Los creadores de Among Us reaccionan al modo de juego llamado “Impostores” de Fortnite

El día de ayer Epic Games presentó una de las nuevas actualizaciones para el juego más popular del momento: Fortnite. Bajo el nombre de “Impostores de Fortnite”, la premisa es juntar a diez participantes en una especie de base secreta conocida como “The Bridge”, en la que los jugadores deberán completar distintas tareas, sabotajes y en última instancia, eliminar sigilosamente al resto de los participantes. Mientras esto sucede, los jugadores deberán tratar de descubrir a los dos impostores en la partida, contando incluso con la posibilidad de llamar a votación para tal motivo. A través de la votación o del cumplimiento pleno de las distintas tareas en la nave es que se puede ganar la partida, mientras que los “Impostores” ganarán si pueden eliminar a todos en la partida.

No hace falta revisar demasiado la propuesta para caer en la cuenta de que se trata ni más ni menos que de la misma propuesta de juego que ofrece Among Us: el juego social originalmente publicado en 2018 que se volvió una sensación en plena pandemia de COVID-19, protagonizando streams con cientos de miles de participantes en donde gracias a su accesibilidad y juego multiplataforma, generó una enorme comunión entre streamers y público. Desde luego que Among Us no es ni el primero ni último juego en abordar esta mecánica: sus orígenes se remontan a distintos juegos de PC y de mesa que datan de 1980, mientras que hay otros juegos en la actualidad que plantean distintas perspectivas dentro de la misma idea.

Deduction, Werewolf Online, Unfortunate Spaceman son sólo algunos de los juegos con temáticas similares, pero entonces ¿Por qué llama tanto entonces la jugada de Epic Games? “Impostores de Fortnite” no sólo hace una fuerte referencia a la terminología impuesta por Among Us, sino que también emula la dinámica de las partidas que ofrece el título desarrollado por Innersloth, estudio independiente que recibieron el reconocimiento años después del lanzamiento original. Así es que la primera en pronunciarse al respecto fue Victoria Tran, Directora de Comunidad en Innersloth.

“Hubiera sido muy, muy bueno poder colaborar; horas indie tristes ahora mismo” en referencia a la idea de trabajar en tándem con Epic Games en este nuevo modo. Y agregó: “Está bien, las mecánicas de juego no se pueden retener pero al menos ¿Podrían haber usado otra terminología para hacerlo interesante?” Tran confirmó a distintos medios a través de Twitter que Innersloth no trabajó con Epic Games. Y finalizó: “se siente extrañamente personal… Se siente como ser mujer en tecnología, mucha impotencia, ¿Cuál es el punto de hacer nuestras propias historias y contenidos?”

Adriel Wallick -Programadora Principal en Innersloth- compartió un conocido cómic en el que uno de los protagonistas de la tira se apropia de una creación ajena y luego agregó: “En fin, hoy me siento muy desanimada. Ya el mundo venía sintiéndose insuperable, así que todo esto es un “gracioso” recordatorio de lo pequeños que somos en realidad”. No es la primera vez que Fortnite y Epic Games se ven envueltos en este tipo de situaciones polémicas: han protagonizado distintas acusaciones y demandas relacionadas a la forma en la que incorporan distintos elementos de la cultura popular dentro del juego sin autorización ni consulta alguna a sus creadores.

Una de las causas más recordadas es la que tuvo como protagonista a Alfonso Ribeiro quien terminó perdiendo la demanda iniciada a Epic Games por el uso del “baile de Carlton”. Pero más acá en el tiempo, distintos artistas se pronunciaron contra el modus operandi de Epic, siendo uno de los más vocales Chance the Rapper. Estas críticas también resuenan en el uso de diversas aristas de la cultura popular, desde la aparición de distintos personajes icónicos -del mundo los videojuegos u otros como el cine- en el contexto de un título que a grandes rasgos, plantea eliminar a los rivales utilizando armas de fuego, lo cual sustrae de estos personajes la esencia que los caracteriza.

También se plantea un sentido de doble moral: por un lado, Epic Games le planta cara a Apple en una cruzada que supuestamente tiene como objetivo generar un espacio más equitativo para los diseñadores de videojuegos del mundo, a la cual Tim Sweeney -CEO de Epic Games- definió como una “pelea por derechos civiles” y “libertad para los desarrolladores”. Pero por el otro, incurre en la utilización de ideas y conceptos creados por terceros sin dar la posibilidad de legitimar ni reconocer la fuente de “inspiración”, en un acto que es muy difícil de definir con otra palabra que no sea “hipócrita”, considerando los dichos y motivos de su CEO.