot Alimentos, el hospital de Malvinas Argentinas –donde dirige el Centro Municipal de Obesidad y Enfermedades Metabólicas– y a la Universidad Isalud, donde es rector de la carrera de Nutrición. Como es obvio, también atiende en su clínica –donde Renée (50), su hija, es una de las cocineras–, como lo hace desde 1961, cuando se recibió en la UBA.
Pero su detallada agenda no termina ahí. A las 18 llega su momento, las rutinas de tap, jazz y danza aérea que tanto lo apasionan. Fue precisamente esta pasión la que lo llevó a El teatro Niní Marshall donde
presentó su espectáculo Etapas 7.9 y bailó con sus nietas mellizas
Abril y Zoe y la pequeña Ema, además de 30 bailarines.
"Fue la mejor experiencia que tuve en un show, todo el espectáculo salió
muy bien y eso me hizo feliz. Estar con mis nietas fue maravilloso y es algo que nunca voy a olvidar. Mis profesores me cuidaron mucho y mis compañeros de baile me hicieron sentir muy bien a pesar de que yo tuve algunas lesiones antes del debut fuera de los ensayos. Todo fue muy placentero porque trabajé con profesionales y gente que quiero mucho", afirmó Cormillot luego del espectáculo en donde se lució en números de tap y jazz, además de la novedad de los vuelos para los que se preparó durante varios meses.
Sergio Verón, quien acompaña al doctor hace 19 años en su clínica, fue el presentador de lujo y además se subió, una vez más, al escenario. Entre los invitados estuvieron Adrián Cormillot y Paula Robles, quien está a cargo de un grupo de bailarines que participaron del evento.