Deathloop es un brillante juego de acción y sigilo, además de una clase magistral de diseño

A Arkane Studios no se lo conoce precisamente por ser un estudio que se caracteriza por producir “blockbusters” que venden millones, sino más bien por tener sólidas y rompedoras ideas respecto al diseño de sus juegos. Desde toda la saga conocida como Dishonored pasando por el increíble Prey, el denominador común siempre es la perfección en la ejecución de las mecánicas, el diseño y sobre todo, un soberbio ejercicio de estilo. Deathloop no es la excepción.

Deathloop se ve y se siente como estar jugando con una película de James Bond de los 70 dirigida por Quentin Tarantino: el ritmo de la acción, la música, los diálogos y el trasfondo de los personajes, mientras que la jugabilidad es una oda a la obra de Arkane, con una respuesta sumamente responsiva y una profundidad en la que es fácil perderse con el correr de las horas. Cole Vahn es el protagonista principal, que después de morir en manos de una mujer que parece conocerlo más de lo que dice, revive despertando en las orillas de una playa.

Rápidamente queda claro que en la isla sucede algo extraño: todos están atrapados en un bucle temporal que hace que todo se repita pasadas las 24 horas, del mismo modo que si Cole muere, volverá a comenzar. La misión principal es romper el bucle temporal y resolver el misterio de por qué estamos ahí, y para hacerlo, Cole deberá derrotar a 8 “Visionarios”: miembros de alto nivel de una organización llamada AEON. Estos “villanos de Bond” son parte de una élite que el juego se encarga muy bien de pintar como despreciables, de forma tal que no dudemos en ponerles una bala en la cabeza a la primera oportunidad que se presente.

Entre esos Visionarios está Julianna: la mujer que aparece en todo momento y que interactúa con Cole casi de manera constante, e intentará asesinarnos cada cierto tiempo, con el detalle que si tenemos activado el modo multijugador, será un jugador desde Internet el que nos invada la partida, haciendo que esta idea sea todavía más interesante. Así y todo, nada es lo que parece en esta isla, incluida la relación con esta poderosa asesina que aparece súbitamente. El resto de los Visionarios requieren algo más para poder abatirlos, y llegar a ellos es justamente lo que hace a Deathloop un juego tan especial.

La idea de los bucles temporales y el reinicio con la muerte del protagonista no es algo nuevo, pero la forma en la que Arkane Studios trabaja con estos conceptos sí que lo es. La isla es como una gran cebolla que iremos pelando con cada pasada, porque más allá de las armas y los poderes especiales que hay a disposición, la información es el arma más poderosa de todas. Ya sean códigos a puertas secretas, datos que faciliten ubicar pasadizos o cofres con recursos, toda la información que podemos recabar siempre queda con nosotros.

Esto se va acumulando en un menú enciclopédico donde podremos seguir adelante con varias de las “puntas” que se van abriendo en esta suerte de investigación. Los niveles son amplios y con un estupendo diseño, repleto de bifurcaciones, y a medida que los conocemos, más caminos alternativos se nos presentan. A esto se le suma la idea de que los sitios cambian su disposición y situaciones según el momento en el día que los visitamos, presentando así nuevas alternativas para avanzar. Pese a su enorme apertura, nunca perdemos el rumbo jugando Deathloop: siempre nos está llevando hacia el siguiente objetivo para desenvolver el misterio principal.

Cole cuenta con un arsenal bastante generoso con armas geniales como la mini metralleta que se desmonta para convertirse en dos pistolas, o potentes escopetas para los encuentros cuerpo a cuerpo. Además de esto, hay poderes especiales que podemos tomar de los Visionarios abatidos que enriquecen la jugabilidad: desde teletransportación, pasando por uno de los más increíbles que “linkean” a los enemigos, pudiendo abatir a 20 acertando un disparo en la cabeza de uno de ellos. La limitación de dos poderes y tres armas para cargar hace que estemos cambiando de estrategia en todo momento, por lo que las opciones orgánicas se disparan todavía más.

Así, Deathloop se presenta como un potente juego de acción y sigilo; de exploración, repleto de herramientas con las que nos podemos expresar y jugar exactamente como queremos, con situaciones de tipo puzzle inolvidables y con una realización artística única, y un planteo de diseño imposible de conseguir en otro juego. Resulta increíble que lo que podríamos definir como uno de los mejores juegos exclusivos de PlayStation 5 provenga de un estudio que hoy es propiedad de Microsoft, pero así son las cosas en la industria hoy.

Deathloop está disponible también en PC, donde hay algunos problemas de optimización y bugs que pueden sacarte de la partida. La versión utilizada es la de PlayStation 5, donde además de correr a 4K con muy buena performance y efectos a la altura de la nueva generación, hay una utilización del sistema de audio 3D con los Pulse 3D y respuesta háptica del DualSense que está a la altura de las producciones originales de Sony. Esto hace que la inmersión gane puntos extra para meterte de lleno en los adentros de esta maravillosa danza de balas, explosiones, poderes imposibles e infiltración.

Arkane Studios vuelve a demostrar por qué es uno de los estudios de más alto prestigio en la industria: sus juegos poseen un toque distintivo, ideas brillantes y una soberbia ejecución. Deathloop tal vez no sea el juego más original que han hecho -mucho de lo que proponen es la evolución natural de toda su obra- pero sin lugar a dudas es el mejor de todos ellos, firme contendiente a juego del año además. Sumamente recomendado.

Deathloop ya se encuentra disponible en PC y PlayStation 5

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